El Presidente aboga contra la inflación, pero no da recetas

Ante empresarios, gremialistas, gobernadores y movimientos sociales, pidió hacer “terapia de grupo” para encontrar acuerdos. Jaldo destacó la convocatoria a la unidad de los argentinos.

EN EL CENTRO CULTURAL KIRCHNER. Alberto Fernández estuvo flanqueado por Gustavo Béliz (izquierda), por Sergio Massa y por Matías Kulfas.  EN EL CENTRO CULTURAL KIRCHNER. Alberto Fernández estuvo flanqueado por Gustavo Béliz (izquierda), por Sergio Massa y por Matías Kulfas.

Combatir la inflación es la prioridad más pública de la gestión de Alberto Fernández, que el propio mandatario nacional ratificó ayer durante el cierre de una nueva convocatoria del Consejo Económico y Social.

Sin embargo, el Gobierno nacional sigue sin explicitar de qué manera le dará pelea al fenómeno inflacionario, al que anunció que iba a declararle la guerra hace dos viernes. De hecho, ayer propuso una “terapia de grupo” entre los gremialistas y los empresarios para encontrar instancias de consenso.

UIA, CGT y Beatles

El Presidente de la Nación habló en el Centro Cultural Kirchner ante un auditorio colmado por dirigentes sociales, políticos y empresarios, acompañado en el estrado por el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, por el ministro de Desarrollo, Matías Kulfas; y por el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, quien preside el Consejo Económico y Social. Entre los gobernadores que fueron convocados acudió al encuentro el tucumano Osvaldo Jaldo.

El Presidente reconoció que sólo una parte menor de la inflación que afecta a la argentina es generada por el clima internacional adverso, propio de la guerra en Europa desatada tras la invasión de Rusia a Ucrania.

“La inflación se complica por el escenario internacional, pero ayer hablamos con Martín (Guzmán, ministro de Economía) y de los 50 puntos de inflación debe haber 10 que tienen que ver con la guerra, pero hay 40 que son nuestros. Eso está mal, nos daña a todos”, manifestó.

Entonces, se refirió al encuentro que el lunes había mantenido ya con industriales y sindicalistas. “Tuve una primera charla con amigos de la UIA y la CGT y les planteaba: ‘miren, hemos probado mil formas, nos peleamos, discutimos, algunas veces nos bombardearon, ¿por qué no nos sentamos en una mesa? Hagamos una especie de terapia de grupo y encontremos una solución dialogada”, propuso.

“Démosle una oportunidad al diálogo, como (John) Lennon que pedía una oportunidad a la paz, para ver si podemos construir algo distinto”, convocó.

El “modelo”

Durante el acto el jefe de Estado realizó un balance de la situación actual y afirmó que el Gobierno tiene en claro su rumbo, luego de haber despejado el escenario de la deuda con los acreedores privados y de haber celebrado un acuerdo con el FMI para reprogramar la deuda del país con ese organismo multilateral de crédito.

“Vamos en el camino correcto. Tenemos un modelo que no ocultamos, sabemos dónde queremos ir: no esperen de nosotros ajustes ni retracción de la economía”, manifestó.

“Logramos que el trabajo crezca pero no logramos que la distribución sea más justa y en gran medida es porque la inflación mete la cola, y por eso les pido a todos que nos ayuden”, manifestó el Presidente. “Nada lastima más que la inflación porque sentimos que lo que ganamos no nos alcanza”, definió.

Proteger el capitalismo

Antes de concluir, Fernández le reiteró un pedido a los empresarios que componen el Consejo Económico y Social. “Pongámonos en orden y aprovechemos tantas oportunidades. Entendamos que todo eso que el mundo reclama y tenemos. Está muy bien que se lo vendamos al mundo, pero no está bien que se convierta en un problema para los argentinos. Dense cuenta de la oportunidad que tenemos, una vez probemos en ponernos de acuerdo”, reclamó.

Precisamente, manifestó que si la inflación se mantiene, los productos del mercado se volverán inaccesibles y que eso atentará contra el propio sistema.

