Cerisola admitió que autorizó la entrega de una casa de Horco Molle a un camarista federal

"No me voy a hacer el desentendido; es posible que casos como el de Wayar a la orden la haya dado yo", confesó el ex rector de la UNT.

JUAN ALBERTO CERISOLA / ARCHIVO LA GACETA JUAN ALBERTO CERISOLA / ARCHIVO LA GACETA
20 Septiembre 2016
En el mes de junio, LA GACETA publicó que al menos la mitad de las viviendas que la UNT tiene en Horco Molle están ocupadas por personas que no pagan. Se trata de un complejo de 36 casas (dos están inhabilitadas por el deterioro) que se construyeron a mediados de 1950. Estas viviendas iban a formar parte de la Ciudad hospital que también preveía la construcción de un hospital de Clínicas. El proyecto quedó trunco con el derrocamiento de Juan Domingo Perón en el año 55. 
El informe -al que accedió LA GACETA tiempo atrás- da cuenta de casas cedidas sin ningún instrumento del Rectorado que lo habilite, en el que aparecen nombres de funcionarios universitarios, un sindicalista, un camarista federal, docentes, no docentes y dependencias que forman parte de la estructura de la universidad. 
Un informe de 2014 que se le envió a la rectora, Alicia Bardón, desde la DGRU remarcó que el hecho de tener “inquilinos” que no pagan le generó una pérdida de $ 375.000 a la UNT sólo en 2013. 
Varios meses después del escándalo, el ex rector de la Universidad Nacional de Tucumán, Juan Cerisola, reconoció que pudo haber ordenado durante su mandato dar casas a distintas personas. 
"No me voy a hacer el desentendido. ¿Usted cree que el rector anda asignando casas? Hay un secretario en el área, un subsecretario, un director, a veces pueden preguntar y a veces no. Yo me sorprendí de leer ciertos nombres que ocupaban una casa... Es posible que casos como el de Wayar o Antolini la orden la haya dado yo, pero en muchos casos son decisiones de las personas de la línea, que tengo que saber yo de esas casas", le dijo a LA GACETA el ex rector durante una entrevista que mantuvo con este diario. Y agregó: "distinto pasó con las casas de San Javier porque iba seguido y veía a algunas personas y preguntaba quiénes eran. He pedido el desalojo de varios allí durante mi mandato".
En una nota de LA GACETA se informaba que la casa N°26 está a nombre de Ernesto Wayar, vocal de la Cámara Federal de Apelaciones y docente de en dos cátedras en la UNT, una de ellas Contratos. También aparece como deudor de la mensualidad por la vivienda que ocupa desde hace varios años. Wayar reconoció que no estaba al tanto de la situación de la casa y que cuando salió la primera nota de este diario en junio se preocupó y les solicitó a sus hijas que se ocuparan de la situación. “La casa se devolvió y se ofreció cancelar cualquier deuda que hubiese (...) era un desorden eso y jamás se me dijo a mí (lo que debía), pero asumo mi responsabilidad”, reiteró. 
En tanto, la casa N°3 tiene como ocupante a Luis Antolini, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles y actual consejero superior egresado (suplente). Reconoció que posee la vivienda desde hace tres años, pero dijo que siempre pagó el alquiler. Sin embargo, en los registros de la Dirección General de Residencias Universitarias (DGRU) figura una carta documento fechada el 19 de diciembre de 2014 en la que se intima a Antolini para que en un plazo de 10 días devuelva las llaves y desaloje la vivienda. También hay un descargo de febrero de 2015 en el que el ingeniero solicita ocho meses de plazo para desalojar y se compromete a pagar los alquileres correspondientes. 

Varios meses después del escándalo de las viviendas que la Universidad Nacional de Tucumán tiene en Horco Molle y que, en algunos casos, estaban ocupadas por personas que no pagaban, el ex rector, Juan Alberto Cerisola, reconoció que durante su mandato ordenó la entrega de algunas casas a particulares. Una de ellas fue para el vocal de la Cámara Federal de Apelaciones y docente en dos cátedras en la UNT, Ernesto Wayar

"No me voy a hacer el desentendido. ¿Usted cree que el rector anda asignando casas? Hay un secretario en el área, un subsecretario, un director, a veces pueden preguntar y a veces no. Yo me sorprendí de leer ciertos nombres que ocupaban una casa... Es posible que casos como el de (el camarista federal Ernesto) Wayar o de (el presidente del Colegio de Ingenieros Civiles Luis) Antolini la orden la haya dado yo, pero en muchos casos son decisiones de las personas de la línea, qué tengo que saber yo de esas casas", le dijo a LA GACETA.

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Además, durante una entrevista que mantuvo con este diario, el ex rector agregó: "distinto pasó con las casas de San Javier, porque iba seguido y veía a algunas personas y preguntaba quiénes eran. He pedido el desalojo de varios allí durante mi mandato".

En junio, LA GACETA publicó que había casas que habían sido cedidas sin autorización oficial del Rectorado. En la lista aparecían los nombres de funcionarios universitarios, de un sindicalista, de un camarista federal, de docentes, no docentes y dependencias que forman parte de la estructura de la universidad. 

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Un informe de 2014 que se le envió a la rectora, Alicia Bardón, desde la DGRU remarcó que el hecho de tener “inquilinos” que no pagan le generó una pérdida de $ 375.000 a la UNT sólo en 2013. Tanto Ernesto Wayar como Luis Antolini ya no ocupan las casas de Horco Molle.

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