Economía: el “Lado B” de la pandemia

Por Regina Martínez Riekes - Asesora Financiera.-

12 Abril 2020

La parálisis de la actividad económica producto de la pandemia es una realidad común que enfrentamos. Más o menos estrictas las cuarentenas, a lo largo del planeta, se están preparando enormes paquetes de ayuda económica a empresas y trabajadores.

Lo que para la gran cantidad de países sin embargo no es un dilema, sí lo es para Argentina: ¿cómo financiar el enorme agujero fiscal? Instaurar el dilema de “Economía vs Salud” es intentar ocultar una realidad. Cualquier decisión que el Gobierno tome en materia de asignación de recursos, tendrá como contracara el financiamiento de los mismos. Independientemente del discurso que se busque construir en torno a ello.

Financiando la Salud: Emisión o Deuda

Con la actividad económica paralizada, la recaudación tributaria está en picada. La inesperada llegada del coronavirus, provocó un aumento de los gastos y por ende un déficit fiscal en alza. Con los mercados internacionales cerrados, el Gobierno lleva emitidos ARS 692.000 millones en el último mes, un 40% directo, a fines de inyectar dinero en la economía. Cerca del 80% de ese monto está aún líquido en las cuentas corrientes que los bancos tienen con el Banco Central (BCRA) y sigue sin poder financiar a las empresas. La implementación del crédito es lenta, porque el otorgamiento de garantías lo es. Con escribanías cerradas, ¿cómo instrumentar una hipoteca?

“Tenemos todo habilitado para trabajar desde casa. Hemos modificado todos los sistemas y procesos para que las empresas puedan calificar sin ningún contacto físico. El inconveniente se nos presenta en la instrumentación de los contratos de garantía recíproca porque los escribanos no pueden hacer la certificación notarial. Solo podemos avanzar con operaciones chicas (hasta ARS 3 mm) que se hacen con fianza personal”, señalan desde una SGR (Sociedad de Garantía Recíproca).

¿Te pago o no te pago? Deshojando margaritas

“No se paga el AO20, ¡está clarísimo! ¿Para qué? No es la primera vez que está el aviso de pago y no pagan”, renegaban desde el sistema financiero la noche del Domingo de Ramos. Se había conocido que el ministro de Economía Martín Guzmán difería vencimientos por el equivalente a U$S 10.000 millones. Lo llamativo fue que sólo cinco días antes se había anunciado el pago del cupón de renta del BONAR 20, (A020). Ese anuncio provocó una suba en el bono de 20% directa en dólares. ¿Por qué cambiar la decisión de pago en menos de una semana? ¿Quiénes se beneficiaron con esta información?

El Default selectivo, comprende deuda “ley local”. Es decir, que, ante un eventual conflicto de partes, los tribunales elegidos serían los argentinos. Estos bonos, no gozan del beneficio de las “CACs” o Cláusulas de Acción Colectiva, que requieren una mayoría de 75% de los acreedores para lograr una reestructuración amigable. “Los bonos legislación local no tienen CACs. Vos podes ‘patear’ unilateralmente los vencimientos y no vas a tener tanto lío. Si no pagás la ley NY (Nueva York) te pueden generar embargos, acelerar la deuda, etc”, explican desde una compañía de seguros.

El Ministerio de Economía, lanzaría la oferta final esta semana. Se cree que los acreedores recibirán la misma canasta de nuevos bonos, independientemente de la legislación de origen. En cierta forma, los acreedores de ley local van a someterse a lo acordado por la ley extranjera. El mensaje está claro: no contamos con instituciones locales fuertes, la legislación extranjera es superior a la argentina.

La importancia de evitar el Default

Perder acceso al mercado internacional de crédito, implica que la única forma de financiar el déficit fiscal creciente será el mecanismo elegido hasta ahora: mayor emisión monetaria, presionando al alza la inflación y la brecha sobre el dólar libre, que ya tocó los ARS 94. Al estar cerrado el crédito para el soberano, también lo estará para el sector privado, con la consiguiente complicación en el financiamiento de actividades productivas. Menor financiamiento al sector privado se traducirá en menor inversión que impactará negativamente en el crecimiento. Estimaciones privadas prevén que entrar en default implicaría una caída adicional en la actividad económica de 3 puntos porcentuales. Un retroceso mínimo, de 7% del Producto Bruto Interno (PBI) para este año.

Daños colaterales

En esta lucha contra el coronavirus, se están desestimando los reclamos del sector privado, expuesto como “el miserable” maximizador de ganancias. La extensión de la cuarentena con la consiguiente parálisis de la economía es una decisión que busca preservar el colapso asistencial del sistema de salud. Según un estudio publicado esta semana por Resquin, Ascolani, Díaz y otros, la propagación del covid-19 en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se espera alcance el pico a partir de septiembre. De ser así, ¿cuánto tiempo más aguantará el sector privado de salud con tasas promedio de ocupación cercanas al 30%? “Dos meses en el mejor de los casos”, señalan desde uno de los centros asistenciales privados más grandes de nuestro país.

Cuidado. Puede que todo el sacrificio que está haciendo la sociedad argentina a fines de preservar la capacidad asistencial del sistema de salud produzca el desfinanciamiento y, por ende, el colapso del mismo.

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