Las causas contra el senador nacional en uso de licencia, José Alperovich, siguen enredadas en el laberinto jurídico que ha de determinar en qué fuero serán investigados los presuntos ataques sexuales: en la Justicia Nacional, con sede en Ciudad de Buenos Aires; o en los tribunales del Poder Judicial de Tucumán.
Mientras se define la cuestión de la competencia, en uno de estos ámbitos se está avanzando con el requerimiento de medidas de prueba. Concretamente, en la jurisdicción “porteña”. A pedido del abogado defensor Mariano Cúneo Libarona, el juez nacional Osvaldo Rappa había dispuesto que la denunciante de 29 años, sobrina segunda y ex asesora política de Alperovich, fuera sometida a una pericia psiquiátrica. En paralelo, según el diario La Nación, el magistrado había ordenado una inspección en el departamento de Puerto Madero del ex gobernador tucumano, adonde -según la versión de la joven- se produjeron dos de los siete presuntos episodios de abuso sexual. Sin embargo, los fiscales nacionales Santiago Vismara y Mariela Labozzetta (titular de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra la Mujer) objetaron este informe pericial, orientado a determinar el perfil de la joven. Los representantes del Ministerio Público entienden que esta medida podría tender a “revictimizar” a la sobrina segunda del mandatario. Por ello, consideraron que se debería suspender su instrumentación, argumentando que, en esta primera etapa de medidas de prueba, alcanza con el examen psicológico solicitado con anterioridad para saber si la denunciante sufre estrés postraumático.
EN BUENOS AIRES
La joven efectúa una denuncia contra Alperovich por siete supuestos ataques
La primera denuncia concretada por la joven de 29 años contra el senador nacional José Alperovich tuvo lugar en los tribunales de Ciudad de Buenos Aires, el 22 de noviembre. En simultáneo, la sobrina segunda y ex asesora política del referente justicialista dio a conocer una carta en la que relató su versión de los hechos. Aseguró que había sufrido ataques entre diciembre de 2017 y mayo de 2019, mientras se desempeñaba como colaboradora en la agenda del ex gobernador (períodos 2003-2015). Según el expediente, habrían sido siete los episodios de abuso sexual; dos en jurisdicción porteña (Puerto Madero) y los restantes en Tucumán.
La Justicia toma medidas de protección; el Senado dispone el traslado de oficina
Los fiscales nacionales Santiago Vismara y Mariela Labozzetta (titular de la Unidad Especializada en Violencia Contra las Mujeres) recibieron la denuncia inicial, y solicitaron de inmediato al juez nacional Osvaldo Rappa medidas de protección en favor de la joven, que cuenta hasta la actualidad con custodia de las fuerzas federales. La ex vicepresidenta Gabriela Michetti, en su rol de presidenta del Senado, dispuso que la denunciante -empleada del despacho de la senadora nacional Beatriz Mirkin, afín a Alperovich- fuera trasladada a otra oficina de la Cámara Alta, en aplicación al protocolo interno para casos por presunto abuso o acoso.
La desmentida del senador y un pedido de licencia en la banca por seis meses
José Alperovich, que se encontraba de vacaciones en Miami con su familia, regresó a Buenos Aires cinco días después de la denuncia, con la expectativa de participar del acto de asunción de los nuevos senadores. “No hice nada”, insistió el ex gobernador, a través de LA GACETA y de otros medios nacionales. Luego, mediante sus redes sociales, anunció que tomaría licencia en la banca. Deslizó que había sido víctima de pedidos indebidos por este caso. Recibió el apoyo público de su entorno familiar, entre ellos su hija, la legisladora Sara Alperovich. Su espacio político guardó silencio. Sus pares le dieron licencia por seis meses.
Una decisión del juez nacional, objetada por los fiscales nacionales
Ya en diciembre, el juez nacional Rappa resuelve no entender en la causa, y girar los expedientes para que la investigación se unifique en Tucumán. La defensa de Alperovich en esa jurisdicción, a cargo de Mariano Cúneo Libarona, coincide con esa postura. Incluso, el letrado advierte que la Justicia de esta provincia -en concreto, la fiscalía a cargo de María del Carmen Reuter-, había sido “más rápida” al actuar, según el expediente. Los fiscales nacionales Vismara y Labozzetta, en tanto, se expresaron en contra de esa decisión de Rappa, y recurrieron a la Cámara Nacional de Apelaciones.
