La Argentina se aseguró el pago de compromisos en dólares con los organismos internacionales para este año, luego de que el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) votó a favor de una nueva asignación de reservas a los países por U$S 650.000 millones, mediante la ampliación de los Derechos Especiales de Giro (DEG). De esta cifra corresponden al país alrededor de U$S 4.355 millones.
Ayer, la titular del FMI, Kiristalina Georgieva, celebró la decisión histórica del organismo que consiste en la mayor asignación de DEG en la historia del FMI y una inyección de ánimo para la economía mundial en medio de una crisis sin precedentes a causa de la pandemia de coronavirus.
Georgieva precisó que la asignación general de DEG entrará en vigor el lunes 23 del mes en curso y que los nuevos recursos serán acreditados a los países miembros en proporción con sus actuales cuotas en la institución: a la Argentina le corresponde un 0,67% del total.
De esta forma, el Gobierno argentino podrá continuar con los pagos comprometidos con el FMI, mientras negocia un nuevo programa financiero con el organismo por la deuda de U$S 44.000 millones contraída durante la administración de Mauricio Macri.
Despejado un pago de intereses al FMI que se concretó ayer, resta pagar al organismo alrededor de U$S 4.380 millones en lo que resta del año.
El primero de los compromisos vence en septiembre, por un monto de U$S 1.870 millones, en concepto de pagos de deuda de capital.
Para el 22 de noviembre hay pautado un pago por intereses y recargos, por U$S 640 millones.
El último vencimiento fuerte del año está previsto para el 22 de diciembre, correspondiente a otro pago de capital, por un 1.870 millones de dólares.
De esta forma, el pago de compromisos al FMI durante 2021 quedaría prácticamente saldado con los nuevos recursos en DEG, la moneda del organismo multilateral, que pasarán a incrementar las reservas internacionales en poder del Banco Central a fines de agosto.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, había dicho que el Gobierno necesita tiempo para negociar un acuerdo y para la acumulación de reservas. "Lo importante es que que el acuerdo sea bueno en lugar de rápido y para eso hay que generar las condiciones adecuadas", había explicado Guzmán.
En ese sentido justificó que la Argentina no tiene la capacidad de pago para hacer frente a la deuda con el FMI y que, debido a eso, necesita más tiempo. "En nuestro programa apuntamos a un horizonte en el cual las regulaciones y controles de cambios sean diferentes: un esquema de regulaciones macroprudenciales que desaliente la inversión especulativa de corto plazo pero aliente la inversión en la economía real. Para llegar a ese esquema hace falta tiempo para que el Banco Central pueda acumular reservas en mayores niveles, y eso no sucede de un día para el otro", argumentó.
El monto de lo que finalmente se abonará al FMI en intereses y recargos en noviembre podría modificarse si prospera la iniciativa ya votada en el G20 el mes pasado, de revisar los sobrecostos de los pŕéstamos que pesan en países de ingresos medios mientras dure la pandemia.
"Pedimos al FMI que concluya su acercamiento en relación a la revisión de las políticas de límites de acceso y sobrecargos y que nos informe de sus resultados", sostuvo el G20 en su comunicado oficial.