Análisis: el Reducido es la alternativa de San Martín para saldar la deuda

SAN MARTÍN. Los jugadores, en la previa de un partido. ARCHIVO SAN MARTÍN. Los jugadores, en la previa de un partido. ARCHIVO

La misión de llegar a Primera se volvió más compleja luego de la derrota con Brown de Adrogué.

El tren del ascenso pasó por Adrogué pero San Martín llegó tarde a la estación. Desde el andén vio como se marchaba con todas sus ilusiones adentro. La primera gran oportunidad para llegar a la Superliga ya es historia. Ahora hay que comenzar a transitar el camino más largo e intentar llegar mediante el Reducido, otra instancia que promete ser tan exigente como la definición del torneo de la B Nacional.

Si apenas 90 minutos separaban al "Santo" de la gloria, ahora la misión es más compleja. San Martín tendrá que jugar al menos otros cinco partidos. Ascender aún es posible, pero no será sencillo. En parte por lo duro que es la B Nacional, un torneo que no tuvo un dominador a lo largo de las 25 fechas jugadas y cuyo liderazgo pasó de mano en varias ocasiones. Tan equilibrada fue la temporada que hasta el ascenso directo tendrá que definirse en un partido de desempate que sostendrán Almagro y Aldosivi, en principio, el jueves.

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Pero las dudas que se generan después de las últimas presentaciones del equipo que conduce Rubén Forestello van más allá de la paridad de fuerzas de los equipos. El principal rival de San Martín, al menos en esta instancia, fue San Martín. Falló en los momentos decisivos, cuando los grandes equipos no se permiten fallar. Hoy duelen más que nunca los dos puntos perdidos ante Flandria, partido que tenía practicamente en el bolsillo. Si hubiese lo ganado hoy al menos tendría la chance de jugar un triangular de desempate con Aldosivi y Almagro. Ni hablar de los puntos que dejó en el camino, especialmente en La Ciudadela: si bien fue el que menos cotejos perdió (sólo 3) fue uno de los que más empató (12).

Muchos de ellos los igualó de local con rivales a los que, en los papeles, debió haber derrotado.

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Si bien desde lo futbolístico el rendimiento no fue el esperado en el cotejo de hoy contra Adrogué, la parte mental es un tema a debatir internamente en el plantel. El equipo durmió la siesta contra Flandria cuando se puso 2-0, primero, y 3-2, después. Eso permitió la reacción de su adversario, que en ese momento estaba casi descendido y que terminó con el segundo peor promedio de la temporada. No menos preocupante es lo que sucedió en Adrogué. ¿Cómo es posible que un partido donde estaba en juego todo el esfuerzo de la temporada el equipo arranque el juego distendido y permita que su rival le anote un gol al minuto de juego?

Faltó concentración y hubo responsablidad -una vez más- de los centrales, que permitieron el cabezazo de Lautaro Mesa, quien luego capitalizó el rebote de Ignacio Arce, sin que nadie lo molestara, para anotar el gol del triunfo.

Nunca es fácil ascender, pero pocas veces San Martín tendrá una oportunidad tan clara para alcanzar el objetivo. En el Reducido buscará revancha. Allí, Forestello y sus dirigidos tendrán que demostrar que este equipo merece ser de Primera. Esta vez quedaron en deuda. Más por errores propios que por virtudes de los rivales


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