Francisco Maximiliano Ruoti vivió de todo en los últimos 20 años. Fue empleado de comercio de una tienda internacional que de un día para el otro cerró sus puertas. A partir de ese momento, comenzó a probar suerte en diferentes actividades hasta que, sin que se conociera muchos detalles, encontró una que lo transformó en millonario. Hoy está encerrado en un calabozo de la Policía Federal en Santiago del Estero esperando que se defina su situación procesal.
Los allegados, que prefieren mantenerse en el anonimato por temor a recibir represalias, cuentan que cuando se quedó sin trabajo comenzó a vender muebles y otros elementos. “Era un chico como cualquier otro de Villa 9 de Julio. Comenzó a crecer cuando empezó a prestar plata. Primero tenía una pequeña cartera que fue ampliando rápidamente. Después se extendió y creó financieras en distintas provincias. Siempre pensábamos que ese era su negocio, pero después nos enteramos lo que estaba haciendo”, explicó Hugo.
“Era un chico común y corriente. Después le fue muy bien en su negocio y comenzó a crecer. Después nos enteramos que se había ido a vivir a Yerba Buena, pero jamás nos imaginamos que podría haberse dedicado a algo así”, comentó Carlos Jiménez, un vecino del barrio.
Los investigadores calificaron a Ruoti como un “bicho”. Y lo catalogaron así porque representa a los supuestos narcos que se manejan en la calle con mucho cuidado para evitar ser descubierto. “Lo atrapamos porque estábamos investigando a un transa importante de Santiago que le compraba a él. No fue sencillo investigarlo porque casi no hablaba por teléfono”, destacó una fuente de la investigación.
El bajo perfil que cultivaba Ruoti se nota en su forma de vida. La casa que tiene en Yerba Buena es una especie de fortaleza que se construyó para que nadie pudiera observar lo que ocurría adentro. Su Facebook, por ejemplo, no tiene imágenes suyas y sus amigos no compartieron fotografías que le permitieran conocer su identidad. Al parecer, hacía lo mismo con sus cuentas y bienes. Pese a que ya fue detenido hace un mes, los pesquisas todavía no pueden descubrir la pista del dinero que habría obtenido en el negocio ni los vehículos que aparecen a su nombre.
Cómo habría operado la banda
1. Los pesquisas creen que la organización habría adquirido la cocaína en Bolivia a grupos narcos que tienen redes internacionales.
2. La organización, según los investigadores, ingresaba la droga por Orán y desde allí la trasladaba hasta nuestra provincia.
3. El grupo que sería dirigido por el empresario habría distribuido la cocaína en esta provincia, Santiago del Estero, Córdoba y Buenos Aires.
4. Los investigadores todavía no pudieron confirmar qué hacían con el dinero del negocio. Varias financieras quedaron bajo la lupa de los pesquisas.
Investigan un posible contacto con los mexicanos del cártel del golfo
Peritos de la Policía Federal tomaron fotos y muestras de los panes de cocaína que le secuestraron el 6 de octubre a la banda que estaría liderada por Francisco Maximiliano Ruotti. El fiscal federal Pedro Simón observó que la droga tenía un delfín como sello. Esa marca, según los pesquisas, pertenece al Cártel del Golfo, organización mexicana que está radicada en Bolivia y que tiene redes de narcotráfico a nivel internacional. Hasta el momento, surgieron indicios de que el grupo le compraba la droga a ellos, pero no descartan que los tucumanos hayan trabajado con los mexicanos haciendo ingresar la cocaína al país y luego distribuyéndola en al menos cuatro provincias. Para los investigadores, esa sería una de las razones por la que no se les podrían encontrar los activos a los miembros de la organización.