El fenómeno tucumano se difunde por el mundo

Juan “el peregrino” sigue sumando millas de viajes y ya superó con holgura los kilómetros recorridos por el Papa Francisco. Ningún otro gobernador voló tanto en la historia de la provincia, ni siquiera Antonio Bussi con sus cientos de horas de vuelos fantasmales sobre el dique El Cadillal y los cerros tucumanos.

“El peregrino” visita recónditos lugares del planeta donde lo aguardan ávidos por escuchar sus ambiciosos proyectos.

Quieren saber sobre el centro cívico y el nuevo aeropuerto de César Pelli, el estadio único, la nueva red de agua y cloacas, el teleférico al cerro San Javier, las autopistas a Metán y a Las Termas, el aeropuerto y el centro de alto rendimiento en Tafí del Valle, el centro de convenciones, la ciclovía del Bicentenario, el parque de La Costanera y la recuperación del río Salí, las reformas política y electoral, el nuevo transporte público metropolitano, y un largo etcétera de proyectos que se acumulan en la flamante Dirección Provincial de Planos y Buenas Ideas para Anunciar en Campaña.

Cuentan que apenas desciende de las escalinatas del avión se le abalanzan encima, lo toman de la solapa y le exigen que les cuente su gran secreto: ¿cómo hizo para que una de las provincias más pobres de la Argentina tenga la Legislatura más costosa del país?

Un poder unicameral que cuesta más que la millonaria legislatura porteña, las populosas dos cámaras de la provincia de Buenos Aires, o que los enormes poderes de Santa Fe o de Córdoba. Y el doble de costosa que el rico Parlamento de Cataluña.

Insana envidia

Políticos de todo el mundo no salen del asombro. Tampoco pueden disimular su envidia. Con casi la mitad de la población por debajo de la línea de pobreza, la Cámara tucumana se fagocita 3.200 millones de pesos en absoluto secretismo, sin rendir cuentas ni mostrar un sólo recibo. Y encima nadie les dice nada. Ningún fiscal pregunta, ningún juez se preocupa, ningún ente de control husmea y el vecino sigue con su vida con total normalidad.

Cómo no van a reir a toda hora y en todo lugar “el peregrino” y su vice.

Tucumán es la capital internacional del clientelismo discrecional. Son todos Robin Hood con el dinero público. O Roban Hood.

Legisladores que montan carpas con peluquerías caninas, psicólogos para mascotas, tarotismo, manicuras, clases de tango, repostería, ikebana y todo tipo de servicios esenciales para el vecino, como sortear autos, regalar máquinas de coser o un fin de semana todo pago en San Pedro de Colalao.

Noticias de un secuestro

Fondos que han sido literalmente secuestrados al Estado por una corporación que hace rato debería haber sido acusada de asociación ilícita en perjurio del erario público.

Ayudas que en un Estado normal y libre, que no ha sido secuestrado, se canalizan a través de ministerios como Desarrollo Social, Salud o Educación. Pero como los ministros no surgen de cargos electivos sería dinero malgastado, malgastado en inversiones genuinas para el progreso de la gente.

A cambio, la Legislatura le devuelve a la sociedad un denodado esfuerzo, de sol a sol, de donde surgen proyectos fundamentales para salvar de la miseria a miles de comprovincianos, como declarar a Tucumán provincia provida.

Más aún, intentar ahora evitar el aborto incluso en mujeres que han quedado embarazadas como consecuencia de una violación.

Inducir a una mujer a concebir un hijo fruto de un ataque delictivo es aberrante, pero más allá de esta discusión de fondo, que por otro lado es competencia de la Justicia Federal, no provincial, porque ya sentó jurisprudencia la Corte Suprema de la Nación a través del fallo FAL, el proyecto a las claras destila demagogia, oportunismo y empalagosa hipocresía.

Se lanzaron de lleno a la campaña y no les importa nada, cualquier tema -aún aquellos que bien saben son sólo para la foto-, sirve para seguir atornillados a los sillones del despilfarro.

Palabras del sinsentido

A no confundirse, se pelean en los afiches y en un mes están comiendo asados juntos. Así Osvaldo Jaldo juró por el mejor gobernador de la historia y hoy le tira tierra encima. Después de las elecciones estarán brindando a la par de nuevo.

La política argentina no produce cambios importantes desde hace décadas, salvo las sucesivas crisis que genera, porque ha dejado de ser una herramienta de transformación, como debiera, para haber pasado a ser política empresaria, clientelar, que funciona como una red de Pymes financiada con impuestos.

Así como José Alperovich se hizo peronista en una trasnoche, Jaldo se reivindica como representante del peronismo histórico, pese a que proviene de Vanguardia Federal, un brazo del radicalismo.

Un gran despropósito, un sinsentido, con la palabra totalmente devaluada.

En este contexto no puede sorprender el aumento del descontento, de la inseguridad y de la violencia.

Mientras Manzur canta Luna Tucumana en Jerusalén y las mujeres de los funcionarios disfrutan de las playas de Israel, aquí explotan los motoarrebatos y se amontonan los cadáveres por homicidios. No es una metáfora, es literal.

Esta gente pareciera que vive en otro planeta y que no está dispuesta a aterrizar en el nuestro, que es bastante más injusto y desigual que el que ellos promocionan felices por el mundo.

Pero aunque resulte desmoralizante, cualquier cambio está mucho más lejos que una simple elección democrática, porque nuestros dirigentes surgen de una sociedad en donde la mayoría también preferiría estar cantando en Jerusalén en vez de estar trabajando en Tucumán.

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