Para muchos equipos, pasar más de dos meses sin ganar de local puede ser insuficiente para configurar un real estado de emergencia, pero no es el caso de Atlético. Acostumbrado a hacer del Monumental su principal fuente de puntos, el “Decano” se agarra la cabeza al contar los que fue dejando en el camino a lo largo de esta sequía de triunfos en 25 de Mayo y Chile, y que a esta altura bien podrían tenerlo asegurado en zona de clasificación a las Copas.
Desde el 2-1 sobre San Martín de San Juan, el 12 de febrero y por la fecha 15 de la Superliga, Atlético no volvió a celebrar en su cancha. Desde entonces, pasaron dos derrotas (ante Defensa y Justicia y Libertad de Paraguay) y cuatro empates (Tigre, Boca, Newell’s y ahora Unión). Traducido en puntos, cosechó cuatro de 18 posibles. Poquito para ser el escenario donde supuestamente se siente más cómodo.
Más aún: este extraño fenómenos de los últimos dos meses se complementa con un perfil invertido de visitante, condición en la que venció a Independiente, a Gimnasia La Plata y a The Strongest, en la altitud de La Paz, de donde prácticamente nadie se va ganador. En ese sentido, puede resultar hasta una suerte que, de los tres partidos que le quedan a Atlético por la Superliga, dos sean afuera (Huracán y Lanús).
De todas maneras, Ricardo Zielinski no pierde la cabeza por esta dificultad que viene experimentando su equipo frente a su público. “El año pasado se ganaron tres partidos de local en todo el torneo. Tres. Fuimos los primeros en querer ganar el partido, pero hay que recordar de dónde venimos y ponerse a ver que ya hemos ganado más partidos en nuestra cancha que en todo el torneo pasado”, advirtió “Ruso”. En efecto, el “Decano” consiguió 22 de sus 34 puntos en 25 de Mayo y Chile. Y allí sufrió una sola derrota en toda la Superliga: el 0-1 ante el “Halcón”.
“No es fácil, especialmente por el cansancio que venimos arrastrando. Estos chicos vienen de ganar en la altura hace pocos días. El esfuerzo que están haciendo es enorme y se debe valorar”, destacó el DT, quien señaló a la combinación del desgaste físico y el calor como una de las causas del pobre empate. “Tenemos los inconvenientes de cualquier equipo que tiene que jugar más de 40 partidos en el año. Estamos jugando casi tres por semana y con los mismos jugadores. Eso se paga”, explicó Zielinski.