“Tony”, el narco condenado que pretendía ser delegado comunal

El sospechoso de ser uno de los líderes de la organización era fanático de las carreras de caballos y uno de sus hobbies era cultivar rosas.

BURRUYACU. CAPTURA DE MAPS BURRUYACU. CAPTURA DE MAPS
10 Noviembre 2017

Su nombre es conocido en la ciudad, donde muchos le atribuyen fama de “pesado”. Hijo de un vecino de Burruyacu, “Tony” regresó a la localidad de El Puestito con la idea de transformarse en el delegado comunal de ese lugar.

El sospechoso de liderar una banda que se habría dedicado al tráfico de drogas a nivel internacional, según confirmaron algunos vecinos, pertenecía al oficialismo provincial y en las últimas elecciones apoyó la lista oficialista. Contaron que en la puerta de su casa colocaron un pasacalles y, una vez conocidos los resultados, lo retiraron. Varios testigos indicaron que tenía gente que lo acompañaba y que hasta usaba camisetas o remeras de color rojo.

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“Es conocido en el departamento, pero no tengo trato con él y tampoco lo apoyé como precandidato a ocupar ese cargo”, aclaró Jorge Leal (h), intendente de Burruyacu, después de que algunas versiones lo vincularan con el sospechoso.

El funcionario señaló, además, que “Tony” no es de su línea política. “Nunca tuve trato con él. Soy un intendente joven, que lo único que piensa es en seguir trabajando por el bien de su pueblo”, explicó a LA GACETA.

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“Tony” había construido una casa de campo en El Puestito. La vivienda, de estilo rural, es conocida por los habitantes por dos razones. En una parte tiene un importante espacio reservado a los premios e imágenes de los caballos con los que había participado en los festivales de carreras cuadreras. “Era un fanático. Le gustaban mucho los ‘burros’, pero no el hipódromo. A ese lugar concurría cuando había encuentros especiales”, aseguró una fuente.

Los pesquisas también reconocieron que era famoso por la plantación de rosas que había montado al frente de su vivienda. “La verdad es que eran muy hermosas, no sólo por su colorido, sino también por su tamaño”, destacó un investigador.

La vida de “Tony” cambió en los últimos tiempos. Después de haber estado en prisión, muy pocos sabían de su vida. En 2013, según la información a la que accedió LA GACETA, se habría inscripto en la AFIP como monotributista para poder realizar compras al por mayor y minoristas de mercaderías para quioscos, entre otras actividades referidas al rubro.

Los investigadores creen que el hombre no hacía nada al azar. Y su intención de ser delegado era para tener mayor control en una zona donde se detectaron varios vuelos narcos en los últimos años.

Tres casos anteriores

Este es el cuarto dirigente político que queda pegado a una causa de droga. Julio César Trayán, ex empleado del legislador Ramón Santiago Cano, se encuentra detenido, acusado de integrar una banda que se dedicaba al tráfico a nivel nacional.

Antes de que recupera la libertad por su polémica fuga de la comisaría de Delfín Gallo, José Antonio “Pico” Peralta, acusado de dirigir una organización que se habría dedicado al narcomenudeo, confesó que trabajó hasta 2015 como empleado del bloque alperovichista del Concejo Deliberante, cuando ya tenía un pedido de captura en su contra.

El último que aparece en la lista es Francisco Maximialiano Ruoti, el supuesto líder narco que podría haber obtenido hasta $ 3 millones semanales a partir del tráfico de sustancias. Fue candidato a legislador por el partido Comunidad Organizada, que en las elecciones de 2011 sumó votos para el Frente para la Victoria y, en las de 2015, para el Acuerdo por el Bicentenario.

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