Manzur y Jaldo cuidan cada paso

Manzur y Jaldo cuidan cada paso

El equilibrio en las relaciones políticas suele ser frágil y perecedero. Cualquier paso en falso de los protagonistas puede ser motivo para que el escenario se enrarezca y el statu quo se modifique rápidamente. Mucho más si en la historia reciente del vínculo figura un conflicto por el poder; una puja en las urnas; una inmediata unificación forzada y un contexto nacional adverso. La relación entre Juan Manzur y Osvaldo Jaldo acapara la atención de la dirigencia oficialista y opositora. Las teorías abarcan todas las posibilidades porque el horizonte del cuatro de junio, fecha de las elecciones provinciales, se percibe aún borroso.

En los entornos del Jefe de Gabinete y del gobernador coinciden en un punto: ninguno confía del todo en el otro, pero se necesitan para la supervivencia. En política, el archivo muestra que valen más los intereses comunes que la confianza. Este es el motivo por el que cuidan cada paso, para no dar uno en falso.

Manzur y Jaldo cuidan cada paso

Para muestra basta un botón: los referentes habrían acordado que las elecciones de renovación de autoridades del Partido Justicialista (PJ) pasen lo más inadvertidas posibles. El mandato de Manzur y Jaldo, presidente y vice, vence a principios del 2023. La idea sería repetir la lista para evitar suspicacias y movimientos indeseados. El tranqueño viajó el miércoles a Buenos Aires y mantuvo un encuentro a solas con el gobernador en uso de licencia en un hotel. Si bien el hermetismo fue total en relación a los asuntos que trataron, la situación del PJ podría haber estado en el temario, además del presente y el futuro de ambos. Inicialmente, se había hablado en la Casa de Gobierno de la posibilidad de prorrogar los mandatos actuales, pero habría sido descartado. El objetivo sería dar una muestra más de unidad y que ésta conforme a todas las vertientes del justicialismo.

Tras la cita ambos habrían comentado a diferentes dirigentes que la relación está “muy bien” y que aspiran a seguir trabajando coordinadamente para llegar unidos al año que viene. Los referentes destacan que volvieron juntos en el avión oficial y que participaron luego del acto central de la Expo Láctea en Trancas.

En el manzurismo, confían en que las instancias políticas nacionales favorezcan a Manzur que, como “plan A”, aspiraría a ocupar un lugar en la fórmula presidencial del oficialismo. Mientras los Fernández están enfocados en la interna, el Jefe de Gabinete se dedica a recorrer el país -estuvo en La Rioja con los gobernadores y en Paraná con empresarios - y a su propia construcción. Quienes lo frecuentan dicen que se siente apoyado por los ejecutivos provinciales y por los “barones” del Conurbano bonaerense. En cuanto a Tucumán, Manzur apostaría a facilitar la llegada de obras públicas para marcar territorio. También se asegura personalmente de que lleguen a otros distritos para apuntalar a los mandatarios afines. Que las elecciones sean en junio y no en agosto le permitiría, interpretan en el justicialismo, llegar a los comicios nacionales con una posible victoria bajo el brazo.    

¿Qué pasa si el escenario nacional deja eventualmente a Manzur fuera? Las alternativas que mencionan puertas adentro son varias y algunas pueden convivir. Por ejemplo, mencionan que podría aspirar a un cargo provincial y aún así presentarse para uno nacional. Los distintos interlocutores disienten respecto de qué le convendría más al gobernador en uso de licencia: muchos han expresado que tiene que ir por la vicegobernación y otros, que debería ubicar en la fórmula a alguien de su confianza y asumir como senador (es suplente en la lista que encabeza Pablo Yedlin). En todos los casos la estrategia implicaría que el peronismo siga unido y que Jaldo le siga respondiendo.

Si bien es prematuro, hay dos grandes grupos de opiniones entre los cercanos a Manzur: uno que da por hecho que Jaldo será el elegido y otro que considera que no tiene ese puesto asegurado.  

Quienes suscriben la primera opción analizan que sería lo menos problemático y que implicaría que toda la dirigencia se encolumnara. Otros no están convencidos de que Manzur vaya a bendecirlo. Sostienen que si Jaldo gana, desplazaría a Manzur como “Alperovich lo hizo con Miranda”. Consideran que, una vez electo, Jaldo marginaría también al manzurismo más duro.  

