El peor escenario para volver a jugar

En el fútbol hay estadios que tradicionalmente son difíciles para algunos equipos. En tiempos normales, sus tribunas suelen colmarse de hinchas dispuestos a alentar a sus jugadores y presionar a los rivales. Sin embargo, debido a la pandemia de coronavirus, esa escenografía quedó en el recuerdo. Las tribunas están vacías y la condición de local ya no es una ventaja. En el país, la pelota se detuvo durante varios meses y la acción está a punto de volver para algunos equipos. La competencia internacional será el punto de partida, ya que el torneo local sigue en suspenso. Más allá del rango del campeonato, este momento es el peor escenario para volver a jugar debido al aumento de casos de coronavirus.

La AFA especuló desde que el Gobierno anunció el aislamiento obligatorio y fue estirando los plazos. Pero todo cambió cuando la Conmebol fijó fechas para la reanudación de los torneos internacionales. Los clubes argentinos quedaron en desventaja sobre sus rivales porque en otros países la actividad se reanudó hace varias semanas. Presionados ante ese panorama, los dirigentes buscaron autorización para la vuelta a los entrenamientos y hasta se pensó en iniciar la competencia oficial a fines de septiembre, lo que quedó descartado. De esa forma no se podrá cumplir con las promesas realizadas a los dueños de los derechos televisivos que siguieron abonando los aportes mensuales establecidos en el contrato pese a que los abonados de los canales de cable y televisión satelital dejaron de pagar el adicional a los servicios por el paquete de fútbol. Pero los números de contagios no dejaron de crecer y el problema, que unos meses atrás estaba concentrado en el AMBA, se extendió a lo largo y ancho del país. Peor aún, en los últimos días los contagios se multiplicaron en los diferentes planteles profesionales y eso encendió la alarma.

Boca, que recurrió a la burbuja sanitaria, un sistema que funcionó en otras partes del mundo pero fracasó en el país, sumó 30 contagios, entre ellos 22 jugadores. “Hubo una relajación, no hay dudas”, sostienen los especialistas. Nadie puede sorprenderse. Basta con ver cómo se manejan los argentinos en medio de la pandemia. Los futbolistas forman parte de una sociedad que parece no entender que el virus puede meterse en el momento menos esperado.

Casi todos los equipos de la Liga Profesional, y muchos de las categorías de ascenso, sufrieron contagios en sus planteles. A Atlético el problema le estalló esta semana. Los últimos estudios confirmaron cuatro positivos en el plantel y nadie puede garantizar que se ese número no se incremente en los próximos días. Los tucumanos pagan 350.000 pesos semanales para hacer los estudios complementarios a los que envía la AFA y decidieron descartar la burbuja. Con el torneo local en suspenso, el objetivo es la Copa Sudamericana que se disputará en octubre. La Conmebol ya advirtió que no modificará las fechas y que sus competencias volverán a jugarse más allá de la situación sanitaria que atraviesan los países sudamericanos. Vuelos charters, corredores sanitarios, cambios reglamentarios y controles permanentes forman parte del protocolo ideado por la entidad para que el torneo se pueda desarrollar en medio de la pandemia.

La situación económica de los clubes está al borde del colapso, por eso necesitan que la competencia oficial se ponga en marcha. Todo es entendible, pero el escenario no es el ideal para volver a jugar.

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