02 Junio 2016
OBRAS. Una de las cisternas que se construye para provisión de agua.
Poner en práctica proyectos que tengan en cuenta el cambio climático, el desarrollo forestal, una arquitectura sustentable, la captación, el turismo campesino y el aprovechamiento del agua es posible por más pequeña que sea una comunidad.
Un ejemplo claro de esta tendencia se encaró en la comuna de El Puestito, ubicada en el departamento de Burruyacú. Esa porción geográfica posee una extensión de casi 500 kilómetros cuadrados, rodeados de montañas y bosques de yungas, con una población aproximada de 1.700 personas.
Sobre esa base, un grupo interdisciplinario de especialistas de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) definió como objetivo el impulso al turismo rural en la zona. Además, hay otras metas paralelas como el manejo de residuos, horticultura, preservación del bosque, viverismo y cultivos de especies autóctonas, entre otras.
El grupo se denomina Centro de Estudios Territoriales Ambientales y Sociales (Cetas) y está encabezado por el doctor en Física Carlos Kirschbaum.
El trabajo comenzó con la evaluación y el debate con los propios lugareños en 2006 y siguió de manera progresiva año a año. El objetivo -dijo Kirschbaum- es preservar el medio ambiente promoviendo capacidades propias de la población, introducir tecnologías amigables con el ambiente, ejecutar obras de infraestructura y diversificación agrícola que fortalezcan las economías familiares, contribuir a preservar el patrimonio natural y cultural.
Uno de los principales problemas que plantearon los vecinos fue la provisión de agua para consumo humano. Los pobladores de El Puestito reciben una o dos veces por semana agua provista por pozos, pero es insuficiente para atender las necesidades básicas sin considerar las demandas para riego de huertas y animales de granja.
En los sectores más elevados como en Las Higueras y Puestito de Arriba la provisión de agua se realiza mediante una toma desde el río Los Ranchos, con una distribución domiciliaria por medio de cañerías plásticas. Sin embargo, la provisión se interrumpe con frecuencia debido a defectos en la captación, problemas de presión, la creciente del río, las roturas de las cañerías, entre otros.
Comenzó la construcción de dos cisternas con capacidad para 120.000 litros de agua. La obra se ejecuta con financiamiento del Programa de Desarrollo Rural Incluyente (Proderi) promovido por la Unidad de Cambio Rural (UCAR) del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de La Nación, mediante convenio con la Universidad Nacional de Tucumán (UNT).
Un ejemplo claro de esta tendencia se encaró en la comuna de El Puestito, ubicada en el departamento de Burruyacú. Esa porción geográfica posee una extensión de casi 500 kilómetros cuadrados, rodeados de montañas y bosques de yungas, con una población aproximada de 1.700 personas.
Sobre esa base, un grupo interdisciplinario de especialistas de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) definió como objetivo el impulso al turismo rural en la zona. Además, hay otras metas paralelas como el manejo de residuos, horticultura, preservación del bosque, viverismo y cultivos de especies autóctonas, entre otras.
El grupo se denomina Centro de Estudios Territoriales Ambientales y Sociales (Cetas) y está encabezado por el doctor en Física Carlos Kirschbaum.
El trabajo comenzó con la evaluación y el debate con los propios lugareños en 2006 y siguió de manera progresiva año a año. El objetivo -dijo Kirschbaum- es preservar el medio ambiente promoviendo capacidades propias de la población, introducir tecnologías amigables con el ambiente, ejecutar obras de infraestructura y diversificación agrícola que fortalezcan las economías familiares, contribuir a preservar el patrimonio natural y cultural.
Uno de los principales problemas que plantearon los vecinos fue la provisión de agua para consumo humano. Los pobladores de El Puestito reciben una o dos veces por semana agua provista por pozos, pero es insuficiente para atender las necesidades básicas sin considerar las demandas para riego de huertas y animales de granja.
En los sectores más elevados como en Las Higueras y Puestito de Arriba la provisión de agua se realiza mediante una toma desde el río Los Ranchos, con una distribución domiciliaria por medio de cañerías plásticas. Sin embargo, la provisión se interrumpe con frecuencia debido a defectos en la captación, problemas de presión, la creciente del río, las roturas de las cañerías, entre otros.
Comenzó la construcción de dos cisternas con capacidad para 120.000 litros de agua. La obra se ejecuta con financiamiento del Programa de Desarrollo Rural Incluyente (Proderi) promovido por la Unidad de Cambio Rural (UCAR) del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de La Nación, mediante convenio con la Universidad Nacional de Tucumán (UNT).
NOTICIAS RELACIONADAS