En todos los resquicios del jaldismo dan como un hecho que el candidato natural es su líder. Consideran que, fiel a su estilo, el gobernador está muy atento a cada movimiento y que advertirá cualquier actitud que pretenda dejarlo fuera. En su entorno manifiestan que si bien está protagonizando actos y recorridas, la cabeza está puesta en la gestión. Subrayan que entre los asuntos que lo desvelan están la obra pública y la seguridad. Durante el viaje a Buenos Aires, por un lado, trajo varias respuestas que estaban pendientes: se destrabaron la obra de la cárcel nueva y el pago de los subsidios del transporte del segundo trimestre y obtuvo el compromiso de que la energía estará garantizada para la industria en los próximos meses. Cuentan que el resorte clave para las gestiones fue Sisto Terán. Se emplazó, además, a las empresas constructoras a que en 120 días entreguen las primeras casas pendientes de Manantial Sur y se les habría manifestado que si no cumplen con los tiempos no volverán a ser tenidas en cuenta para trabajar para el Estado. Por el otro, el gobernador reunió a la cúpula de Seguridad antes de irse y reclamó mejores resultados y encargó un mapa del delito específico zona por zona.

El sonido electoral  

Hay una certeza con la que juega el oficialismo: electoralmente se trabajará con las normas vigentes. Según altas fuentes del Gobierno, no habría ninguna modificación en el sistema en relación a 2019. Con el cuatro de junio como meta, los movimientos proselitistas han comenzado a notarse en el interior y la Capital y asomaron los primeros carteles Manzur-Jaldo 2023.

La dirigencia del PJ está alistando los partidos que irán acoplados. La intención es sumar lo más posible para la fórmula y por ello no se limitaría el número de acoples. En el Ejecutivo ya prevén conflictos territoriales en los municipios y las comunas porque se pondrán en juego los intereses de la mayoría: sólo tres de los 19 intendentes y la mitad de los 93 delegados comunales pueden ir por la reelección.

¿Incide el escenario nacional? Más allá de la cuestión “Manzur”, en Tucumán se considera que no demasiado porque ya habrá un gobernador electo cuando se celebren las Primarias. La dupla que lidera el oficialismo ya dio las señales de que estarán alineados con el albertismo.  Ante la división nacional, se reunificó gran parte del kirchnerismo local que había quedado desarticulado tras la interna local. Sostienen que si hay una fragmentación en la coalición y van a las PASO, buscarán llevar listas propias para competir. Esperan que Cristina Fernández siga recorriendo las provincias y no descartan que llegue a Tucumán. Todo se va alineando, especulan, para que sea la propia vicepresidenta la que confronte con el Presidente en las urnas.

Para fin de mes se espera un evento importante para el cristinismo en la provincia y se espera la llegada de algunas figuras relevantes.

Distancia en Juntos

Tras los chisporroteos verbales entre Germán Alfaro (PJS) y Roberto Sánchez (UCR), las desavenencias en las elecciones en el radicalismo y la reunión Alfaro-Mariano Campero no hubo demasiados avances en el frente opositor. Cada espacio sigue en sintonías distintas.  

En la cena anual de la Fundación León se dio una foto impensada: Sánchez y el intendente de Bella Vista, Sebastián Salazar, compartieron mesa. Salazar encabeza un grupo que había dado un portazo de la lista de unidad que llevó al diputado a la presidencia. Otros políticos presentes que siguieron desde otras mesas la situación dieron cuenta de que se saludaron con cordialidad, pero que no hablaron de política. A la invitación la efectuó el legislador José María Canelada, que quedó sentado justo en el medio de ambos. De acuerdo con la imagen que se publicó en las redes, también estuvieron Silvia Elías, Alejandro Molinuevo, Ana Paula Quiles, Sandra Manzone y Alberto Colombres Garmendia, entre otros.    

Mientras la mesa política de Juntos por el Cambio sigue sin reunirse, mañana habrá una cita de trabajo entre los coordinadores de las comisiones que elaboran el Plan de Gobierno.

No sólo Manzur y Jaldo miden sus pasos, sino también los protagonistas de la oposición. Si bien falta para 2023, no está tan lejos.

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