Una escuela para pulir talentos

Garra y Pasión, una propuesta que apunta a complementar el trabajo de los clubes.

EN LOMAS DE TAFÍ. Federico Puerari, de Universitario, junto con sus alumnos juveniles y mayores en una de las prácticas de la escuela de rugby que abrió a principios de año en el complejo La Diagonal.  EN LOMAS DE TAFÍ. Federico Puerari, de Universitario, junto con sus alumnos juveniles y mayores en una de las prácticas de la escuela de rugby que abrió a principios de año en el complejo La Diagonal.
20 Febrero 2021

En el presente, existen 24 clubes de rugby repartidos por Tucumán. Eso sin contar los de rugby emergente (es decir, lo que tienen personería jurídica en trámite), lo que llevaría el número a casi 40. A esa estructura se le suman la Academia UAR que funciona en Los Tarcos y el Centro de Rugby que depende de la URT. Y desde principios de este año, existe también una Escuela: Garra y Pasión, dirigida por Federico Puerari, identidad que su dueño utiliza con poca frecuencia dentro de un ambiente que lo ha rebautizado como “Puerco”. Luego de años de desempeñarse como mánager de los Naranjas y de una muy exitosa carrera como entrenador (ganó títulos con su club, Universitario, con los Naranjitas y con los Naranjas de seven), Puerari decidió comenzar con una escuela.

“La idea surgió de mi primo Marcos Chimirri, que tiene el complejo La Diagonal en Lomas de Tafí donde hay escuelitas de handball, de patín, de futsal, etcétera. A fines del año pasado me propuso abrir una escuela de rugby, pero yo no estaba muy seguro. No sabía qué aceptación iba a tener, si alguien iba a pagar para aprender rugby. la disciplina acá es amateur y muy poca gente lo ve como algo en lo que uno se pueda especializar”, explica.

Especialización. Esa es la palabra clave, la que marca la diferencia que pretende hacer la escuela con respecto a un club. “Este es un lugar donde el jugador o la jugadora vienen a mejorar. Una función similar a la que cumple la Academia UAR con sus jugadores: mejorar sus capacidades. Y si bien en los clubes también se aprende a jugar al rugby, al haber una mayor cantidad de jugadores por lo general se hacen ejercicios y actividades más generales. Acá apuntamos a un enfoque más específico e individual en el desarrollo de las destrezas de cada jugador. Es como ir a un profesor particular”, detalla Puerari.

Si bien la propuesta inicial apuntaba al desarrollo de destezas generales y específicas de cada puesto en jugadores juveniles y mayores, se extendió también a los más chicos. “Aparecieron muchos niños ávidos de rugby porque en los clubes no había actividad infantil. Querían incursionar, aprender o continuar lo que hacían en los clubes. Con ellos, el objetivo es que aprendan y se diviertan, con actividades más lúdicas. Los más grandes, en cambio, trabajan destrezas como el tackle, el duelo, la toma de decisiones”, compara.

Otra de las diferencias que separa a la escuela de un club como Lomas Marcos Paz (emplazado también en Lomas de Tafí) es que no apunta a la formación de un equipo. “No está en nuestros planes, al menos por ahora. La intención es que esta escuela trabaje durante todo el año y le sirva a los clubes, apoyando y ayudando a crecer a los jugadores tucumanos y de esa manera al juego mismo. Esa es la finalidad que buscamos”, concluye Puerari.

Por turnos

Los entrenamientos de la escuela son en el complejo La Diagonal, en Lomas de Tafí, los lunes, miércoles y viernes. Las prácticas se hacen por turnos para tener grupos más reducidos: de 16 a 17 se entrenan los más grandes, de 17 a 18.30 lo hacen los más chicos.

Amplitud

Actualmente, la escuela Garra y Pasión trabaja con niños de seis años en adelante, juveniles y mayores. También se incluye rugby femenino, y si bien aún no tienen alumnas (la escuela empezó hace poco), sí tuvieron un entrenamiento las jugadoras del Centro de Rugby.

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