28 Septiembre 2019

Cien años de vida de Bunge y ochenta del fallecimiento de Freud

La nota a Mario Bunge por Jorge Estrella (22/09/19) me llamó la atención, por encontrar en las reflexiones del pensador lo que llamaría una posición apasionada y dogmática, en consecuencia sospechosa en su cientificismo, por lo menos respecto de su mención al psicoanálisis, disciplina que estudio y desarrollo. Empezaría diciendo que no parece conocer la obra de S. Freud más que por referencias indirectas y tal vez por alguna ¿mala experiencia? (hipótesis). En la nota no hace referencia a conceptos freudianos que justifiquen la idea de “iglesia”, o ¿en dónde, en Freud, leyó que él desconocía la importancia de la investigación? Freud antes que clínico fue riguroso investigador de neurobiología y avanzó en sus descubrimientos clínicos dada su condición de agudo observador. Freud, con la mirada en el futuro, presagiaba, conocedor de que una ciencia que no se reformulara a si propia se desviaba de sus propósitos, por ejemplo, que llegaría el día en que se descubrirían sustancias químicas con las que influir en el sufrimiento psíquico de los enfermos (¡y vino la bendita psicofarmacología!). Entre el “Proyecto de una psicología para Neurólogos” (1895) y los avances de la neurociencia hoy, propongo dos extremos que se imbrican entre si. La filosofía no era su campo, y Freud más de una vez alertó acerca de las intrincadas especulaciones de algunos filósofos, que asombrosamente podían estar más cerca del complicado  sistema delirante del paranoico y del perverso, que los hay muy inteligentes, que de alguna verdad. Ellos querrían reducir y subyugar la realidad a su arbitrio y sus pasiones. Freud era médico y su investigación empezó con problemas clínicos, la necesidad de un tratamiento que solo podía ser eficaz en la medida que conociera los mecanismos psicofisiopatológicos, es decir aquello que subyacía al comportamiento enfermo. Y sentó las bases actuales del conocimiento del psiquismo. El psicoanálisis es, a la vez, un método terapéutico, un método de investigación y un corpus teórico en continua revisión. Cito al no menos afamado epistemólogo argentino Gregorio Klimovsky: “...el caso de Mario Bunge ...que tiene algún problema yo no diría exclusivamente epistemológico con el psicoanálisis que hace un poco difícil separar lo que podría llamar un argumento de un lamento, para decirlo de una manera un tanto poética. Por tanto, me interesan más las discusiones en ese aspecto con Thomas Kuhn”. Así, Bunge, con su monismo psiconeural, parece explicarlo todo y se arroga denostar el resto. ¿Aún lo que no conoce? Equiparar la sinapsis a la psique implicaría que, por ejemplo, él podría desentrañar los circuitos neurales por los cuales Borges pudo escribir el cuento “Los teólogos”. De paso, se lo recomiendo, es un impresionante cuadro de lo que la envidia y el odio, pasiones muy humanas pero no recomendables en ciencia, pueden desatar. Y, por cierto, aún cuando ha avanzado tanto la psicofarmacología para bien de nuestros pacientes, aún no se ha descubierto la molécula que cure la maldad. Aprovecho para celebrar el privilegio de una vida de 100 años.

Evelina Brigitte Nader

Crisis periódicas

De las dos falencias enraizadas como factores preponderantes de las crisis periódicas con los males que inevitablemente emergen como consecuencia: la caída incesante de los niveles educativos y los devaluados exponentes de la dirigencia política, la reversión del primer factor llevará por lo menos seis períodos gubernamentales. Pero la mejora de la oferta de candidatos para dirigir los destinos de las provincias y del país, podría iniciarse casi de inmediato si los actuales integrantes de los Poderes Ejecutivo y Legislativo, desprendiéndose del egoísmo y ansias de poder, aprovechando los momentos de conmiseración para con su pueblo, dictan las normas pertinentes (se supone que ninguno tiene algo que ocultar, proteger o abroquelarse corporativamente) para: 1) Iniciar -con carácter de política de Estado- la inversión en educación y ciencias, de forma eficiente y concordante con los procesos actuales, es decir, promover la creatividad, la inventiva y el uso de la tecnología para gestar valor agregado; 2) Erradicar de la justicia nacional y provinciales, las conveniencias políticas en las designaciones, el nepotismo y la connivencia con el poder de turno, y sintéticamente priorizar las condiciones éticas de los funcionarios; 3) Mejorar la calidad y conocimiento de los candidatos (los que se proponen), para lo cual se deberá: A) Eliminar los sublemas, acoples y colectoras, B) Establecer un solo período de mandato, con una única posibilidad de reelección, discontinuada, C) Implementar la Boleta Única Electrónica, D) Suprimir la vigencia de los fueros, E) Disponer la efectiva extinción de dominio sobre bienes y dinero ilícitamente obtenidos,  F) Fijar el principio de “la inversión de la prueba” en aquellos casos de presunto enriquecimiento ilícito, ante una acusación fundamentada, G) Disponer la obligación de presentar la “ficha limpia”, H) Exigir la exhibición de una síntesis que deje claro, de qué vive, cuáles son y fueron sus actividades, a qué se dedica (los votantes realmente no conocen a los candidatos); 4) Actualizar el régimen laboral y reformar el sistema sindical vigente; 5) Flexibilizar y adecuar el número de empleados públicos del país, en función de las necesidades reales de prestación de servicios; hasta el presente, primero se designan empleados y luego se les “crea” alguna actividad (los mentados y muy numerosos ñoquis); así en Tucumán figuraban 47.000 empleados en el año 2003, hoy hay aproximadamente 120.000; a nivel nacional entre el 2003 y el 2015 el número de empleados se incrementó en 2,60 millones (novedosa forma de disminuir el desempleo); 6) Eficientizar y modernizar la estructura del sistema previsional; 7) Revisar y simplificar los procesos tributarios, tanto en el orden nacional como en las provincias y municipios (doble y triple tributación, tributos fijados silenciosamente sin la debida justificación, etcétera). Mirando objetivamente, es utópico creer que estas medidas van a concretarse en algún momento; además, por lo que se está viendo y los personajes que circulan, en la Argentina habrá populismo hasta las Calendas Griegas. La ejemplaridad y coherencia en “pensamiento, palabra y obra” se derraman hacia las bases y no al revés, lo mismo que el mal ejemplo y la falta de coherencia. Un tal Albert Einstein marcó: “Locura es hacer las mismas cosas una y otra vez esperando obtener diferentes resultados”. ¿Alienados? ¿Irresponsables? ¿Incapaces?

