15 Enero 2016
BEIRUT.- Nuevos convoyes de ayuda llegaron ayer a las localidades sitiadas sirias de Madaya, Fua y Kefraya, donde hay unas 60.000 personas atrapadas con riesgo de morir de hambre después de varios meses de asedio. El ingreso de la ayuda humanitaria a las tres localidades sitiadas marca un buen precedente de cara a las negociaciones de paz que tendrán lugar en la ciudad suiza de Ginebra y que incluirá por primera vez a todas las potencias involucradas en el conflicto sirio, entre ellas Estados Unidos, Arabia Saudita, Rusia e Irán.
Un total de 44 camiones llegaron a Madaya, situada al noroeste de Damasco, mientras que otros 17 accedieron a Fua y Kefraya, en la provincia norteña de Idleb, informó el portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Siria, Pawel Krzysiek. “La ayuda que transportan es sobre todo harina para repartir entre la población”, indicó la fuente, que agregó que posiblemente se organice un tercer envío para el próximo domingo.
Este es el segundo cargamento que entra esta semana en esas tres ciudades sirias, después del organizado el pasado lunes por el CICR, la ONU y la Media Luna Roja Siria.
Por el momento se desconoce cuándo se producirá la evacuación de más de 400 enfermos de Madaya que necesitan atención médica urgente. Según Médicos Sin Fronteras (MSF), al menos 28 personas murieron de hambre desde el pasado 1 de diciembre en el hospital de la urbe, que recibe apoyo de esta ONG. El jefe humanitario de la ONU, Stephen O’Brien, advirtió recientemente de que cientos de personas debían ser evacuadas inmediatamente de Madaya para recibir atención médica o, de lo contrario, podrían fallecer.
Madaya sufre el asedio del régimen sirio y de su aliado, el grupo chiita libanés Hezbollah, desde julio pasado, mientras que Fua y Kefraya, de mayoría chiita, también llevan cercadas desde hace meses por el Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda. El CICR calcula que puede haber unas 40.000 personas atrapadas en Madaya y unas 20.000 en total en los dos pueblos de predominio chiita. En la última semana, las imágenes de adultos y menores desnutridos difundidas por activistas en Madaya lograron una gran repercusión mediática dentro y fuera de Siria. Numerosas organizaciones multiplicaron sus llamamientos para que se ponga fin a todos los asedios en el país árabe y el lunes el Consejo de Seguridad de la ONU celebró una reunión a puertas cerradas para abordar la situación en Madaya. Además, la oposición siria sumó a sus demandas para sentarse a negociar con el régimen en la conferencia de Ginebra, cuyo inicio está previsto el próximo 25 de enero, que se acabe con los cercos a zonas y ciudades. El líder opositor Jaled Joya, presidente de la principal alianza política de la oposición, la Coalición Nacional Siria (Cnfros), manifestó ayer en un comunicado su disposición a acudir a la reunión en la ciudad suiza “si se adoptan pasos para crear un ambiente propicio” para el diálogo. (Télam)
Un total de 44 camiones llegaron a Madaya, situada al noroeste de Damasco, mientras que otros 17 accedieron a Fua y Kefraya, en la provincia norteña de Idleb, informó el portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Siria, Pawel Krzysiek. “La ayuda que transportan es sobre todo harina para repartir entre la población”, indicó la fuente, que agregó que posiblemente se organice un tercer envío para el próximo domingo.
Este es el segundo cargamento que entra esta semana en esas tres ciudades sirias, después del organizado el pasado lunes por el CICR, la ONU y la Media Luna Roja Siria.
Por el momento se desconoce cuándo se producirá la evacuación de más de 400 enfermos de Madaya que necesitan atención médica urgente. Según Médicos Sin Fronteras (MSF), al menos 28 personas murieron de hambre desde el pasado 1 de diciembre en el hospital de la urbe, que recibe apoyo de esta ONG. El jefe humanitario de la ONU, Stephen O’Brien, advirtió recientemente de que cientos de personas debían ser evacuadas inmediatamente de Madaya para recibir atención médica o, de lo contrario, podrían fallecer.
Madaya sufre el asedio del régimen sirio y de su aliado, el grupo chiita libanés Hezbollah, desde julio pasado, mientras que Fua y Kefraya, de mayoría chiita, también llevan cercadas desde hace meses por el Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda. El CICR calcula que puede haber unas 40.000 personas atrapadas en Madaya y unas 20.000 en total en los dos pueblos de predominio chiita. En la última semana, las imágenes de adultos y menores desnutridos difundidas por activistas en Madaya lograron una gran repercusión mediática dentro y fuera de Siria. Numerosas organizaciones multiplicaron sus llamamientos para que se ponga fin a todos los asedios en el país árabe y el lunes el Consejo de Seguridad de la ONU celebró una reunión a puertas cerradas para abordar la situación en Madaya. Además, la oposición siria sumó a sus demandas para sentarse a negociar con el régimen en la conferencia de Ginebra, cuyo inicio está previsto el próximo 25 de enero, que se acabe con los cercos a zonas y ciudades. El líder opositor Jaled Joya, presidente de la principal alianza política de la oposición, la Coalición Nacional Siria (Cnfros), manifestó ayer en un comunicado su disposición a acudir a la reunión en la ciudad suiza “si se adoptan pasos para crear un ambiente propicio” para el diálogo. (Télam)
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