Ideas en el año de la peste

En esta edición ofrecemos fragmentos de textos publicados a lo largo de 2020.

27 Diciembre 2020

Entrevistas a protagonistas de la cultura y la política, opiniones de algunos de los autores de los libros más celebrados por la crítica y los lectores. Muchos reflexionaron sobre la pandemia. Otros sobre debates inconclusos del pasado u otras novedades del presente. 

Entre las firmas aparecen las de dos pilares de este suplemento, y de la cultura tucumana, que nos dejaron este año. También ofrecemos una selección de títulos, publicados en los últimos doce meses, que vale la pena rescatar.

Decisiones en tiempos de incertidumbre

Felipe González*

“En mi vida política he vivido momentos muy importantes; la caída del Muro de Berlín, la unificación de Alemania, la guerra de los Balcanes, dos guerras del golfo, etcétera. Nunca he vivido un momento de incertidumbre multidimensional como el que estamos viviendo ahora en cada uno de nuestros países y en el mundo. Incertidumbre sobre la pandemia y sus consecuencias para la salud. Incertidumbre en materia social y económica. Incertidumbre sobre las consecuencias políticas. ¿Cuál es la paradoja? Se supone que el liderazgo consiste en ofrecer certidumbre a los ciudadanos. Para eso se paga a los representantes políticos. Hay que navegar en la incertidumbre cumpliendo con la obligación de darle un grado de certidumbre a la ciudadanía. Ese es el gran desafío que tenemos por delante”.

* Ex presidente de España. Publicado el 4/10.

Una expresión máxima de la globalidad

Julio María Sanguinetti*

“Esta pandemia es una expresión máxima de la globalidad. Las pandemias siempre saltaron fronteras. Una pandemia se llevó puesto a Pericles, el más grande los políticos atenienses, y le puso punto final a uno de los períodos de gloria de Atenas. En el imperio romano ocurre lo mismo. Marco Aurelio muere durante una pandemia y se acaba con él un período central del imperio. Hoy tenemos una pandemia distinta. En primer lugar porque tenemos una pandemia realmente global que abarca todo el mundo y no solo “el mundo conocido”. Y a su vez, como la comunicación es instantánea, tiene una cercanía y una inmediatez que no tuvo ninguna anterior. Vivimos también la paradoja de contar con un avance científico que lo explica casi todo pero que no puede explicar esta pandemia. Esta combinación genera un fenómeno único con múltiples consecuencias. Retorna la centralidad del Estado, como en todo momento de crisis. Luego, la pandemia desnuda la debilidad de las instituciones multilaterales. Estados Unidos juega solo, China hace lo propio, Europa se fragmenta, América latina tampoco tiene una reacción solidaria. Tenemos que hacer un esfuerzo por recuperar la institucionalidad y el multilateralismo”.

* Ex presidente del Uruguay. Publicado el 26/9.

El rasgo distintivo del inicio del siglo

Santiago Kovadloff*

“Lo que creo yo que marca de manera planetaria el ingreso al siglo XXI son la magnitud alcanzada por el calentamiento global, que se pone de manifiesto en la ineptitud de las cumbres climáticas para alcanzar un consenso resolutivo; y esto que estamos viviendo hoy: la peste –define el pensador-. Entonces, entre aquella desmesura, que es la del calentamiento global, en la cual tanta incidencia ha tenido el hombre como depredador, y esta otra, que nos devuelve a la evidencia de que, así como somos creadores, también somos criaturas expuestas a leyes que no gobernamos, creo yo que estamos ingresando a una posibilidad a la que acaso podamos llamar ‘rasgo distintivo del inicio del siglo XXI’. Eso es la autoconciencia crítica de nuestro riesgo primordial, que es el de seguir concibiéndonos como amos y no como huéspedes de la Tierra”.

* Filósofo y escritor. Publicado el 17/4.

Aislamiento defensivo

Martín Caparrós*

“Está claro que este exitosísimo relato de la patria sirve para limitar el espacio a unos cuantos que se supone que nos vamos a ayudar entre nosotros para rechazar a todos los que no son ese nosotros. Para eso sirve, para convencerte además de que si vivís de este lado del río, el que vive del otro lado, aunque viva como vos y hable como vos, es tu enemigo. Es un relato muy antinatural en un punto, y sin embargo, ha tenido un éxito extraordinario. Creo que aprovechando básicamente las formas del miedo que ahora se van exacerbando. En estos días aparece casi caricaturizadas, la solución para todo es encerrate en el baño de tu casa, eludí cualquier situación de contacto con el otro. A mí me impresiona porque realmente parece una caricatura de esta tendencia creciente al aislamiento defensivo que viene pasando ya hace unas décadas de que todo lo que viene de afuera es peligroso. La comida, el tabaco, el medio ambiente, el sexo”.

* Periodista y escritor. Publicado el 17/3.

La primera escuela

Pedro luis Barcia*

“La casa es la primera escuela y los integrantes de la familia –todos, abuelos, hermanos, tíos- los primeros maestros. Por desidia de la familia, la maestra pasa a ser la primera madre. Lo que es desajuste serio. Lo que esta pandemia ofreció es la posibilidad de que se cultivaran en el seno familiar los contenidos actitudinales, que no están en Internet. Los conceptuales están todos (el teorema de un tal Pitágoras y las leyes de la termodinámica). Los procedimentales también están en Internet (cómo hacer una monografía, o una bomba casera). Los actitudinales no, porque exigen una o más personas frente al niño para estimularlos, corregirlos y desarrollarlos: el prestar atención a los demás, el alternar en el uso de la palabra, el respetar las pertenencias del otro, el decir gracias, el pedir perdón, el tener orden en lo que hace, el cumplir las consignas de la familia, el asumir las pequeñas responsabilidades que le asignen, etc. Todo esto suele ser desconsiderado en la familia, que descansa en que la escuela los enseñe, renunciando a un derecho y obligación propios. Los alumnos deberían ingresar al aula con los actitudinales hechos carne. Los actitudinales son el fundamento de la buena persona y el buen ciudadano”.

* Lingüista y escritor. Publicado el 4/9.

Pospandemia

Mónica Müller*

No creo que vaya a cambiar nada. Los seres humanos tenemos una horrible tendencia a destruir todo lo que tocamos. Los poderosos quieren acaparar cada vez más, ambicionan cada vez más. Son incapaces de bajarse de ese deseo enfermizo de apoderarse y tener más y más. Las personas se mueren de a millones y esas muertes parecen los números de los supermercados calculados como pérdidas por robos. Las muertes de personas por malaria o cólera ya están calculadas. Eso no va a cambiar. Lo primero que debería cambiar es que no falte el agua potable. Hablamos de la importancia del lavado de manos y no hay agua potable. Eso es lo que tiene que cambiar. Hay países que no sabemos ni que existen. Hasta que no cambien esas cosas, no cambiará nada. Eso me da pena y me da bronca. Sin agua, sin cloacas, ahora nos vamos a ocupar de la vacuna. Está bien. Pero también hay que ocuparse de lo otro.

* Autora de Pandemia – Virus y miedo. Publicado el 4/10.

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