Argumentos retorcidos para frenar la fuga de votos propios

Por Hugo E.Grimaldi.

POR OLVIDOS. El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el presidenten, Alberto Fernández, durante un paseo por la quinta presidencial. POR OLVIDOS. El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el presidenten, Alberto Fernández, durante un paseo por la quinta presidencial. ARCHIVO
24 Agosto 2021

La fuga de votantes del Frente de Todos ha obligado al gobierno nacional a replantear la estrategia de comunicación con vistas a las elecciones, para tratar de mitigar el enorme daño que le ha hecho al oficialismo el llamado “Olivosgate”. Todas las encuestas señalan una importante migración de votantes propios, quizás avergonzados por el mal ejemplo presidencial y ese drenaje casi le ha hecho perder al kirchnerismo el plus que consiguió en las presidenciales, cuando logró unificar las diferentes corrientes peronistas detrás de un candidato que, por entonces, se mostraba como un gran moderado, Alberto Fernández.

El fenómeno no aplica igual en todo el país, pero sí se ha notado bastante fuerte en la provincia de Buenos Aires y sobre todo en el Conurbano, bastión de la vicepresidenta, Cristina Fernández. Más allá de los spots propios de la campaña, con el esperanzador “vamos a salir” como estandarte, lo que ha girado decisivamente en estos últimos días son los discursos oficiales destinados a sumarle a “los del palo” algún tipo de argumento para que  refuercen sus convicciones y replanteen su decisión. También, desde ya, para que ayuden a convencer a otros, quienes dicen abiertamente que no van a votar a los candidatos del Gobierno.

La manipulación se ha notado en por lo menos tres aspectos en las últimas 72 horas, con discursos que se han desparramado por toda la cadena nacional de medios oficialistas, privados y estatales. Y todos ellos fueron amplificados luego, de modo más que regimentado, por las redes sociales:

a) En lo sanitario: bastó que un médico del Comité Asesor del Presidente  haya dicho que hay casi 5 millones de vacunas en las heladeras (hay guardadas dos millones de dosis en la provincia de Buenos Aires y Tucumán tiene 180 mil sin aplicar) y que eso es un “fracaso”, para que el ministerio de Salud haya salido a justificar los problemas “de logística” que acarrea la distribución. Ante ese argumento los militantes salieron como loritos a explicar lo inexplicable, sin verificar que el Monitor Oficial de Vacunación expresa que las dosis que se consignan ya han sido “distribuidas”. También se dijo en un comunicado oficial que  62,5% de los mayores de 50 años tiene dos dosis, una verdad estadística casi irrefutable porque es posible replicar que 37,5 por ciento aún no las tiene.

b) En lo político: desde el Gobierno se han preocupado en asegurar que la fiesta de cumpleaños de la Primera Dama no constituyó delito porque no hubo contagios. Desde el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, a cuanto militante estuviera por allí se ocuparon en difundir esta interpretación que sólo sirve para embarrar la cancha, ya que la infracción está configurada en el Código Penal para quien “viole” la normativa dictada por “autoridad competente”, en este caso lo que el propio Presidente estableció en un DNU. Por lo tanto, no cuadra la excusa esgrimida, la que se utiliza solamente para que la tropa se trague que no hubo delito.

c) En lo económico: se buscó hacer creer que el aporte de Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario son un refuerzo de las Reservas Internacionales y en verdad son fondos de “mentirita”. Se las presentó en dólares para mostrar una suba artificial de 10 %, salvo por un par de detalles. Primero, que no son de libre disponibilidad y que hay que tomarlas solamente como un número, tal como ocurre con  el swap chino, el oro o los encajes de los bancos, ya que el saldo neto y utilizable orilla, con suerte, los U$S 7 mil millones. Además, esos fondos volverán antes de fin de año al mismísmo FMI para pagar los vencimientos de este año, con lo cual están de paso.

Por lo tanto, cuando alguien diga que las vacunas para todos se aplican a buen ritmo, que el Presidente no puede ser castigado por el delito que cometió y que se han reforzado las reservas hay que saber que se trata de artilugios del discurso, una forma de decir medias verdades destinadas a frenar la sangría de votos que, por ahora, marcan las encuestas. Más allá que toda media verdad, implica desde ya una media mentira.  

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