A un año de las elecciones, Jaldo quiere mostrar más gestión y la oposición trata de consolidarse

El vicegobernador a cargo del PE arenga a sus ministros. Se inyectará una suma extraordinaria de dinero en los próximos 30 días para intentar un cambio del humor social. Juntos por el Cambio trata de consolidarse como alternativa electoral. FR dice que, por ahora, va solo hacia 2023

A un año de las elecciones, Jaldo quiere mostrar más gestión y la oposición trata de consolidarse

La política no da respiro. Algunos dirigentes tratan de mostrar más gestión para renovar los votos en 2023; otros realizan mea culpa y buscan convertirse en una oferta electoral competitiva a tanto predominio del peronismo en Tucumán. En las parlamentarias del año pasado, por ejemplo, Juntos por el Cambio estuvo a 20.000 sufragios de arrebatarle el triunfo al oficialismo que venía de una fuerte disputa entre sus máximos exponentes. Hoy la situación es tan tensa como ayer, nada más que Juan Manzur, convertido en jefe de Gabinete, y Osvaldo Jaldo, vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo, se muestran como la señal de la unidad para retener el poder el año que viene. Del otro lado, siguen las internas con varios referentes que tienen intenciones de convertirse en gobernador, pero que no logran consolidarse en la vidriera política.

Jaldo arrancó la semana con una arenga a sus ministros; varios de ellos salieron de la reunión de gabinete petrificados por las palabras del gobernador interino. El tranqueño les dijo que sea o no candidato a gobernador, el Frente de Todos debía mostrar más gestión para darle respuestas más rápidas a la sociedad. “Nadie debe relajarse porque hay que levantar la imagen del Gobierno. ¿Cómo quieren ser recordados, como los ministros que cerraron bien la gestión o como aquellos que contribuyeron a una derrota”, comentan que interrogó Jaldo a sus colaboradores.

El vicegobernador está con el almanaque en la mano. Recuerda que hace nueve meses asumió la conducción del Ejecutivo y también que le faltan nueve meses para el próximo turno electoral. Noviembre no cuenta porque la población estará más pendiente del Mundial de Qatar; diciembre y enero, a su vez, son meses de consumo y de vacaciones, razonan en la Casa de Gobierno.

Jaldo sabe que no puede gestionar la política económica. La inflación es uno de los principales rivales electorales. La cuarta ola de contagios de Covid-19 es otra cuestión que inquieta. Un poco más allá las posibles medidas que adopte el equipo del ministro de Economía, Martín Guzmán, para cumplir con las metas acordadas con el FMI y que pueden tener afectación en las provincias. En una palabra, ajuste. Mientras tanto, tratará de potenciar las acciones. Por ejemplo, este mes se inyectará una suma extraordinaria de recursos al circuito financiero y comercial tucumano con el pago de sueldos y del medio aguinaldo que, según las previsiones oficiales, comenzará a cancelarse desde mediados de mes. Sólo por esas dos obligaciones, el dinero que circulará superará los $ 22.000 millones. Otros $ 15.000 millones ingresarán este mess por el pago de certificados de la obra pública, lo que dinamizará la economía local. En el medio de estos anuncios también hay problemas como el abastecimiento del gasoil que ha llevado al gobernador interino a radicarse en Buenos Aires en busca de salidas para evitar contratiempos para las zafras citrícola y azucarera, entre otras actividades. Sostener el faltante redundaría en un conflicto social que se quiere evitar a toda costa.

Regino Amado, vicepresidente primero de la Legislatura, que ayer estuvo a cargo del PE, sabe que los embates opositores serán una constante en medio de estos inconvenientes de gestión. “(El jefe de Gabinete) Juan Manzur y Jaldo están trabajando coordinadamente para que las soluciones lleguen pronto”, dice ante la consulta de LA GACETA.

