La última novela de Eugenia Almeida, Desarmadero (2022), es parte de una lista de recomendables aciertos como El colectivo (2009, Premio Internacional Dos Orillas), La pieza del fondo (2010) y La tensión del umbral (2017), con un estilo ágil y maquinaria perturbadora. En su ensayo Inundación (2019, Premio Fundación el Libro), Almeida pone el cuerpo en lo que escribe, sin derroches, precisa, rozando lo poético. En sus novelas llega al punto álgido, inquietando y soltando la trama justo cuando el lector precisa que lo haga.
En Desarmadero, Durruti capitanea el negocio de desarmes e impone su orden; Noriega comete el crimen de los Funes; Laucha es el amigo fiel que sabe esperar. Se desarrolla un tejido de entrecruzamientos inesperados, suministrando arbitrariedades, traiciones, en una cadena de poder de la que finalmente se sabrá, o no, quién es el sujeto que sostiene esa red de “enmascarados poderes” a costa de los más tremebundos asesinatos y enredos que llevan a desgracias inoculadas por impiadosas envidias como las de Cepeda con Saravia, quien “asiste al descubrimiento de que en su cuerpo hay violencia buscando un blanco”.
Todos son blanco de todos en ese submundo de rojo, de armas y de sombras; desde el otro lado, la ciudad no duerme, es foco de descontroles entre “civilizados” por actos de venganza; anónimos que brindan información falsa, ocasionan el inicio del derrumbe de una historia y la de una organización mafiosa sostenida al amparo de una institución policíaca provincial.
La escritora cordobesa tiende hacia el “género negro”; apela a ciertos códigos a través de los que estalla la delincuencia, el delito, la corrupción que abarca a todas las capas sociales, incluido el Estado a través de ciertas instituciones. Ronda la acción con prácticas violentas, de intriga entre individuos que viven en el límite; un suspenso inquietante que no abruma, reclama la atención alerta del lector. Almeida trabaja con las posibilidades que le puede dar la realidad y, tal vez, se suma al “aporte de los tough writers o escritores duros norteamericanos” con los ingredientes de “la violencia, humanidad, y sobre todo la credibilidad en tanto se ocuparon del crimen como parte del mundo real” al decir de Mempo Giardinelli en su estudio sobre este registro del género.
Con interesante manejo de la oralidad y de las voces, la autora arma una jungla donde muchos caen al abismo pero alguno puede ver la luz.
© LA GACETA - LILIANA MASSARA
NOVELA: DESARMADERO - EUGENIA ALMEIDA - (Edhasa – Buenos Aires)
PERFIL
Eugenia Almeida nació en Córdoba en 1972. En 2005 ganó el Premio Internacional de Novela “Dos Orillas” organizado por el Salón del Libro Iberoamericano de Gijón (España) por El colectivo, libro publicado en Argentina, España, Grecia, Francia, Italia, Portugal, Austria e Islandia. Su novela La pieza del fondo fue seleccionada como finalista del Premio Rómulo Gallegos 2011. Su tercera novela, La tensión del umbral, recibió en Francia el Premio Transfuge a la mejor novela hispánica.