Como si se tratara de una odisea, el músico tucumano, Coqui Sosa, regresó ayer de su gira por Europa en uno de los últimos vuelos directos al continente americano.
“Después de haber recorrido 18.000 kilómetros, puedo decir que volví a casa”, afirmó el cantante.
Con el motivo de rendirle tributo a su tía, Mercedes Sosa, el 1 de marzo llegó a Madrid con la ilusión de brindar shows en Suiza, Italia e Israel , tal como estaba previsto. “Viajé directamente hacia Israel porque empezaron a cerrar las fronteras. En Israel logré dar un show pero al día siguiente dispusieron que no podían realizarse eventos masivos asi que tuve que cancelar todo”, comentó Sosa.
Frente a un panorama para nada alentador, Coqui se vio obligado a tomar cartas en el asunto. “Yo viajé muchas veces a Israel y nunca vi que limpien el Muro de los Lamentos con alcohol en gel. De inmediato empecé a buscar un pasaje para volver a Argentina”, señaló el artista. Teniendo en cuenta que los vuelos provenientes de los países afectados por el coronavirus no iban a ingresar al país, las decisiones debían tomarse rápido. “El jueves por la mañana traté de buscar un pasaje directo a San Pablo, para evitar Europa y pude conseguir uno por suerte”, contó Sosa. Entre esperas y viajes en el aire, el músico pasó 36 horas de incertidumbre. “Cuando llegué al aeropuerto de San Pablo, me hicieron completar un formulario donde tenía que informar si es que había tenido algun síntoma sospechoso. También nos tomaron la temperatuta”, expresó el músico.
Los controles fueron intensivos tanto en Brasil como al llegar a nuestro país. En Ezeiza también realizaron el mismo protocolo en cada viajero.
En una habitación
Al momento de aterrizar a su provincia natal, Sosa se mostró sorprendido por la buena predisposición y atención que brindaron los agentes sanitarios del Siprosa. “En mi caso ya cumpli con la cuarentena europea y hasta el momento no presenté ningún tipo de malestar”, añadió el cantante. Para quedarse más tranquilo, tras haber consultado con el puesto de salud del aeropuerto, Sosa decidió cumplir una segunda cuarentena para evitar posibles contagios. “Israel es considerado un país de bajo riesgo pero al haber transitado tantos aeropuertos donde circula tanta gente, preferí ser precavido”, confesó.
Sosa llegó ayer a las cuatro de la mañana y fue recibido por su mujer e hijos a los cuales no pudo abrazar ni besar. “Fui directo del aeropuerto hasta mi casa y ahora estoy encerrado en una habitación para mí solo, escuchando música y viendo televisión. Siento que volví a la soltería de nuevo”, comentó entre risas. Hábitos como mantener la distancia y procurar la higiene, lo mantienen resguardado dentro de su propia casa. “Realmente es extraño no poder tocarlos ni compartir con ellos pero debemos ser razonables”, comentó.
La expansión del coronavirus además de impactar a nivel sanitario, también lo hace en el mundo cultual: “los artistas estamos siendo perjudicados pero creo que la salud está primero”, concluyó.