En un clima inhóspito, Atlético igualó con Unión y extendió su mala racha de local

El empate no le sirvió a ninguno de los dos, menos al “Decano”, que queda lejos de la Sudamericana 2019.

El 0-0 suele ser una especie de voto castigo hacia la emoción que suele regalar el fútbol. Es el empate menos considerado por el simple hecho de que el gol brilló por su ausencia. Y el gol, claro está, es el principal motor de energía de los hinchas y de los jugadores. Ayer no pasó nada en el Monumental, quedó la sensación de que el punto sumado no está mal, si realmente se pone sobre el tapete todo lo que viene produciendo Atlético, en la Superliga y en la Copa Libertadores. Pero si el análisis va por el lado triunfalista, el empate no le sirvió a ninguno de los dos, menos al “Decano”, que queda lejos de la Sudamericana 2019 cuando restan nueve puntos por dirimirse.

Atlético viene de escalar el Everest de las canchas de fútbol, el estadio “Hernando Siles” de La Paz, y de hacer cima allí. Venció a The Strongest hace apenas días por la Copa y como que su vitalidad y reservas de nafta todavía yacen en los 3.650 metros de altitud de la ciudad boliviana. Ricardo Zielinski intentó dosificar con aires nuevos su 11 titular. Decidió apelar a jugadores que no venían con mucho rodaje o que venían de superar lesiones con los que dejaron el alma (y sus pulmones) en La Paz. La fórmula no estuvo mal, aunque se notó que el fútbol se cocinó al calor que soportaron ayer los tucumanos por culpa de una temperatura de verano y no de otoño.

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Cansancio, clima adverso y pocas piernas hicieron de la estrategia de Atlético algo así como una peregrinación de sufrimiento hasta toparse con el arco de Nereo Fernández, quizás el más calmo de todos los visitantes. Si bien debió interceder de a ratos jamás sintió que su arco pueda estar en serio peligro de ser lastimado. A Augusto Batalla le pasó algo similar. Apenas si se tiró un par de veces al suelo, en el arranque del partido y al promediar el segundo. La más clara del “Tatengue” terminó siendo la chance que Diego Zabala dejó escapar cuando el reloj pedía el final del encuentro en el Monumental. El volante cabeceó tan mal que la pelota salió desviada hacia la línea de salida.

Fue uno de esos duelos en los que ninguno de los dos quiso salir perjudicado aún sabiendo que la parda los comprometía. A Atlético, principalmente: sigue sin poder ganar en casa y la Sudamericana 2019 se le aleja bastante.

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Pero como el fútbol no da lugar al respiro, el “Decano” debe dar vuelta la página ya; cambiar el chip a modo Libertadores y pensar nuevamente en The Strongest, al que bajó en su propia casa y al que debe volver a sacudir ahora en el llano de 25 de Mayo y Chile, este miércoles, a las 19.15.

No puede fallar el “Decano”. Es la verdad. En este caso no le sirve ni por asomo el empate, no interesa si los goles surgen como tormenta de verano. Un punto cosechado, pasada la fecha 4 del grupo C de la Copa lo dejaría tan lejos del pase a los octavos de final como ir nuevamente a La Paz pero caminando y sin el oxígeno del miércoles pasado.

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