Tristeza y bronca entre los evacuados de Las Talitas

Los damnificados expresaron lo vivido durante los anegamientos.

06 Diciembre 2015

"Nunca nos dieron una solución"

Todos los vecinos afectados son habitantes del barrio Sibantos, ubicado entre la avenida Francisco de Aguirre y el Canal Norte. Esta zona pertenece a la jurisdicción de la Municipalidad de Las Talitas. “Nunca nos dieron una solución. El año pasado se desbordó el canal y perdimos todo; esta vez el agua entró por las calles, que eran prácticamente ríos. El canal estuvo a dos metros de desbordar, lo que podría haber agravado la situación”, se lamenta Miriam Ortega, madre de dos hijos.

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Temen por robos al dejar sus casas

Para colmo de males, los afectados por la tormenta y las casas inundadas tienen que enfrentarse con otro gran problema: los robos. “Muchos vecinos no quisieron venir (a la escuela) porque preferían quedarse a cuidar sus casas. Hay gente que se aprovecha de la situación y, como saben que nos llevan a otra parte cada vez que se inunda todo, entran a nuestros hogares y nos roban. Esto no tiene que ser así”, se lamenta Guillermo Salas.

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"Me siento como un perro abandonado"

En su mayoría, las personas afectadas viven en casillas en las inmediaciones del Canal Norte, que atraviesa la zona de Las Talitas. Miguel Ángel Suárez, de 28 años, vive con su mamá, Martina Ofelia. Ayer tenía puesto un buzo, un pantalón de jean arremangado hasta las rodillas y una gorra. Pero nada en los pies. “Llevo más de 24 horas así -dijo-. Me siento igual que un perro abandonado que no tiene para comer. Acá te chamuyan por un poco de comida -admitió- y después no aparecen más”.

"La situación siempre es la misma"

 En el rostro de los evacuados se ve la tristeza, el dolor, la impotencia. Pero sobre todo, la indignación. Dicen que están cansados de que cada vez que se desata una lluvia fuerte tienen que ser sacados de sus casas. “La situación siempre es la misma. Pedimos chapas, materiales o un terreno. No se puede seguir aquí. Las calles desaparecen y nuestras casas se llenan de agua”, dijo Ramón Ramella.

Colchones, entre pupitres del aula

En una de las aulas de la escuela El Colmenar había tres colchones en el piso mezclados entre los pupitres. Una parte del mobiliario se usaba como mesa para tomar algo caliente; y la otra como escritorios para anotar a las personas que están evacuadas. En el lugar había varios niños corriendo, mujeres desesperadas y hombres que no se callaban su bronca. Todos fueron evacuados por las consecuencias de la tormenta.

"Queremos que nos saquen de aquí"

“No queremos colchones; queremos que nos saquen de aquí”. Con esas contundentes palabras se expresó un grupo de vecinos del barrio Sibantos. Ellos padecieron las consecuencias de la tormenta que azotó a la ciudad el viernes a la noche. El agua turbia entró a sus precarias viviendas. Fue una de las zonas más afectadas por el anegamiento. En total fueron 12 familias que tuvieron que ser evacuadas.<br><br>

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