01 Febrero 2015
CENA INFORMAL. Martin Schulz, del Parlamento Europeo, Merkel y el presidente francés Francois Hollande, analizaron en Estrasburgo el caso griego. reuters
BERLÍN/HELSINKI.- La canciller alemana, Ángela Merkel, descartó ayer una rebaja de la deuda de Grecia y un funcionario del Banco Central Europeo (BCE) amenazó con cortar la financiación a los bancos griegos si Atenas no está de acuerdo para renovar su paquete de rescate.
La potencia económica de la zona euro y el BCE están adoptando una línea dura con el nuevo gobierno izquierdista de Grecia, cuyo líder barrió en las elecciones del domingo pasado prometiendo que habían terminado cinco años de austeridad, “humillación y sufrimiento”.
Alexis Tsipras también se ha comprometido a renegociar los acuerdos con la Comisión Europea, el BCE y el Fondo Monetario Internacional (la denominada “troika”) y cancelar gran parte de los 320.000 millones de euros de deuda de Grecia. Merkel rechazó de plano esa posibilidad. “Ya ha habido una renuncia voluntaria por parte de los acreedores privados. Grecia ya ha estado exenta de pagar miles de millones (...) No preveo una nueva rebaja”, dijo Merkel al diario alemán “Die Welt” en una entrevista publicada en su edición de ayer.
“Europa seguirá mostrando solidaridad con Grecia, como con otros países especialmente afectados por la crisis, si estos países se comprometen a hacer sus propias reformas y esfuerzos de ahorro”, añadió Merkel en una velada amenaza a Atenas.
Sin el apoyo de los acreedores internacionales, Grecia podría verse de nuevo en una aguda crisis financiera.
Sin poder acceder a los mercados internacionales debido a los altísimos intereses que pagaría, Atenas tiene dinero en efectivo para cubrir sus necesidades de financiación para el próximo par de meses. Pero se enfrenta a vencimientos por valor de 10.000 millones de euros durante el verano boreal.
La espera de la canciller
El nuevo Gobierno de Grecia inició las negociaciones sobre su rescate con los socios europeos el viernes negándose a prorrogar el programa o cooperar con los inspectores internacionales que lo supervisan.
Por otra parte, el Ministerio de Finanzas francés dijo ayer que el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, se reunirá hoy en París con su homólogo francés, Michel Sapin, y emitirá después un comunicado.
El programa de rescate europeo para Grecia, parte de un paquete de rescate de 240.000 millones en el que también participa el FMI, expira el 28 de febrero. De no renovarse, Atenas podría incumplir sus necesidades de financiación y dejar a sus bancos sin el apoyo de liquidez del banco central.
El BCE no acepta bonos soberanos griegos como garantía en sus subastas de refinanciación, ya que están por debajo del grado de inversión. Sin embargo, permite la financiación del banco central a los bancos griegos ya que el país está en un programa de rescate.
Erkki Liikanen, miembro del Consejo de Gobierno del BCE, dijo que los fondos podrían cortarse si Grecia sale del programa.
“La extensión del programa de Grecia expirará a fines de febrero así que debe hallarse algún tipo de solución, de otra forma no podemos seguir dando préstamos”, manifestó Liikanen, también gobernador del banco central de Finlandia, a la cadena pública YLE.
Merkel, en tanto, puntualizó que la reciente decisión del Banco Central Europeo de inyectar miles de millones de euros en la zona euro con un programa de compra de bonos no implicaba que los países podían abandonar los esfuerzos para reestructurar sus economías.
La mandataria alemana instó al nuevo Gobierno griego a que presentase una política económica creíble.
“El objetivo de nuestra política ha sido y es que Grecia sigue siendo una parte permanente de la comunidad del euro”, remarcó Merkel.
“Con ese fin, Grecia y los socios europeos hacen su aportación. Aparte de eso, ahora estoy esperando a ver qué conceptos presentará el Gobierno griego”, agregó. (Reuters)
La potencia económica de la zona euro y el BCE están adoptando una línea dura con el nuevo gobierno izquierdista de Grecia, cuyo líder barrió en las elecciones del domingo pasado prometiendo que habían terminado cinco años de austeridad, “humillación y sufrimiento”.
Alexis Tsipras también se ha comprometido a renegociar los acuerdos con la Comisión Europea, el BCE y el Fondo Monetario Internacional (la denominada “troika”) y cancelar gran parte de los 320.000 millones de euros de deuda de Grecia. Merkel rechazó de plano esa posibilidad. “Ya ha habido una renuncia voluntaria por parte de los acreedores privados. Grecia ya ha estado exenta de pagar miles de millones (...) No preveo una nueva rebaja”, dijo Merkel al diario alemán “Die Welt” en una entrevista publicada en su edición de ayer.
“Europa seguirá mostrando solidaridad con Grecia, como con otros países especialmente afectados por la crisis, si estos países se comprometen a hacer sus propias reformas y esfuerzos de ahorro”, añadió Merkel en una velada amenaza a Atenas.
Sin el apoyo de los acreedores internacionales, Grecia podría verse de nuevo en una aguda crisis financiera.
Sin poder acceder a los mercados internacionales debido a los altísimos intereses que pagaría, Atenas tiene dinero en efectivo para cubrir sus necesidades de financiación para el próximo par de meses. Pero se enfrenta a vencimientos por valor de 10.000 millones de euros durante el verano boreal.
La espera de la canciller
El nuevo Gobierno de Grecia inició las negociaciones sobre su rescate con los socios europeos el viernes negándose a prorrogar el programa o cooperar con los inspectores internacionales que lo supervisan.
Por otra parte, el Ministerio de Finanzas francés dijo ayer que el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, se reunirá hoy en París con su homólogo francés, Michel Sapin, y emitirá después un comunicado.
El programa de rescate europeo para Grecia, parte de un paquete de rescate de 240.000 millones en el que también participa el FMI, expira el 28 de febrero. De no renovarse, Atenas podría incumplir sus necesidades de financiación y dejar a sus bancos sin el apoyo de liquidez del banco central.
El BCE no acepta bonos soberanos griegos como garantía en sus subastas de refinanciación, ya que están por debajo del grado de inversión. Sin embargo, permite la financiación del banco central a los bancos griegos ya que el país está en un programa de rescate.
Erkki Liikanen, miembro del Consejo de Gobierno del BCE, dijo que los fondos podrían cortarse si Grecia sale del programa.
“La extensión del programa de Grecia expirará a fines de febrero así que debe hallarse algún tipo de solución, de otra forma no podemos seguir dando préstamos”, manifestó Liikanen, también gobernador del banco central de Finlandia, a la cadena pública YLE.
Merkel, en tanto, puntualizó que la reciente decisión del Banco Central Europeo de inyectar miles de millones de euros en la zona euro con un programa de compra de bonos no implicaba que los países podían abandonar los esfuerzos para reestructurar sus economías.
La mandataria alemana instó al nuevo Gobierno griego a que presentase una política económica creíble.
“El objetivo de nuestra política ha sido y es que Grecia sigue siendo una parte permanente de la comunidad del euro”, remarcó Merkel.
“Con ese fin, Grecia y los socios europeos hacen su aportación. Aparte de eso, ahora estoy esperando a ver qué conceptos presentará el Gobierno griego”, agregó. (Reuters)
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