La falta de pavimento es un dolor de cabeza en el Smata II

En las calles de ripio se forman grandes cráteres. Reclamos que no fueron escuchados.

PELIGRO PARA LOS VEHÍCULOS. Por culpa de los pozos son permanentes las roturas del tren delantero.LA GACETA / LUIS CAZZULLO VÍA MÓVIL. PELIGRO PARA LOS VEHÍCULOS. Por culpa de los pozos son permanentes las roturas del tren delantero.LA GACETA / LUIS CAZZULLO VÍA MÓVIL.
09 Marzo 2017
En la esquina donde se cruzan las calles Vicente Gallo y Benigno Vallejo (barrio Smata II) se formaron grandes cráteres. Según los vecinos, por culpa de esos pozos la línea 12 modifica el recorrido, debido a los numerosos golpes que sufren los vehículos. “Toda la zona está así, el 12 tiene que cambiar constantemente de recorrido. Antes pasaba por acá, ahora pasa a una cuadra. Si sigue moviéndose va a dejar de circular por este barrio”, advirtió Hugo Carabajal, comerciante de la cuadra.

El hecho de subirse al colectivo, según Patricio Dangelo -residente del barrio-, es una aventura. “Me hace acordar a un juego de cuando éramos chicos, al gusano loco. Se mueve así, pero a dos (kilómetros) por hora viajamos”, ironizó.

Los cráteres se forman a causa de las constantes lluvias y de la gran cantidad de autos que circulan por la esquina. Verónica Alfaro, otra vecina, comentó que sólo vio tres veces en el año la máquina que aplana la calle. Para quienes tienen vehículos, como Silvia Abella, es un gran problema: “mi auto, cuando pasa por la esquina, suena todo el tiempo. Me rompe la parte de abajo. Todos prefieren dar una vuelta entera antes que salir por ahí”.

Las denuncias por el estado de las calles en el Smata II se remontan a los tiempos en que Domingo Amaya era intendente de San Miguel de Tucumán. Alejandro Santos, encargado de una farmacia del barrio, muchas veces llevó firmas y notas al municipio. “En su momento llegamos a juntar más de 100 firmas pero no nos escucharon -narró-. También nos preocupan las calles que están pavimentadas, porque están mal hechas. Nunca vino un ingeniero a controlar, mandan la máquina pero nadie revisa el trabajo. Entonces cada vez que pasa el colectivo rompe la calle”.

La empresa que tiene la concesión de la línea 12, Cerro Pozo U.T.E, negó el cambio de recorrido que mencionaron los vecinos. Un vocero de la firma señaló como principal culpable al municipio. Comentó que la empresa es la que debe reparar las calles: “cada vez que se puede se le paga a la máquina aplanadora y se lleva el ripio. Lo hacemos constantemente porque también se rompen nuestros coches”.

El subsecretario de Obras Públicas de la capital, Atilio Belloni, negó la versión de la línea 12: “no pasan nada, no tienen máquinas”. El funcionario argumentó que las lluvias evitan que se pueda trabajar en la cuadra: “yo no puedo pasar la máquina donde hay agua porque lo único que haría sería amasar barro y dejarla en peor estado”.

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