Un entramado de vidas y circunstancias

Historia poblada de dilemas, cruces y hallazgos.

24 Enero 2021

NOVELA

VIVIR SE ESCRIBE EN PRESENTE

ALEJANDRO G. ROEMMERS

(El Ateneo - Buenos Aires)

Toda la literatura de Alejandro Guillermo Roemmers constituye un complejo discurso en el que distintos géneros narrativos -cuento y novela, la poesía y el teatro- se muestran interdependientes en cuanto al valor testimonial del mundo vital y cultural que mediatizan y ponen en relieve la conciencia moral y social del autor.

Esta vez, después de sus ya reconocidos poemarios recogidos en la antología España en mí y Otros Poemas (2016) y que culminan en Sonetos del amor entero (2019) y luego de ese largo relato dialogal El regreso del Joven Príncipe, traducido a idiomas de Oriente y Occidente, y del original espectáculo teatral Franciscus, nos ofrece Vivir se escribe en presente que, como toda novela bien lograda, es parte de la “realidad conocida experimentalmente” (W. Kayser, 1968: 480). Percibimos al narrador que nos presenta a sus personajes con sus vivencias, que pueden ser también las de otros jóvenes contemporáneos en un espacio determinado, que es el de los mundos privados, y envueltos en cierto resplandor poético en momentos en que la fecunda intervención del azar realza la verosimilitud exigible a la novela, que es acontecimiento y espacio en que se insertan individuos particulares que evolucionan, aman, gozan, sufren y mueren.

En esta novela podremos apreciar una prosa poética de intensa subjetividad en páginas de concentrado lirismo, como en las descripciones de la naturaleza; la inserción de diálogos entre los personajes –que dan más vivacidad a la narración y proximidad al lector– y la remisión intertextual a obras de su autoría o a otras que motivaron su inspiración escritural.

Un viaje iniciático

Una estructura de viaje despliega el argumento. Fernando, el protagonista, parte de Buenos Aires hacia la Patagonia, luego a Puerto Rico, México y el regreso al punto de partida, pero simultáneamente hay un viaje interior: el joven periodista con su flamante título, busca su realización profesional y el encuentro del sentido de su propia vida; en este aspecto, la novela se inscribe en esa tipología denominada “de formación”. Los viajes por distintas geografías dan cuenta de las dificultades del cumplimiento de las intenciones que los motivaron, ya que el azar o el destino alteran cualquier plan premeditado y la imprevisibilidad de la muerte de quien fue buscado y encontrado en ese recorrido, parece cortar el hilo de la narración. No obstante, los efectos inesperados se proyectan en el presente de los amigos y del mismo progenitor que dispuso la búsqueda del hijo en desacuerdo con el origen de la riqueza paterna.

Quizás el mayor logro de esta obra sea la búsqueda de una convivencia humana, dificultada siempre por los disensos: los hijos de esta época no admiten imposiciones paternas, ni aún los consejos o advertencias; hay interrelaciones tensas o medianamente flexibles; los jóvenes buscan experiencias de viajes, deportivas, muestran preocupación por la salud y perfección física, dan prioridad a los amigos, a las distracciones, el celular está siempre al alcance de la mano para las comunicaciones entre pares, no está ausente la droga, y muy delicadamente tratadas las relaciones homosexuales resueltas en amores intensos, entrañables, vividos como una forma de espiritualización del Eros, de expresión franca, respetuosa y mutuamente comprensiva.

Por otra parte se advierte una fuerte visión ecologista y un rechazo a quienes destruyen el medioambiente con fines económicos, tema centrado en Ron –el padre que busca a su hijo– y que posibilita la idea de reivindicación, de fuerte impronta evangélica y particularmente franciscana, por la presencia de la estampa del Santo de Asís. Por otra parte, la inclusión del estilo directo hace de esta una novela dialógica, en el sentido bajtiniano, por la exposición de puntos de vista confrontados que se vehiculizan a través de la trama dialogal de los personajes, por ejemplo en el caso del padre de Fernando con la amiga del joven.

Encrucijadas existenciales

Una novela realista en su aspecto conflictivo que lleva a la reflexión de esos misteriosos cruces de momentos portadores de hechos azarosos en que el libre albedrío no cuenta, como tampoco las leyes de la causalidad. Una novela que nos lleva a la valoración del presente que vivimos.

La solapa muestra una síntesis biobibliográfica del autor y su fotografía que ha logrado captar su simpatía y ese carisma de los seguidores de San Francisco: la paz, el bien y la alegría como afirmación de la vida.

Un breve pero significativo texto de contraportada, implícitamente da cuenta del significado de la novela y su mensaje, como una advertencia a los lectores acerca de la responsabilidad del hacer y el omitir en los sucesivos presentes de la vida.

Por Bertha Bilbao Richter.

© LA GACETA

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