30 Diciembre 2015
TITULAR. Jorge Roqué fue el base del equipo que se consagró en Santa Fe. la gaceta / foto de héctor peralta
El seleccionado de basquetbol juvenil de Tucumán alcanzó hace 40 años su primer y único Campeonato Argentino, jugando de visitante. Sucedió en Santa Fe, con un poderoso equipo. El torneo sirvió de vidriera para los campeones. Los 12 integrantes se convirtieron en consagrados jugadores y muchos de ellos jugaron en otras provincias. Aquel recordado seleccionado estuvo integrado por Jorge Roqué, Carlos Romano, Juan José Acotto, Héctor Zeballos, Augusto “Suri” Martín, Enrique “Tatata” Muruaga, Eduardo Gamboa, Alberto Hitos, Ricardo Obeid, Alfredo “Pichón” Rodríguez, Juan Krupoviesa y Manuel Agüero. El técnico fue Antonio Román Millán. Para revivir aquel histórico momento, LG Deportiva dialogó con el base titular del equipo, Jorge Roqué, casado y padre de tres hijos. Hoy es empleado y dirigente bancario.
- ¿Qué recuerdos te quedaron de aquel torneo?
- Fueron momentos imborrables. Logramos conformar un plantel muy competitivo, en el que cada uno trataba de cumplir de la mejor manera las indicaciones de Millán. Este título sirvió de vidriera para muchos de mis compañeros. La mayoría estábamos entre los 16 y los 18 años y muchos fuimos tentados por distintos clubes. En mi caso tuve ofertas para irme de Tucumán, pero preferí quedarme a jugar en All Boys, club en el cual me crié y alcancé casi una relación de familia. Después pasé por Huracán BB. Allí tuve de compañeros a Gustavo Flores, Rubén Solórzano, Rubén Landette, entre otros. También jugué en Caja Popular e Independiente.
- ¿Qué diferencias notas entre el basquet de antes y el actual?
- En la actualidad veo que todos corren. Es mucho más atlético. Antes había mayor destreza física y talento. En All Boys teníamos un equipo que jugaba casi de memoria con Soria, mi hermano Alberto (Roqué), el “Mocho” Enrique Ferullo y Roberto Michavila, entre otros. No entrenábamos tanto como ahora, pero practicábamos muchas variantes de juego. Además había individualidades que marcaban diferencias: Héctor Pertot, Mario Cordero, “Pepe” Muruaga (padre de “Pepito”) y Gabriel “Tompy” Díaz. A nivel nacional hubo dos bases que me impactaron mucho. Uno de ellos fue Alberto Pedro “Mago” Cabrera, y otro el santiagueño Miguel Alberto Cortijo. Tuve la suerte de jugar contra ellos en algún torneo y eran realmente dos jugadores excelentes.
- ¿Qué recuerdos te quedaron de aquel torneo?
- Fueron momentos imborrables. Logramos conformar un plantel muy competitivo, en el que cada uno trataba de cumplir de la mejor manera las indicaciones de Millán. Este título sirvió de vidriera para muchos de mis compañeros. La mayoría estábamos entre los 16 y los 18 años y muchos fuimos tentados por distintos clubes. En mi caso tuve ofertas para irme de Tucumán, pero preferí quedarme a jugar en All Boys, club en el cual me crié y alcancé casi una relación de familia. Después pasé por Huracán BB. Allí tuve de compañeros a Gustavo Flores, Rubén Solórzano, Rubén Landette, entre otros. También jugué en Caja Popular e Independiente.
- ¿Qué diferencias notas entre el basquet de antes y el actual?
- En la actualidad veo que todos corren. Es mucho más atlético. Antes había mayor destreza física y talento. En All Boys teníamos un equipo que jugaba casi de memoria con Soria, mi hermano Alberto (Roqué), el “Mocho” Enrique Ferullo y Roberto Michavila, entre otros. No entrenábamos tanto como ahora, pero practicábamos muchas variantes de juego. Además había individualidades que marcaban diferencias: Héctor Pertot, Mario Cordero, “Pepe” Muruaga (padre de “Pepito”) y Gabriel “Tompy” Díaz. A nivel nacional hubo dos bases que me impactaron mucho. Uno de ellos fue Alberto Pedro “Mago” Cabrera, y otro el santiagueño Miguel Alberto Cortijo. Tuve la suerte de jugar contra ellos en algún torneo y eran realmente dos jugadores excelentes.
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