“El capitalismo necesita de gente que consuma: un capitalismo que prescinde de los consumidores se suicida. Tenemos que garantizar el consumo de nuestra gente para que el capitalismo siga vivo, que el que invierta tenga ganas de invertir para crecer. Nada lastima más que la inflación. Lo que sentimos es que lo que ganamos nos dura poco, no nos deja ahorrar, proyectar ni crecer para futuro”, aseveró.

Sin nadie que aconseje

Dos últimos mensajes del Presidente de la Nación cerraron su alocución. El primero fue un reconocimiento hacia los referentes de los movimientos sociales que participan del Consejo Económico Social. Fue luego de manifestar su “intranquilidad” respecto de que más de 1 millón de argentinos viven de un plan social otorgado por Estado.

“No podemos hacer de cuenta que no existen. Debemos darles un marco regulatorio distinto al de la economía formal para incorporarlos y hacerlos parte de la economía argentina. Esa economía ha llegado para quedarse por mucho tiempo y no podemos esperar que el crecimiento derrame sobre ellos, porque el derrame no existe. Lo que se derrama va al bolsillo del poderoso, no va a los pobres”, aseveró.

Luego, manifestó que el contexto que le toca atravesar a su gestión es único y, por tanto, incomparable respecto de cualquier experiencia anterior.

“Me encantaría tener un presidente que me cuente sus experiencias, pero ningún presidente tuvo la experiencia que tuve: tener que gobernar en pandemia, en un país destruido como el que recibimos. Es poca la experiencia que me pueden brindar en ese punto. Las salidas que tuvieron y aprovecharon muchos yo no las tuve”, comparó.

“Recomenzar mejores”

“El Consejo Económico y Social es la foto de la Argentina que construye acuerdos”, aseveró Massa a la prensa.

“Tras superar las crisis, la pandemia, la deuda, la guerra, tenemos la obligación de construir la Argentina de mañana. Muchas veces se frustra porque la pelea nos transforma en amigos y enemigos sin oír razones”, estimó. “Después de superar las crisis, la pandemia, la deuda, la guerra, tenemos la obligación de ponernos el objetivo de la construcción de la Argentina de mañana. Muchas veces se frustra porque la pelea nos transforma en amigos y enemigos sin escuchar las razones”, estimó, según recoge la agencia Télam.

Béliz, a su turno, planteó que “el acuerdo y el consenso” son posibles y que “la idea es recomenzar mejores en una Argentina querida, lo que significa poner un oído en la periferia y en los descartados, renunciar a los egoísmos del poder, a la trampa ideologizada y a la autorreferencia de la figuración”.

Sostuvo además que “la comunidad organizada” envió una señal a todos los que conforman el Consejo, “siendo que la única opción en la actualidad es la amistad social o la dependencia”.

Kulfas, finalmente, expuso los principales objetivos del Plan Argentina Productiva 2030, entre los que se destacan la intención de generar 2 millones de puestos de trabajo asalariados formales en el sector privado, sacar a 9 millones de argentinos de la pobreza y crear más de 100.000 empresas formales.

Jaldo elogió el “gesto”: “el país que queremos todos es la de la producción y el diálogo para los acuerdos”

“Es un gran gesto del presidente Alberto Fernández convocar a la unidad de los argentinos. La Argentina que queremos todos es la de la producción y el diálogo para lograr acuerdos que beneficien a todos”. Los conceptos son del gobernador, Osvaldo Jaldo, quien viajó ayer a primera a Buenos Aires para participar del cierre de la nueva convocatoria del Consejo Económico y Social, que se realizó en el Centro Cultural Kirchner. “Siempre es bueno que un mandatario llame a la mesa de conversaciones a los distintos sectores políticos, sociales y empresariales. Hemos visto a un jefe de Estado con la fuerte decisión de buscar consensos. Es un llamamiento muy oportuno. Y no es un tema menor”, aseguró a LA GACETA.

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