La oposición acecha. Sus principales dirigentes aceptan que están en un proceso de mea culpa, en la que necesariamente hay que administrar egos para ofrecer la mejor alternativa para desbancar al peronismo del poder, reconocen. “Manzur, Jaldo y José Alperovich forman parte de la misma matriz que profundizaron los problemas de la provincia desde hace 20 años”, dice el dirigente radical José Cano. El diputado acota que, antes de cuestionar al macrismo, el peronismo debería quedarse con el diagnóstico que el propio Jaldo hizo sobre Manzur el año pasado “cuando decía que no se hacían obras en Tucumán porque no había un banco de proyectos, como sí lo mostraron Jujuy, Chaco o Santiago del Estero en tiempos del macrismo”. “En nuestro caso -señala-, hacemos una autocrítica de cara a la sociedad para plantear propuestas clara con el fin de resolverle los problemas”, indica. En este aspecto, Amado ha cuestionado a la gestión presidencial de Mauricio Macri que, a su entender, “no ha padecido una pandemia de Covid ni los efectos económicos de una guerra (como la de Rusia y Ucrania), pero ha pedido mucha plata como los casi U$S 50.000 millones al FMI y, en Tucumán y la región no ha motorizado el desarrollo con más viviendas o mejores rutas”. “Es fácil criticar desde afuera y creo que si a la anterior gestión le hubiese tocado un escenario como el que le tocó a Alberto Fernández, no hubiese estado a la altura de las circunstancias”, acota el legislador oficialista monterizo.

La fragmentación opositora contribuye a las expectativas oficialistas. El legislador del Partido de la Justicia Social, Walter Berarducci, está convencido que enfrentarán, como otras veces, a todo un aparato montado en la provincia, varios municipios y comunas rurales, “con fuerte ascendencia clientelar”. “Sin embargo, este oficialismo lleva un desgaste por la mala gestión en distintas áreas que prestan malos y deficientes servicios. Desde la oposición nos estamos preparando para consolidar el espacio y mostrar propuestas claras y serias, área por área, y dar las respuestas que demanda la gente”, dice. En ese aspecto, puso de relieve la experiencia adquirida en municipios administrados por Juntos por el Cambio como la Capital, Concepción, Bella Vista y Yerba Buena. “Por caso, Germán Alfaro, como los otros intendentes del espacio, han venido demostrando que pueden y saben administrar en momentos complicados y, así, enfrentar a un PJ que, con todos los medios a disposición, quiere perpetuarse en el poder”.

Ricardo Bussi, líder de Fuerza Republicana, está convencido de que Manzur y Jaldo son más de lo mismo, que “gestionan despreocupados por la gente y haciendo uso de las contrataciones directas tan sospechadas en Tucumán”. Agrega que todas las fuerzas políticas ya comenzaron a calentar motores para la próxima elección (“sería una hipocresía negarlo”, argumenta) y que el escenario de atomización favorece a su partido. “Intenté muchas veces ser parte de la coalición opositora, pero ante tantos agravios recibidos, vamos a volver a la nuestra”, anticipa. Bussi señala que por ahora no prevé alianzas. “Estoy centrado en que FR sea competitivo y, así, ganarle al peronismo”, expresa.

Amado, el polifuncional: doble rol ante las ausencias

Regino Amado entró ayer a la Casa de Gobierno como vicepresidente primero de la Legislatura, pero automáticamente se convirtió en titular de la Cámara y hasta gobernador interino. ¿Cuáles fueron los motivos por lo que el legislador monterizo actuó como polifuncional? El viaje de Osvaldo Jaldo a Buenos Aires obligó al vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo a ceder ese cargo al presidente subrogante del Parlamento, Sergio Mansilla que, a su vez, se encuentra en proceso de aislamiento por Covid-19. Por esa razón, Amado tuvo que atender ambas responsabilidades institucionales con el teléfono celular en la mano, recibiendo instrucciones de la Capital Federal y comunicando las novedades a Aguilares, donde reside Mansilla. Hoy, en tanto, el vicepresidente de la Cámara presidirá la sesión parlamentaria porque Jaldo seguirá en Buenos Aires, pero Mansilla volverá a sus funciones.

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