El amor por el “deca” es pasión de familia

No hubo presencia en la cancha por la pandemia, pero el aguante de los fanáticos estuvo a través de la televisión.

PASIÓN “ALBICELESTE”. La familia Bergansola, encabezada por los hermanos Esteban y Juan Pablo, se prepara de manera especial cada vez que juega el “Decano”. PASIÓN “ALBICELESTE”. La familia Bergansola, encabezada por los hermanos Esteban y Juan Pablo, se prepara de manera especial cada vez que juega el “Decano”.

“Cada vez que jugaba Atlético, en mi casa se vivía un clima de fiesta y el principal impulsor de eso era mi viejo”. La frase pertenece a Sebastián Luna, que anoche siguió el partido por TV sin la compañía de quien lo hizo fanático del “Decano”. “Mi papá, Cristian, falleció el 24 de octubre producto de la covid-19. Aunque en mi casa todos llevamos la pasión por los colores celeste y blanco en la sangre, sin su presencia nada es igual. Seguramente él seguirá alentando desde el cielo y no dejará que nunca se apague en nosotros ese fuego sagrado que nos transmitió desde chico”, agregó “Seba”.

Los Luna tenían asistencia perfecta cuando los “Albicelestes” jugaban en casa. “Siempre íbamos con mi papá, mi abuelo y mi hermano Santiago. Y desde el año pasado, la habíamos sumado a mi hermana Sofía, que también se hizo fanática. Siento una gran tristeza que por culpa de este virus, mi papá no pueda estar disfrutando de lo que más lo apasionaba en la vida. Ver a su amado Atlético”, contó Sebastián con la voz entrecortada.

Esteban Bergansola es uno de los integrantes de “Somos Tucumán-Comisión del Hincha”, que fueron los encargados de colgar en la cancha banderas con rostros de hinchas. “La noche anterior a la que juega Atlético ya no descanso bien. Me pongo muy ansioso y desde temprano tengo puesto el chip, por lo que sólo pienso en el partido”, contó Esteban, que fue una de las 15 personas autorizadas a estar por la mañana en el estadio de 25 de Mayo y Chile. “Fuimos a colgar las 150 banderas que realizamos. Quedaron espectaculares. Estuvimos desde las 8 hasta el mediodía”, agregó el fanático del “Deca”, que cada vez que juega el conjunto de Ricardo Zielinski deja todo de lado. “Con mi hermano Juan Pablo tenemos una distribuidora de artículos de ferretería, por lo que nos organizamos para hacer todo antes. Trabajamos el doble los días anteriores, para quedar libre. A los partidos siempre los vemos en familia. Somos una banda, porque cada uno tiene cuatro hijos”, agregó.

Está claro que el amor por el “Deca” es una pasión de familia, que se transmite de generación en generación. “A mi hijo Valentín, que tiene un año y medio, lo llevé por primera vez a la cancha cuando tenía tres meses. Ahora, que no se puede ir, nos ponemos los dos la camiseta y nos sentamos frente al televisor. Él se pone feliz cuando está con la camiseta”, dijo Alfredo Barrionuevo. Esta vez los hinchas no pudieron festejar, pero la pasión sigue intacta.

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