Mario Alberto Ricci

Pje. Thames 4.472,San Miguel de Tucumán

Avión (I)

Según trascendidos periodísticos, suena demasiado arbitrario e injustificable el gasto del presidente Macri por el viaje en un avión privado a Estados Unidos, cuyo costo asciende a $ 12 millones. Esta decisión que nos suena absurda, es una prueba más de que funcionarios y legisladores que ganan remuneraciones de seis cifras (en blanco), es la causa de que todos los que gobiernan, cualesquiera fuera su origen, terminan perdiendo absolutamente la perspectiva de la realidad cotidiana, que tienen que afrontar  todos aquellos que viven de su trabajo y deben hacer malabarismos con sus presupuestos para poder llegar a fin de mes. Ni qué decir de todos aquellos que deben vivir de su jubilación ordinaria. Es obvio que los políticos, quienes todos los días nos intoxican con promesas por los diferentes medios, se valgan de astutas declaraciones preocupados por conseguir votos que les permitan mantenerse en el poder. Sin duda alguna, tratan de seguir lucrando con una Argentina que hace años es tierra arrasada y que, lamentablemente, se hunde cada vez más en la miseria.

Humberto Hugo D’Andrea

Avión (II)

Totalmente sorprendido por la insólita justificación que dio el gobernador Manzur sobre la utilización del avión sanitario de la Provincia, para transportar candidatos partidarios a nuestra ciudad quienes fueron invitados a un asado pantagruélico, en el marco de la campaña política por las próximas elecciones. Nuestro gobernador justificó diciendo: “el avión es un elemento de trabajo” que tiene la Provincia. Doctor Manzur: ese elemento de trabajo tiene un fin específico, que es trasladar enfermos que necesitan urgente atención y no trasladar políticos en campaña proselitista. Usted no es el dueño del avión que pertenece al pueblo de Tucumán, que lo adquirimos con nuestros impuestos. Usted dio un pésimo ejemplo a los empleados públicos que, con su criterio, podrían llevarse a sus casas los materiales de las oficinas públicas (cuadernos, lápices, escritorios, etcétera), total “son elementos de trabajo” que pueden necesitar sus hijos para tareas escolares o privadas. ¡Por favor, un poco más de respeto por la cosa pública!

Héctor Miguel Ávila

Derecho de Acceso a la Información Pública

Hoy es el Día Internacional del Derecho de Acceso a la Información Pública. Los tucumanos carecemos de este derecho, por lo que aprovecho este espacio para opinar sobre el tema. La transparencia y el derecho de acceder a la información pública, son los cimientos constitutivos de un sistema de gobierno democrático-republicano. El acceso a la información, hoy, es reconocido como un derecho humano. Estos derechos son bienes básicos y esenciales que incluyen a toda persona, por el solo hecho de su condición humana. Son los que necesitamos para vivir dignamente, por ejemplo: alimentación, salud, educación, medio ambiente sano, etcétera. Estos derechos tienen, entre otros, carácter histórico, universal, indivisible e interdependientes. Una democracia con aspiraciones de crecimiento y desarrollo sustentable, implica el reconocimiento y las garantías para el ejercicio pleno de los derechos humanos. El acceso a la información pública es uno de ellos y este carácter ya no se discute desde que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en el caso “Claude Reyes vs. Chile”, el 19/09/2006, lo reconoció como derecho humano, como parte del derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. En el mismo fallo se reafirmó la obligación que tiene el Estado de suministrarla. Tucumán parece ser que no pertenece a una república democrática, ya que este derecho se nos niega de modo deliberado, usando argumentos  insostenibles. Cada día que pasa parecemos más súbditos y siervos de un régimen absolutista monárquico, que ciudadanos. Lo más grave: que las instituciones públicas, con competencia en la defensa de los derechos humanos que funcionan en Tucumán, permanecen sordas, ciegas y mudas ante esta situación. Espero que, en su segundo mandato, Manzur y Jaldo hagan lo necesario para que Tucumán tenga su Ley de Acceso a la Información Pública y de transparencia institucional. Es harto sabido que la falta de transparencia de los actos de gobierno favorece la corrupción: la combatimos, o somos cómplices.

Juan Francisco Segura

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