Irregularidades en torno del Instituto de la Vivienda

La mitología griega cuenta que Zeus quería vengarse de Prometeo por haber robado el fuego a los dioses y dárselo a los humanos. Le presentó al hermano de este, Epimeteo, una mujer llamada Pandora, con quien este se casó. Como regalo de bodas, Pandora recibió una tinaja que no debía abrir, pero la curiosa dama desoyó el consejo. La abrió y salieron de su interior todos los males del mundo. La caja de Pandora parece haberse abierto el año pasado en el Instituto Provincial de la Vivienda y Desarrollo Urbano (Ipvdu) y no han cesado desde entonces de salir casos de irregularidades que la Justicia, con llamativa lentitud comenzó a investigar.

En nuestra edición dominical, informamos que el 4 de abril pasado, el Ipvdu presentó una denuncia penal en la Fiscalía de Instrucción N° 11 para que investigara la probable comisión del delito de estafa en las 250 viviendas financiadas por el Estado en Villa Carmela y que iban a ser destinadas a familias de pocos recursos, y fueron puestas a la venta al día siguiente de su entrega provisoria. Aparecieron avisos de venta que ofrecían ganancias superiores al 1.000%.

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En nuestra edición del miércoles informamos que la interventora del Ipvdu había dejado sin efecto una resolución de 1995 que la autorizaba a disponer del 20% de los techos para supuestos especiales. La facultad que había sido establecida en 1995 con el fin de dar respuesta a quienes estaban en una situación de emergencia, fue dada de baja mediante la resolución N° 1.140/18 del 23 de marzo pasado. Por otro lado, el Ipvdu se incorporará al Sistema de Gestión de Beneficiarios por el cual se efectúa un entrecruzamiento de datos con diferentes instituciones públicas, como la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). Se supone que ello permitirá detectar casos de incumplimiento de los requisitos del Fondo Nacional de la Vivienda y evitar el clientelismo.

La Justicia penal abrió en los últimos meses varias causas relacionadas con anomalías detectadas en el Ipvdu, entre ellas una ligada a una investigación de “Panorama Tucumano”, el ciclo televisivo de LA GACETA, que derivó en la cesantía de Miguel Jiménez Augier, ex coordinador de Políticas Habitacionales de esa repartición.

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“Filman a un agente del Ipvdu cuando intenta vender una casa. Los simuladores grabaron conversaciones y videos, e, incluso, mantuvieron una reunión en la repartición pública donde el vendedor cumplía funciones. La operación montada para reunir pruebas derivó en la captura del agente”, señalaba una crónica de LA GACETA del 25 de marzo pasado, que fue un mes movido para el organismo. Algunos titulares de nuestro diario fueron: “Cansados de las demoras, emplazaron al Ipvdu” (20/3); “Vecinos reclamaron frente al Ipvdu las casas que les prometieron en Villa Carmela en 2015” (19/3), “El IPV desmiente la entrega de casas sociales” (18/3); “Aprehendieron a un empleado del Ipvdu por su presunta intermediación en la oferta de una casa” (4/3).

Las denuncias que se vienen realizando en los últimos tiempos, no hacen más que confirmar los constantes rumores de irregularidades que circulan desde hace muchos años entorno del Ipvdu. La escasa o nula predisposición de las autoridades y de la Justicia para investigar contribuyó a que estas anomalías no salieran antes a la luz. Al parecer, la caja de Pandora seguirá ventilando nuevas sorpresas.

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