Luque confirma el concurso preventivo por la situación financiera de los súper

El empresario dijo que quiere evitar la quiebra de la compañía, mientras se analizan ofertas de multinacionales y de firmas regionales. El también industrial indicó que el proceso de la cadena comercial nada tiene que ver con la evolución de los ingenios.

Emilio Luque afirmó que los supermercados son unidades de negocios independientes a los ingenios Concepción y Marapa, que están moliendo.   Emilio Luque afirmó que los supermercados son unidades de negocios independientes a los ingenios Concepción y Marapa, que están moliendo.

El documento circuló durante toda la mañana por los teléfonos celulares de distintos actores económicos de Tucumán. El “paper” decía que Emilio Salvador Luque ingresó en concurso preventivo ayer mismo, a las 8,30, con una presentación efectuada por sus asesores jurídicos antes el Juzgado en lo Civil y Comercial Común 1 de la provincia. Los comentarios acerca de la falta de solvencia del empresario supermercadista para atender la cadena comercial inundaron la city. Aún más, se dijo que para salir de la difícil situación financiera, Luque debía poner a la venta otra de sus empresas: el ingenio Concepción.

“Se dijeron muchas cosas y pocas son cierta. La certeza es que sí, ingresé en concurso preventivo ante la falta de créditos bancarios y de proveedores para sustentar el negocio. Sin financiamiento no se puede seguir así, pero vamos a seguir peleando para mantenernos en pie”, dijo el empresario a LA GACETA. Y, al mismo tiempo, aclaró algunas cuestiones. Por caso, dijo que nada tiene que ver la situación de los ingenios (también administra el Marapa) con lo que sucede con los supermercados. “Pese a los contratiempos climatológicos, los establecimientos están moliendo y no hay riesgo alguno acerca de una no continuidad de nuestras tareas en ambas plantas”, manifestó.

Luque indicó que inició el proceso judicial como una manera de sostener el negocio y no llegar a la quiebra. De hecho, antes del llamado a convocatoria de acreedores, se buscará por todos los medios legales evitar aquel escenario de quiebra.

La intención del empresario es seguir operando en los supermercados, naturalmente que, a partir del concurso preventivo, bajo la vigilancia de un síndico y de un comité de acreedores. En ese escenario, esos acreedores no podrían ejecutar los bienes como tampoco pueden tomar medidas que impidan sostener la sociedad comercial, indican desde la empresa. Así, el concurso preventivo no sería otra cosa que un paraguas jurídico para evitar un “mal mayor” en la administración de la empresa y que, en definitiva, llegue a la quiebra. En suma, el concurso preventivo tiene los siguientes efectos:

• En principio, prohibe al deudor pagar deudas anteriores a la presentación judicial en concurso y no podrían ser reclamadas.

• Además, suspende los intereses de las deudas anteriores a la presentación en concurso y las ejecuciones (sean comerciales o impositivas).

• También permite el levantamiento de las medidas cautelares y embargos trabados por créditos anteriores al concurso. En ese proceso, el concursado puede acceder a planes de financiamiento para la regularización de deudas impositivas. De la misma manera, ese deudor debe ofrecer una propuesta de pago para el resto de los afectados.

Las ofertas

Luque reiteró a nuestro diario que hay posibilidades de sostener la mayor parte de los locales comerciales de la cadena en virtud de ofrecimientos realizados por dos cadenas multinacionales interesadas en el negocio y otra regional que quiere quedarse con las sucursales en Tucumán, Salta y Catamarca. “No he cerrado ningún local. Hablé con los 20 delegados de la empresa respecto de estas ofertas y de la necesidad de mantener abiertas las bocas de expendio de mercaderías”, señaló el supermercadista.

Al mismo tiempo, renegó de algunas acciones dispuesta por la Dirección General de Rentas. “Hace unos días dispuso quedarse con casi $ 100.000 de las cajas diarias de una sucursal. Creo que es una acción incomprensible en medio de un proceso para arreglar la situación que hoy afecta a los 1.250 empleados de los supermercados”, relató.

Si bien reconoció que no está trabajando de manera óptima, reconoció el esfuerzo de los empleados por vender las mercaderías que se reponen para poder cobrar los salarios y un anticipo del aguinaldo. “En esta empresa no se dieron vacaciones ni licencias masivas, con la idea de que el negocio puede recomponerse con el esfuerzo de todos”, continuó.

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