El caso “porteño” vuelve a Rappa y se origina una controversia por una pericia
El juez nacional Mariano González Palazzo, de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, rechazó el 20 de diciembre pasado la pretensión del juez nacional Osvaldo Rappa de enviar el expediente “porteño” a la Justicia de Tucumán para unificar las actuaciones. Así, la pesquisa retorna a manos de Rappa. Se origina una controversia por una medida de prueba solicitada por la defensa de Alperovich. Cúneo Libarona requiere una pericia psiquiátrica sobre la denunciante, pero los fiscales nacionales objetan ese trámite, al entender que la joven podría ser objeto de una “revictimización”.
EN TUCUMÁN
La denuncia recae en la Fiscalía Especializada en delitos sexuales
El 22 de noviembre, luego de regresar de Buenos Aires, la joven de 29 años formaliza la denuncia penal en contra del senador José Alperovich en los tribunales de Tucumán. La presentación, similar a la efectuada en el fuero porteño, recae en manos de María del Carmen Reuter, titular de la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Integridad Sexual. Interviene el juez de Instrucción en lo Penal de la II Nominación, Facundo Maggio. La causa es caratulada como “abuso sexual con acceso carnal”. El senador nacional, que se encontraba de vacaciones en Miami, regresa a esta provincia ocho días después del escándalo político, y opta por mantener un perfil bajo.
La fiscalía solicita al juez la apertura de una investigación jurisdiccional
Siguiendo los trámites previstos en el Código Procesal Penal de Tucumán, y considerando que Alperovich goza de fueros parlamentarios por su cargo como senador, Reuter le solicita a Maggio la apertura de una investigación jurisdiccional. Para entonces, la joven de 29 años había ratificado la denuncia, acompañada por su abogado Ricardo Santoro, y había aportado seis fojas nuevas a la declaración inicial -luego reiteraría ese acto procesal en Ciudad de Buenos Aires-. “Que Alperovich niegue lo sucedido era algo que se esperaba, no le sorprende (a la denunciante)”, afirmó la vocera de la joven de 29 años. Y solicitó que la Justicia “tenga en cuenta las pruebas”.
El juez tucumano viaja a Buenos Aires para reunirse con su par y acordar pautas
En los primeros días de diciembre, el juez tucumano Facundo Maggio viaja a Buenos Aires para mantener una audiencia oficial con su par porteño, Osvaldo Rappa. El magistrado local llevó copias autenticadas del expediente a su cargo, y ofreció a su colega que continuaran en contacto formal a través de los correos electrónicos institucionales. Los jueces, según las versiones, coinciden en que ambos tienen competencia sobre el caso, siempre siguiendo los hechos denunciados por la joven. El criterio recomendado para estas causas es unificar los procesos, con el fin de evitar la duplicidad de medidas y la revictimización de la denunciante.
Maggio determina que el expediente debe ser unificado en Ciudad de Buenos Aires
El juez tucumano Maggio decide enviar el expediente original su par Rappa, con sede en Ciudad de Buenos Aires, donde se produjeron los primeros presuntos hechos denunciados y donde, según la Fiscalía Nacional Especializada a cargo de Labozzetta, era aconsejable que prosiguiera la pesquisa. La fiscala tucumana Reuter no se expide sobre la competencia, pero el codefensor de Alperovich, Ariel Sosa, se opone al criterio de Maggio. En opinión de los representantes del senador, el caso debe mantenerse en jurisdicción de esta provincia, por lo que la cuestión pasa a revisión de la Cámara de Apelaciones de Tucumán.
La Cámara Tucumana podría resolver de manera distinta a su equivalente nacional
La Cámara de Apelaciones de Tucumán debe resolver si el caso debe ser enviado a los tribunales nacionales de Ciudad de Buenos Aires, como dispuso Maggio -en consonancia con los fiscales nacionales Vismara y Labozzetta y con la Cámara Nacional de Apelaciones-; o se sigue el criterio de la defensa de Alperovich -en línea con lo dispuesto en su momento por el juez porteño Rappa- y la pesquisa continúa en los tribunales de esta provincia. Si existen resoluciones encontradas entre el tribunal de Apelaciones tucumano y el porteño, el expediente llegaría a la Corte Suprema de la Nación para una decisión definitiva sobre la competencia.