08 Febrero 2021
EXPERIENCIA Y JUVENTUD. Cristian Lucchetti, capitán y referente de Atlético, participó de los bautismos de los más jóvenes. Nicolás Romero, Walter Juárez e Ignacio Maestro Puch posan para la cámara luego de “sufrir” las manos de un peluquero improvisado. Cuando Puch y Romero nacieron, “Laucha” ya había debutado en Primera.
El buen trabajo que viene haciendo Atlético en divisiones inferiores ya hace un par de años empezó a dar sus frutos. Tanto es así que de la lista de 30 futbolistas que llevó Omar De Felippe a Buenos Aires, hubo 15 juveniles. La mitad. Un número generoso que llena de satisfacción a los encargados de las divisiones menores del club,
En esta pretemporada, Walter Juárez (22 años), Nicolás Romero (17) e Ignacio Daniel Maestro Puch (17) fueron bautizados por los más grandes.
Juárez tuvo sus inicios en Tucumán Central, pero a los 15 años Omar Vallcaneras lo llevó al “Decano”. Cuatro años después firmó su primer contrato de AFA. En el camino jugó en la Sexta del “profe” Roberto Ramírez y Rubén Vega, en un partido con Defensa y Justicia, lo utilizó como marcador central. En ese puesto se consolidó en Reserva con Gustavo Córdoba primero, y luego con Martín Anastacio. La pandemia le dio tiempo al defensor en comenzar un emprendimiento en el rubro gastronómico junto con su familia. “La situación estaba complicada, entre bromas terminé comprando una maquina para hacer pastas”, confiesa Juárez, agregando que fue su mamá Norma quien le inculcó en el camino lo de las pastas. “Mi especialidad son los sorrentinos. ¡Los fideos con espinaca que hago son una bomba!”, admite.
En la cancha, su virtud es el juego aéreo, pero no su única cualidad. “Me gusta salir jugando, soy un jugador sacrificado, veo muchos videos de Nicolás Otamendi y de Rolando Schiavi”, dijo el defensor que, aunque tiene como pierna hábil la derecha, también puede jugar de seis.
Nicolás Romero llegó desde Ferro de Chumbicha (Catamarca), con 13 años. “Vine a una prueba y quedé. En ese momento tuve que alquilar, hasta que me pude mudar a la pensión del club”, admite “Cata”, que en el amistoso con San Lorenzo marcó un gol de cabeza.
“Hasta que no estuve seguro de la convocatoria no dije nada a mi familia, cuando me confirmaron en la lista de viajeros no veía las horas de avisarle a mi mamá”, confiesa el marcador central que desde agosto, de la mano de Ricardo Zielinski, entrena con la Primera.
“Me encariñé mucho con el club, ya soy hincha. Estoy agradecido de la confianza que me brinda De Felippe”, admite Romero que se lleva muy bien con Guillermo Ortiz, quien según el juvenil, constantemente le brinda consejos.
Maestro Puch es un caso particular. Entre los 11 y los 14 años jugó en las inferiores de Independiente. En unas vacaciones decidió no volver a Buenos Aires y se dedicó a su otra pasión: el rugby. Cuando tuvo que elegir entre Lawn Tennis y Atlético, se terminó decidiendo por la redonda. “Me sentí muy bien en la pretemporada, recibí muchos consejos de los delanteros del equipo, especialmente de Matías Alustiza”, detalló el goleador que estuvo por primera vez en el banco en el duelo con Colón, en la pasada Copa Diego Maradona.
El potente delantero tiene como ídolo a Gabriel Batistuta y es unas de las grandes proyectos que tiene Atlético en las inferiores.
“Tengo muchas ganas de debutar en Primera y de convertir un gol, pero estoy aprovechando al máximo estos días para aprender de mis compañeros que tienen mucha experiencia”, dijo Puch.
Atlético acertó en su momento con la participación en las divisiones inferiores de AFA. Los frutos comienzan a ver la luz de a poco: Tomás Cuello, Jonás Romero, Mauro Osores, Camilo Albornoz, Agustín Lagos, Kevin Isa Luna, Ramiro Ruiz Rodríguez son de la primera camada. Pero ya vienen pidiendo pista otros más jóvenes como Romero, Juárez, Sergio González, Abel Bustos, Kevin Nickler, Hernán Rosales, Nicolás Laméndola y Maestro Puch. La apuesta le salió bien al “Decano”, que debe seguir apostando a los chicos del club, que poco a poco se convertirán en la estructura de la institución.
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