Habría otro caso de un “médico mellizo” en el sur

Una profesional se apresta a denunciar que le suplantaron identidad y matrícula

INVESTIGACIÓN. En el Centro Judicial de Concepción se sustancia al proceso contra un médico mellizo. INVESTIGACIÓN. En el Centro Judicial de Concepción se sustancia al proceso contra un médico mellizo. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL

El caso del “médico mellizo” que se desempeñaba en el Sanatorio Jesús María de Concepción, con nombre y matrícula profesional de un terapista de la capital, no sería en estos días el único que pone en tela de juicio el sistema de control sanitario del Siprosa. En la próxima semana una médica, también de San Miguel de Tucumán, radicaría ante la justicia una denuncia contra un falso profesional que se venía desempeñando en centros asistenciales de Aguilares y Alberdi utilizando el número de su matrícula profesional. Este hecho ya habría sido puesto en conocimiento del Departamento de Fiscalización del Siprosa hace tres meses, pero la médica hasta ahora no habría tenido respuesta del organismo sanitario.

La damnificada en cuestión prefiere por ahora mantener en reserva la identidad. Su decisión de formalizar ante la justicia la demanda contra el “falso médico”, que utilizaba su matrícula profesional, surgió luego del caso del sanatorio Jesús María. Según la investigación, en este centro asistencial el estudiante de medicina Enrique Bustamante se desempeñó durante varios años como médico de la sala de terapia intensiva, utilizando el nombre y la matrícula del terapista Sergio Guillermo Martínez. Este profesional trabaja en el Hospital Padilla y en el Sanatorio Rivadavia de la capital. El terapista descubrió de forma casual que una historia clínica, proveniente del establecimiento sanitario de “La Perla del Sur”, tenía su firma y matricula profesional cuando nunca había ejercido su labor en esa ciudad. Posteriormente se conoció que el hombre que había suplantado su identidad y licencia médica era Bustamante. Inmediatamente denunció la irregularidad ante el Siprosa y en el Centro Judicial de Concepción.

En la Unidad Fiscal de Decisión Temprana, a cargo de Miguel Varela, se inició la investigación del caso. Hasta ahora se practicaron varias medidas, entre ellas una inspección ocular en el sanatorio, y se tomó declaración a algunos testigos. La investigación avanzará hasta determinar la responsabilidad del acusado y poder precisar qué figura delictiva se le imputa en caso de tener todas las pruebas necesarias.

Falta de control

Martínez el martes ratificó su denuncia ante el ministerio público. El profesional ya había adelantado que tenía información que el caso de Bustamante, que lo tiene a el como damnificado, no sería el único registrado en el sur tucumano. Y mencionó el caso de una médica de apellido Aparicio. Sería la misma que ahora va a denunciar la utilización de su matrícula por un “falso médico” ante los tribunales de Concepción.

Cuestionamiento

Martínez, luego de cuestionar el nivel de control que viene ejerciendo el Departamento de Fiscalización Sanitaria del Siprosa, aseguró que “hay colegas -dijo- a los que les pasó exactamente lo mismo que a mí. Hicieron denuncia hace meses y hasta ahora no pasó nada”. Y planteó: “¿qué pasa? ¿Por qué el Siprosa no sale a supervisar quiénes son los que trabajan en los centros asistenciales? A mí me cuesta creer que un sanatorio tenga a un tipo trabajando tantos años y su propietario no sepa de quién se trata”, añadió.

Orlando Di Marco, titular del Departamento de Fiscalización Sanitaria, se defendió por su parte y aseguró que el organismo a su cargo realiza controles sorpresivos en centros asistenciales, consultorios y farmacias. “No podemos tener un inspector para cada uno de los cientos de locales con funciones sanitarias que en toda la provincia”, argumentó. Y explicó: “disponemos de un sistema digitalizado de control de matrículas al que pueden acceder quienes tienen que iniciar un trámite de incorporación de un profesional. El sanatorio Jesús María jamás lo hizo” sostuvo el funcionario. Aclaró que las denuncias que se radican en su dependencia tienen un trámite formal y muy minucioso “a fin de evitar invalidación del proceso de investigación y las medidas a adoptar”. “Nuestro departamento tiene ya 20 años de funcionamiento y todos procesos de contralor tiene aval de normas de calidad internacionales”, advirtió.

Las autoridades del sanatorio Jesús María hicieron un descargo público sosteniendo que la institución había sido estafada por Bustamante. Aseguraron que estaban brindando toda la colaboración necesaria a la justicia con el objeto de que se determinen las responsabilidades sobre lo ocurrido.

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