Vacunas demoradas: "tenemos un gran problema que se llama AstraZeneca", afirmó Felipe Solá

El ministro de Relaciones Exteriores se refirió a las complicaciones que derivaron en el incumplimiento de los envíos acordados con los laboratorios.

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29 Abril 2021

El ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá, se refirió hoy a las razones que llevaron a una demora en el envío de las vacunas contra el coronavirus acordadas entre el Gobierno nacional y el laboratorio AstraZeneca. Además, puso el foco en la "falta de información" derivada de los contratos de confidencialidad.

El canciller brindó detalles de la reunión que encabezó ayer junto a la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, y de la que participaron el presidente de la filial argentina de AstraZeneca, Agustín Lamas, y otros representantes de la firma.

En diálogo con el programa "Habrá Consecuencias", que se emite por El Destape Web, Solá enumeró las dificultades por las cuales no se cumplió con los envíos de dosis pautadas.

En principio, el Canciller explicó que su cartera y la que conduce Vizzotti efectúan tareas de diplomacia y "los contactos" que cada uno puede gestionar, para luego reunirse a coordinar. "Es un trabajo de todo el Gobierno en este momento", indicó.

En ese marco, explicó que surgieron "tres problemas". Pero aclaró: "tenemos un gran problema que se llama AstraZeneca".

Solá recordó que, a partir de convenios firmados para la provisión de estas vacunas, se había acordado la participación de Argentina -mediante la fabricación del principio activo, a cargo de la firma MabXience, propiedad de Hugo Sigman- en la producción de 150 millones de dosis.

A su vez, el laboratorio mexicano Liomont quedó a cargo del envasado del producto final.

En ese sentido, Solá detalló que México había adquirido 77 millones de las dosis esperadas, mientras que a la Argentina correspondían unas 22 millones.

Sin embargo, explicó, el laboratorio mexicano Liomont acusó "problemas de insumos", debido a un impedimento para que fueran retirados de los EEUU. "“Durante mucho tiempo (el Gobierno de EEUU) no dejó salir vacunas ni insumos, y eso limitó muchísimo la producción de Liomont, y entonces incluso una parte decidió mandar ese principio activo argentino a Nuevo México (EEUU), para que se hiciera en Alburquerque. Ese es un atraso importante que tenemos", señaló Solá.

El canciller advirtió que se trata de cuestiones técnicas, que involucran la utilización de elementos de alta complejidad, y que a ello se agrega la dificultad para obtener respuestas claras por parte de los laboratorios.

“El principal problema que tenemos, además de la falta de vacunas, es la falta de información; nadie tiene una información precisa sobre qué pasó exactamente con AstraZeneca. Tenemos frases que nos han dicho, pero una información escrita, detallada, no la tenemos. ¿Por qué? Porque tanto la gente de (los laboratorios de) Argentina como la gente de (las firmas de) México, y supongo que mucha gente en el mundo, tiene un contrato, no sé si llamarle de discreción, respecto de calidad, número de producción, y no pueden hablar, entonces nadie sale a explicar. AstraZeneca no ha explicado con precisión esto”, añadió Solá. E insistió en que "el freno se produjo en el laboratorio de México”.

De todos modos, Solá aclaró que el presidente Alberto Fernández, al igual que la ministra Vizzotti, enviaron cartas y efectuaron gestiones que implican "una presión muy fuerte" de la Argentina para lograr que se cumpla con la entrega de las dosis de la vacuna con la fórmula de AstraZeneca.

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