"La Liga me volvió un líder”

El titular de la FIBA vino a su provincia natal, a pasar Navidad en familia. LG Deportiva aprovechó la visita para pedirle un balance de la Liga Sudamericana de Básquet, que cumplió 20 años

EN LA GACETA. Muratore contó sobre algunos cambios que se dieron en la FIBA. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso EN LA GACETA. Muratore contó sobre algunos cambios que se dieron en la FIBA. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso
21 Diciembre 2015
La tiránica agenda de la Federación Internacional de Básquetbol (FIBA) obligará a su presidente, el tucumano Horacio Muratore, a recibir 2016 alejado de los suyos y de su provincia. “Me quedo a pasar Navidad, pero el 27 me voy. La FIBA cierra del 22 (de diciembre) hasta el 7 u 8 (de enero), porque enero y febrero es cuando más se trabaja en el norte, y debemos adaptarnos a Europa y a Estados Unidos. Ya debemos empezar con un montón de cosas; se arma de nuevo el año, que será terrible”, admitió, en referencia a cuestiones laborales, durante una entrevista que concedió a LG Deportiva.

Según precisó, durante el año que se despide se habían empezado a concretar proyectos que nacieron en 2010, referidos a cambios internos en la FIBA. Y añadió que esta materialización se intensificará durante el año que está próximo a iniciar. “Este año fue fantástico; empezamos a ejecutar, a poner en funcionamiento, todos los proyectos que teníamos. Desde 2010 venimos con un montón de cambios; hemos cambiado totalmente la estructura de la FIBA. Pensábamos que cambiarle la cabeza a las personas y decirles cuál era su nuevo rol iba a ser muy difícil, pero salvo raras excepciones, se adaptaron todos”, indicó.

A modo de ejemplo, contó que impulsaron cambios en la cabeza de la entidad. “Hicimos los estatutos más participativos. Sumamos a la mesa de discusión a todas las partes interesadas. Tenemos un buró central integrado por 26 personas -con posibilidad de designar otros tres-; pero creamos un comité ejecutivo, con nueve personas -presidente, secretario, tesorero, y otros seis-, para agilizar las decisiones”, explicó. Destacó que estos cambios significaron que los jugadores estén representados en la FIBA. “Ellos lo venían pidiendo a gritos. Fabricio Oberto representa al básquet masculino de toda América, y es el vicepresidente de esta comisión. Y el presidente, el serbio Vlade Divac, integra el buró central; y allí lleva todo lo que discuten”, dijo; y añadió que el directivo de la NBA Mark Tatum forma parte tanto del buró como del comité ejecutivo.

Que 20 años no es nada

Hace tres meses, Muratore cumplió un año como presidente de la FIBA. Llegó al cargo votado por unanimidad y por aclamación. De la conversación con LG Deportiva se desglosa que el trampolín que lo llevó a esos ámbitos fue la Liga Sudamericana de Básquet (LSB), que este año cumplió 20 años. El proyecto había comenzado a surgir cuando Muratore asumió como titular de la Confederación Sudamericana de Básquetbol (CSB), en 1993. Pero recién se comenzó a disputar en 1996. A principios de este mes se cerró su vigésima edición, cuyo campeón fue UniCEUB Brasilia -venció en la final a San Martín, de Corrientes-.

“Cuando entré como presidente (de la CSB) teníamos muchos objetivos, para las federaciones y para los clubes; y ese era uno. Hoy se consolidó muchísimo, tiene sus contratos de televisación, su marketing; se autofinancia”, celebró, orgulloso, el tucumano. Según precisó, el germen del proyecto estuvo en los clubes argentinos. “Ellos pretendían tener una instancia internacional; y surgió esta idea. Cuando la planteé me dijeron que era muy difícil, debido a la diferencia en la idiosincracia entre el norte y el sur de Sudamérica. Pero hicimos un plan de trabajo extraordinario, que implicaba visitar país por país”, recordó. Agregó que en Uruguay, en Paraguay y en Chile aceptaron gustosos; y que los clubes de Brasil presionaron a su federación para que acepte. “Pero fue muy difícil en el norte; más que nada, Colombia y Venezuela. Uno les explicaba y ellos, ni una mueca. Sin embargo, se los convenció”, dijo. Y a partir de entonces, según agregó, todo fue más sencillo y placentero. “Fue fantástico unirlos a todos y discutir entre los clubes y las federaciones de los 10 países toda la reglamentación, artículo por artículo. Eran partidos de ida y de vuelta; y la final, al mejor de cinco”, contó.

Caballito de batalla

A criterio de Muratore, la LSB lo prestigió en el mundo del básquet a nivel global. “Lograr todo eso me dio una fuerza muy grande en Sudamérica; la LSB me volvió un líder, me permitió hacer un paso a otro nivel”, señaló. De hecho, recordó que tras la primera edición había gestionado ante las entonces autoridades de la FIBA un encuentro intercontinental. “El primer campeón fue Olimpia, de Venado Tuerto; tenía un equipazo en el que jugaban el tucumano Lucas Victoriano, Alejandro Montecchia, Sebastián Uranga. Y jugaron la primera copa intercontinental, contra Panathinaikos BC (Grecia), partidos de ida y vuelta. En Rosario, ante 14.000 personas, ganó Olimpia; pero de visitante nos ganaron los dos partidos”, recordó.

Muratore explicó que el fin central de la LSB era reducir la diferencia entre los clubes de las federaciones de los distintos países. “Buscábamos achicar el desnivel deportivo y desarrollar el básquet en cada nación. Lo logramos en algunas, en aquellas cuya federación trabajó bien; pero donde no lo entendió fue imposible. Aun así, la Liga nos ha dado grandes satisfacciones”, señaló el dirigente.

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