“Se cumplió con todos los protocolos, sin inconvenientes. Estuvieron presentes los peritos de la defensa y de nuestra querella; también los representantes del ministerio Público Fiscal. Todo se desarrolló con estrictez”, indicó el abogado Federico Iramain, quien lleva la querella en representación de la madre de Joaquín Morales Franck (22 años), una de las víctimas fatales.
Desde el comienzo de la investigación se anunciaba que el jueves 28 sería un día clave para el proceso que afronta el golfista Armando José Zarlenga (31 años), quien está imputado por homicidio culposo por conducción imprudente luego de protagonizar un accidente de tránsito que les costó la vida a Franck y a Maximiliano Saldaño (25 años). Ayer finalmente se le realizó el dosaje de alcoholemia y el examen toxicológico al acusado, con las muestras que se le tomaron el día del hecho.
Las querellas estiman que el resultado de los estudios, que se conocería la próxima semana -hay un plazo máximo de 10 días- confirmarían los dichos del testigo Raúl Flores, quien había aseverado que Zarlenga estaba alcoholizado al momento del hecho y cuando lo detuvieron. “Consta en el legajo que tenía signos de estar alcoholizado”, recordó Iramain, que subrayó que esas apreciaciones serán secundarias ante el resultado del estudio bioquímico.
A gran velocidad
El lunes a las 4, según la acusación, Zarlenga conducía una camioneta BMW blanca por avenida Mate de Luna cuando, a la altura del 2.700 -casi esquina con pasaje República- chocó con la motocicleta en la que viajaban Franck y Saldaño, que eran empleados de seguridad barrial. Los jóvenes murieron en el acto por la fuerza del impacto. “Si bien aún falta el resultado de la pericia accidentológica, cuando vemos cómo quedó la moto, cuyo asiento estaba incrustado en la parrilla de la camioneta, no caben dudas de que el acusado venía a gran velocidad. Creo que ni siquiera pudo frenar”, le dijo a LA GACETA Jorge Lobo Aragón, querellante por el padre de Franck. La misma teoría sostiene el abogado Eduardo Herrera, quien representa a la familia Saldaño.
Flores, compañero de trabajo de las víctimas, declaró que tras presenciar la tragedia debió retener al golfista con la ayuda de un taxista porque habría intentado escapar. La defensa, integrada por Camilo Atim y Ernesto Baaclini, discrepó sobre esa versión y sostuvo que Zarlenga se quedó en el lugar, donde habría sido agredido a golpes y donde además le sustrajeron su celular. Atim dijo en audiencia que se denunció ese hecho.
Todo supervisado
El día de la tragedia se le tomó una muestra de sangre y otra de orina al imputado, las cuales fueron congeladas en una cámara especial de la morgue judicial para que hoy se realice la pericia toxicológica en presencia de un perito, por pedido de la dupla defensiva. Finalmente el querellante Iramain también asignó a un especialista de parte.
Ayer, en presencia de los bioquímicos Pablo Saguir (por la defensa) y Sarah Cristina Daives (por la querella) los profesionales del ECIF abrieron los sobres de las muestras. Hubo que esperar que se descongelaran de forma natural.
Todo el proceso fue supervisado también por los auxiliares Gustavo Zavalía y Julieta Diosque, de la Fiscalía de Atentados contra la Persona que subroga Pedro León Gallo.
Si bien el plazo máximo es por 10 días, las partes estimaron que los resultados no demorarán tanto en conocerse.
Por otro lado, el golfista continúa detenido en la seccional 3ª -recibió 45 días de prisión preventiva- a la espera de la audiencia de impugnación. El domingo podría conocerse la fecha del nuevo debate. Las defensas, durante la audiencia, reclamaron que aplicar la máxima cautelar había sido excesivo para un acusado sin antecedentes que afronta un delito con expectativa de pena de entre tres y seis años de prisión.