08 Agosto 2020
BLANCO DE ESTAFADORES. Jubiladas y jubilados pueden ser víctimas del
El Programa de Atención Médica Integral (PAMI) advirtió sobre los engaños a sus afiliados en tiempos de pandemia. A través de un informe firmado por Ricardo Iacub, psicólogo especialista en la Tercera Edad y subgerente de Desarrollo y Cuidado Psicosocial, la obra social para jubilados y pensionados del Estado nacional brindó una serie de pautas para tratar de prevenir las estafas englobadas bajo la denominación del "cuento del tío".
"El engaño con fines económicos, o fraude, probablemente sea tan antiguo como la humanidad. Pero estos momentos de tensión social, producidos por la pandemia, llevan a que muchos busquen aprovecharse maliciosamente de la situación. Todos podemos ser víctimas, pero las personas mayores suelen ser las más elegidas y sus resultados suelen ser más dañinos", sostuvo Iacub.
El especialista aclaró que los "cuentos del tío" son "sumamente variados"; además, explicó que las modalidades "cambian y muchas veces vuelven después de un cierto tiempo". "Pueden combinar la violencia económica con la psicológica y física y son cometidos por personas que no conocemos. En nuestro país son habituales los que convocan advirtiendo de un cambio del dinero circulante, los secuestros virtuales o los arreglos de los servicios, entre otros tantos mecanismos", expresó en el informe compartido en el sitio web oficial del PAMI.
¿Cuáles son los motivos que llevan a los delincuentes a buscar en jubilados y pensionados a sus principales objetivos?, se preguntó Iacub en la nota, titulada "¿cómo defendernos del cuento del tío?".
"Los mayores suelen guardar dinero en su casa, ya sea por desconfianza en los bancos o por tener más dificultades con la tarjeta de débito, lo que lleva a un ciclo de inseguridades que van desde retirar la totalidad de la jubilación hasta guardarla en el hogar. Éstos son factores que generan desde las salideras clásicas los días de cobro hasta saber que la casa es un lugar donde se guardan valores", fundamentó.
En ese sentido, explicó que los problemas de audición pueden llevar a que "no se distinga la voz de alguien que llama por teléfono haciéndose pasar" por un pariente o por un conocido. A ello se suman posibles dificultades cognitivas, que pueden llevar a la confusión de la víctima.
"Así también, cuando hay más dificultades para manejar los temas económicos y se relatan temas técnicos como las liquidaciones de Anses, la persona puede no comprender", alertó Iacub en el informe.
Efectos en las víctimas
También abordó el aspecto psicológico, que en la época de la pandemia de coronavirus encontró un agravante.
"La soledad y el aislamiento pueden llevar a que una persona necesite charlar con alguien, sentirse apoyada, y por ello a engancharse en sostener conversaciones que en otro momento hubiese desechado. Asimismo la carencia de un entorno directo con quien compartir, consultar o comentar lo que nos sucede vuelve más frágil la condición de cualquier sujeto frente a la mentira", sostuvo.
Advirtió que, de todas formas, el problema es "complejo" y que "existen múltiples razones para comprender este fenómeno".
"De lo que no cabe duda es de que los efectos suelen ser demoledores a nivel psicológico y físico. En entrevistas personales con adultos mayores que fueron estafados o estuvieron a punto de serlo, se produjo miedo, vergüenza, autopercepción de incapacidad o incluso, para algunos, significó el querer poner término a su autonomía económica, sin que ninguno de estos haya tenido una discapacidad cognitiva. Curiosamente, personas que supieron defenderse también se cuestionan y los atemoriza el momento en que creyeron el engaño, lo que habla del impacto traumático del evento", describió Iacub.
Algunas pautas
Por todo esto, el especialista brindó una serie de consejo para los adultos mayores:
- Protegerse informándose de las estafas
- Evitar dar información personal: no decir nombres ni mencionar datos.
- Desconfiar ante situaciones que no suelen ser claras.
- Cortar la comunicación de inmediato cuando le quepan dudas.
- No dejarse presionar ni amedrentar. "Es allí donde perdemos la posibilidad de discernir adecuadamente", sostuvo.
- "La casa no es el mejor lugar para guardar el dinero", agregó.
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