San Martín deben comenzar a formar la base para la “B”

El "Santo" igualó con San Lorenzo en La Ciudadela pero el resultado fue lo de menos.

LO SUFRIÓ COMO POCOS. Gonzalo Rodríguez se lamenta por el empate. “Turbo” siente los colores; es por eso que el descenso le pegó fuerte en su estado anímico. la gaceta / foto de hector peralta LO SUFRIÓ COMO POCOS. Gonzalo Rodríguez se lamenta por el empate. “Turbo” siente los colores; es por eso que el descenso le pegó fuerte en su estado anímico. la gaceta / foto de hector peralta

En los papeles previos, el partido no ofrecía ningún atractivo que invitara al público a ir a La Ciudadela. Por un lado un San Martín ya descendido, que ponía en cancha un equipo bien alternativo. Enfrente, ese San Lorenzo que pasa uno de sus peores momentos de la última década, también con un equipo “muleto”. ¿Resultado? Lo que se vio. Un duelo de lo más aburrido que uno se haya podido imaginar.

A esta altura sirve de poco analizar lo que se vio en el campo. Para la mayoría de los jugadores de San Martín debe ser muy difícil salir a la cancha a jugar un partido que no tiene mucho sentido. En cambio, para otros sí lo tiene. Como por ejemplo para esos juveniles a los que Ricardo Caruso Lombardi les dio alas y de a poco van dando sus primeros pasos en el apabullante mundo de Primera.

Ese es un punto que sí merece ponerse bajo la lupa. Porque Juan Orellana cada vez juega mejor. El “Flaco” es central, pero como lateral también se da algo más que maña. Es rápido, tiene buen juego aéreo y rara vez pierde. Además, tiene mucha fortaleza para tratarse de un jugador que recién está asomando la cabeza en el mundo profesional. Anoche, como ya lo había hecho contra Huracán y contra Estudiantes, ganó casi todas las pelotas que disputó.

Tomás Federico, otro de los que va tomando rodaje, no jugó su mejor partido; pero tampoco desentonó. Se lo notó algo incómodo quizás por los constantes cambios que viene mostrando el medio “santo”. Pero el ex volante de Atlético de Rafaela corre, mete y pide la pelota siempre. Mostró personalidad y eso para un volante central es fundamental.

Y por último, en la última fecha de la Superliga le tocó debutar a Lucas González, el goleador de la Reserva. El luleño entró muy poco en juego, pero en su defensa hay que decir que le tocó dejar la cancha justo cuando ingresaron Gonzalo Rodríguez, Matías García y Nicolás Giménez, los que anoche cambiaron la ecuación en el juego para San Martín.

A pesar de todo, González se movió con mucha soltura. Se maneja muy bien en el juego aéreo, es dúctil con la pelota y no se achica para ir al choque con los marcadores centrales del equipo rival.

Sí, todo giró en torno a los jugadores que piden pista de a poco. Después, los futbolistas que por tener un año más de contrato, deberían quedarse a jugar la B Nacional también aprobaron: Pedro Fernández, no pasó sofocones; Lucas Acevedo, fue lo mejor del equipo; Rodrigo Moreira, mejoró con respecto a los últimos juego; Oliver Benítez, controló bien los embates del “Ciclón” por su lateral y Gonzalo Lamardo, mostró un interesante ida y vuelta y mucho sacrificio.

El público (lo mejor de la noche) “mimó” a Gonzalo Rodríguez, que debe resolver su futuro, y ovacionó a Matías García, que juega los últimos duelos con esta camiseta. Así, el aburrido 0 a 0 contra San Lorenzo, le sirvió a San Martín para mirar hacia adelante y comenzar a preparar un terreno sólido que le permita soñar con la vuelta.

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