Están cambiando las pautas de consumo

El mundo tiene necesidades alimenticias cada vez mayores, ya que esta crece a medida que aumenta la población mundial.

Se calcula que la población mundial será mayor a los 9.000 millones de personas en algo más de 25 años y que las necesidades de producción de alimentos se incrementarán en un 70%, para poder alimentar a todos los habitantes.

Para esto no cabe duda que es necesario poder agudizar el ingenio para lograr, de alguna manera, incrementar, primero, la capacidad de las tierras de cultivo para que su producción por unidad de superficie sea mayor. Para ello, el hombre de campo dispone de diferentes herramientas tecnológicas que ayudarán a dar este gran paso.

En segundo lugar, ver la posibilidad de sumar nuevas tierras, que cada vez son menos, si es que pretendemos cuidar el medio ambiente en zonas que nunca fueron explotadas o lograr que tierras ya inservibles sean recuperadas para desarrollar una nueva actividad agropecuaria.

Pero no toda la necesidad de producir más pasa por lo alimenticio, sino que el hombre también quiere satisfacer otras necesidades no primarias como el alimento, y lograr, a través del consumo, un bienestar que no lo dan los alimentos.

Hoy, el mundo debe lograr no solo producir los alimentos básicos, sino también otros bienes en los cuales el hombre está dispuesto a pagar para consumirlos.

Desarrollo sustentable

Pero para lograr esto, es sin duda necesario producir cuidando el medio ambiente circundante, con lo que muchos especialistas y técnicos dedicados a la producción denominan desarrollo sustentable.

En el mundo actual, el cuidado del medio ambiente es primordial y es más importante que la producción misma, por lo que el sector productivo mundial está trabajando, desde hace bastante tiempo, en lograr un manejo (de los campos) que lleve al desarrollo sustentable para mejorar la calidad de vida de los habitantes, pero orientado a obtener una mayor capacidad de lograr satisfacer sus necesidades.

El ser humano busca de manera permanente el cambio de lo que consume, ya que a medida que pasa el tiempo los cambios en el tipo de consumo existen y, por ello, el desarrollo sustentable debe ir adaptándose a esos cambios. Cada ser humano demanda una casa, una heladera, un auto que utiliza combustibles fósiles, prefiere comer proteínas o utilizar aceites en lugar de cereales u hortalizas.

A este ritmo, si sigue incorporándose una parte importante de la población mundial a estos estándares de consumo, necesitaríamos muchos planetas para satisfacer estas demandas.

Las demandas

En la actualidad, la necesidad de consumo de la sociedad hizo que la actividad agropecuaria se encamine por otros rumbos en los que aparecieron temas vinculados con los agronegocios, como la utilización de diferentes plantas que se utilizan como biorreactores, y no sólo producen alimentos (proteínas, hidratos de carbono o fibras), sino variadas formas de energía, enzimas industriales, plásticos o medicinas.

Energías e industrias “limpias”

En consecuencia, estamos frente a pequeñas “plantas industriales” o una “industria verde” que utiliza energías limpias y renovables, como la solar, donde las hojas son una especie de eficientes “paneles”.

Estas “fábricas” tienen diseños originales que vienen en un chip, que es la semilla, y que determinan las características de ellas; en lugar de tener chimeneas y emitir gases, consumen el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera.

Se afirma que estamos cada día más cerca de tener una nueva generación de industrias que reemplacen paulatinamente a las heredadas de la Revolución Industrial.

Será, de alguna manera, la “industrialización de lo rural”, con nuevos productos más abundantes, más baratos, de mayor calidad y cuya producción tengan mucho menos impacto sobre el medio ambiente.

Adaptación pública

Sin dudas, estas tendencias ponen en el centro de la escena al Estado y su capacidad de adaptarse a este nuevo paradigma.

De su calidad e inteligencia dependerá que este proceso produzca bienestar amplio y sin fronteras.

Los cambios que la sociedad viene imponiendo a las actividades agroproductivas e industriales necesitan de los aportes invalorables de la tecnología, pero a la vez de decisiones políticas y empresariales consensuadas y que miren al futuro en el mediano y largo plazo.

El aumento poblacional y la mejora en su capacidad económica de muchísimos habitantes en diversas partes del mundo, generó un cambio en las necesidades de consumo que son permanentes, por lo que el sistema productivo agro industrial debe seguir adaptándose a estos cambios, en procura de lograr satisfacer las necesidades de consumo del hombre.

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