13 Marzo 2015
NUEVA OBRA. Rousseff se toma fotos con trabajadores de “Puerto del Futuro”, ampliación del puerto de Río. reuters
BRASILIA.- La presidenta Dilma Rousseff ya no podrá contar más con un aliado clave en su coalición de gobierno, lo que complicará sus esfuerzos para evitar el que podría ser el periodo más escabroso de la economía brasileña en 25 años. Líderes del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el mayor dentro de la coalición de Rousseff, culpan a la mandataria por su inclusión en una investigación de dirigentes políticos involucrados en un enorme esquema de corrupción en la compañía estatal Petrobras. Legisladores del PMDB dijeron que esperan que la disputa se vuelva más sucia en las próximas semanas, lo que haría menos probable que apoyen los esfuerzos de Rousseff para recortar el déficit presupuestario de Brasil y restaurar la confianza de los inversores en una economía con problemas.
“Su aprobación será dura. Son medidas muy polémicas que afectan los derechos de los trabajadores”, aseguró Leonardo Picciani, líder del PMDB en la Cámara de Diputados, sobre las dos iniciativas que le ahorrarían al Gobierno unos 18.000 millones de reales (U$S 5.740 millones) al año al restringir el acceso a pensiones y beneficios por desempleo. “El Gobierno tendrá que convencernos de que son realmente necesarias”, insistió.
La Justicia brasileña dio a conocer una nómina de 47 políticos -casi todos oficialistas- que serán investigados por nexos con el escándalo de desvío de fondos de Petrobras. En la lista están 22 de los 513 diputados federales y 12 de los 81 senadores, entre ellos los presidentes de la Cámara Baja, Eduardo Cunha, y del Senado Federal, Renan Calheiros -segundo y tercero respectivamente en la línea de sucesión presidencial-, ambos del PMDB. Si bien pocos esperan que el PMDB rompa formalmente con el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff en los próximos meses, la abierta resistencia a sus propuestas legislativas se suma a la larga lista de problemas políticos y económicos que enfrenta la mandataria.
La economía se contraería al menos un 0,6 % este año, la inflación ya supera el 7 %, una extendida sequía ha elevado la posibilidad de un racionamiento del agua y la energía, y crece la indignación pública por el escándalo de corrupción en la petrolera que administra el Estado y se conoce como Petrobras.
El PMDB, que tiene sus orígenes en el regreso de la democracia en Brasil en la década de 1980 pero no una ideología clara, tiene más escaños en el Congreso que cualquier otro partido, incluido una cuarta parte del Senado. El vicepresidente de Rousseff, Michel Temer, también es miembro del PMDB. La reputación del partido de aliarse con el Gobierno de turno para obtener poder y beneficios está tan asumida que una revista satírica bromeó durante la reñida campaña electoral del año pasado que el PMDB apoyaría tanto a Rousseff como a Aécio Neves, el candidato opositor con el que disputó el balotaje.
Funcionarios del Gobierno han negado haber presionado al fiscal del caso Petrobras para incluir a líderes del PMDB en la lista de políticos bajo investigación por el escándalo de Petrobras. Sin embargo, desde que la lista fue divulgada, los líderes del partido han expresado su molestia con Rousseff y efectivamente bloquearon un aumento del impuesto a las remuneraciones que era clave en sus planes de austeridad. Los políticos investigados podrían enfrentar cargos y un juicio en los próximos meses y años, algo que posiblemente desate más conflictos. (Reuters-DPA)
“Su aprobación será dura. Son medidas muy polémicas que afectan los derechos de los trabajadores”, aseguró Leonardo Picciani, líder del PMDB en la Cámara de Diputados, sobre las dos iniciativas que le ahorrarían al Gobierno unos 18.000 millones de reales (U$S 5.740 millones) al año al restringir el acceso a pensiones y beneficios por desempleo. “El Gobierno tendrá que convencernos de que son realmente necesarias”, insistió.
La Justicia brasileña dio a conocer una nómina de 47 políticos -casi todos oficialistas- que serán investigados por nexos con el escándalo de desvío de fondos de Petrobras. En la lista están 22 de los 513 diputados federales y 12 de los 81 senadores, entre ellos los presidentes de la Cámara Baja, Eduardo Cunha, y del Senado Federal, Renan Calheiros -segundo y tercero respectivamente en la línea de sucesión presidencial-, ambos del PMDB. Si bien pocos esperan que el PMDB rompa formalmente con el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff en los próximos meses, la abierta resistencia a sus propuestas legislativas se suma a la larga lista de problemas políticos y económicos que enfrenta la mandataria.
La economía se contraería al menos un 0,6 % este año, la inflación ya supera el 7 %, una extendida sequía ha elevado la posibilidad de un racionamiento del agua y la energía, y crece la indignación pública por el escándalo de corrupción en la petrolera que administra el Estado y se conoce como Petrobras.
El PMDB, que tiene sus orígenes en el regreso de la democracia en Brasil en la década de 1980 pero no una ideología clara, tiene más escaños en el Congreso que cualquier otro partido, incluido una cuarta parte del Senado. El vicepresidente de Rousseff, Michel Temer, también es miembro del PMDB. La reputación del partido de aliarse con el Gobierno de turno para obtener poder y beneficios está tan asumida que una revista satírica bromeó durante la reñida campaña electoral del año pasado que el PMDB apoyaría tanto a Rousseff como a Aécio Neves, el candidato opositor con el que disputó el balotaje.
Funcionarios del Gobierno han negado haber presionado al fiscal del caso Petrobras para incluir a líderes del PMDB en la lista de políticos bajo investigación por el escándalo de Petrobras. Sin embargo, desde que la lista fue divulgada, los líderes del partido han expresado su molestia con Rousseff y efectivamente bloquearon un aumento del impuesto a las remuneraciones que era clave en sus planes de austeridad. Los políticos investigados podrían enfrentar cargos y un juicio en los próximos meses y años, algo que posiblemente desate más conflictos. (Reuters-DPA)