Se miran de reojo

Tras la largada, los principales candidatos analizaron sus posibilidades y las de sus rivales

DIFERENTE. Robby Gordon no necesita presentación. Aunque cambió el Hummer por un Gordini modificado, el estadounidense conserva el color naranja y el histrionismo que lo identifican en cada edición. telam DIFERENTE. Robby Gordon no necesita presentación. Aunque cambió el Hummer por un Gordini modificado, el estadounidense conserva el color naranja y el histrionismo que lo identifican en cada edición. telam
03 Enero 2016
BUENOS AIRES.- “Estamos acá para ganar otra vez. Prometo hacer todo mi esfuerzo para ello”. Así de claro fue el aviso de Nasser Al Attiyah, quien a bordo de su Mini intentará defender en esta 38ª edición del Rally Dakar la corona obtenida en la categoría Autos el año pasado. El príncipe qatarí marcó el cuarto mejor tiempo en el prólogo de ayer, por lo que esa será su posición de largada hoy en el primer especial, que unirá Buenos Aires con Villa Carlos Paz.

Al Attiyah no sorprendió al señalar como principales rivales a sus compañeros de equipo (Orlando Terranova, Joan Roma y Mikko Hirvonen) y al equipo Toyota (con Giniel de Villiers como principal exponente), pero sí al excluir a Peugeot.

“Aún no está para ganar el Dakar, se necesitan muchos años. Es un buen equipo pero todavía es nuevo”, sentenció, a pesar de que el equipo francés llega con caballería pesada: Stéphane Peterhansel (máximo ganador del Dakar), Carlos Sainz (campeón en 2010), Cyril Després y Sébastien Loeb, debutante pero con nueve títulos mundiales de rally en el currículum.

Más diplomático al respecto fue “Nani” Roma. “Peugeot ha mejorado y será un duro rival”, aseguró el catalán, a quien el sueño de defender el título conquistado en 2014 le duró apenas 10 kilómetros en 2015, antes de tener que abandonar por un desperfecto. “La segunda semana va a ser más difícil, más dura, con mucha arena, arena blanda, toda la parte de Fiambalá, pero lo bueno o malo será para todos igual”, analizó “Nani”.

Extrañarán el desierto
La ausencia de Perú y Chile en el trazado, por las renuncias de ambos países a tomar parte en la competencia, fue una mala noticia para todos (“extrañamos un poco las dunas”, aceptó Al Attiyah), pero por sobre todo para Peugeot, que había preparado a sus buggy específicamente para hacerse fuertes en la arena. Ya sin el desierto de Atacama ni las dunas peruanas, el equipo francés debió realizar modificaciones contrarreloj. “La ruta no es la mejor para este buggy. No hay mucho desierto ni dunas, pero haremos lo mejor posible. Es un poco temprano para una victoria con este auto, pero buscaré el podio”, se atajó Peterhansel luego de la largada.

Sainz también se mostró cauteloso. “Correr con un auto de dos ruedas motrices es un doble reto”, señaló el español, aunque aclaró que las perspectivas son buenas: “confío en que estamos mucho mejor preparados que el año pasado. La estrategia tiene que ser esperar a la segunda semana, que seguramente será más favorable para nosotros porque hay más dificultades”.

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