La clase media tucumana se resiste al descenso

La brecha de ingresos entre el hogar más pobre del más rico en el Gran Tucumán-Tafí Viejo es de 13 veces. La informalidad laboral afecta al 46,1% de los asalariados del distrito.

 LA GACETA / FOTO DE Analía Jaramillo LA GACETA / FOTO DE Analía Jaramillo

Sostenerse en la tabla de posiciones socioeconómicas. Esa es la premisa de la clase media tradicional tucumana que, frente a una inflación anual por encima del 90%, observa cómo se deteriora su poder adquisitivo que, a su vez, lo lleva a bajar un escalón en ese ranking. Un claro ejemplo de ese empobrecimiento de la pirámide social se observa en la “Evolución de la distribución del ingreso en Tucumán”, difundida por la Dirección de Estadística de la Provincia. Según ese reporte oficial, con datos al primer trimestre de este año, Los hogares con ingresos tienen en promedio total familiar de $ 108.157. El diagnóstico toma en cuenta los 257.901 hogares existentes en el Gran Tucumán-Tafí Viejo, es decir, sólo la población urbana.

La brecha de ingresos para los hogares según ingreso total familiar es de 13 veces. En otras palabras, por cada peso que se genera en un hogar pobre, en los de mayor poder adquisitivo asciende a 13 pesos en promedio. Así, por ejemplo, el ingreso medio del escalón más bajo de la escala social familiar es de $ 23.079, mientras que el más alto (representa a casi el 10% de la población del principal aglomerado urbano) llega a los $ 208.778, en promedio, de acuerdo con el estudio realizado por la repartición que conduce el economista Raúl García.

Tomando como referencia el período con datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) ha llegado a la conclusión de que, para ser de clase media, se necesitaron $ 118.000 de bolsillo (para una familia tipo de cuatro personas). Si a esa cifra se la actualiza con la evolución inflacionaria acumulada hasta estos días, el ingreso de una familia de clase media tradicional debería rondar los $ 140.000 mensuales. El 37% de los hogares no llega a ese número. A él llegan un 53%, y el 10% restante, que en estos parámetros sería la clase alta (con ingresos superiores a los $ 377.000), señala el instituto presidido por el economista Jorge Colina.

La cuestión de fondo ante el deterioro del poder adquisitivo pasa por el ser y parecer de clase media, es decir en la identidad socioeconómica. Según Idesa, en los últimos cuatro años en promedio, sólo el 9% declaró recibir ayuda estatal (esto en las clases bajas llega al 56%). Y durante la pandemia hubo familias que por primera vez recibieron ayudas (con el IFE): se llegó a 21% de los hogares. Por otro lado, hubo dos gastos que se mantuvieron en todo el período a pesar del contexto adverso: el vinculado a la prepaga u obra social y el de educación de los hijos. En promedio, un 94% de los hogares de clase media mantuvo al menos un miembro con cobertura. Y un 53% mantuvo al menos a uno de sus hijos en colegios privados.

¿Causas son las causas de este fenómeno? La entidad precisa que, detrás del deterioro social está, por un lado, la inflación y por el otro la precarización del mercado laboral. Ambos factores afectan los ingresos de los hogares. Guillermo Oliveto, un experto en consumo que dirige la consultora W, señala que la clase media asume que está más empobrecida y que, frente a una coyuntura de crisis, debe definir cada vez más qué gastos recorta para sostener su status social. ¿Qué quiere la clase media?, se pregunta. Seguir siendo clase media. “La aspiración de máxima es no perder lo que tiene. La de mínima, perder lo menos posible. Es una clase media que se siente bajo amenaza y está a la defensiva”, puntualiza.

¿Qué se infiere de los datos oficiales de ingresos familiares en el Gran Tucumán-Tafí Viejo? El primer punto es que la indigencia es casi estructural y afecta a cerca del 11% de la población urbana si se toma en cuenta que el incremento del precio de los alimentos traslada más pobres al último escalón socioeconómico. En Tucumán, la Canasta Básica Alimentaria ha sido calculada en $ 46.115 para una familia tipo.

Tomando en cuenta los ingresos, la pobreza puede llegar a situarse entre un 42% y un 45% en la siguiente medición que el Indec tiene previsto difundir el 28 de septiembre próximo. Sin embargo, el economista Leopoldo Tornarolli, ha dicho a LA GACETA que todavía no se observará un salto de la tasa de pobreza en la próxima medición. “La suba interanual de la canasta básica total (el valor de la línea de pobreza que en el caso de Tucumán ha llegado a los $ 98.226 mensuales para una familia tipo) sigue siendo bastante menor a la suba de la inflación general, por lo que es probable que incluso se observe una caída”, estima el investigador del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas). Claro está que la evolución será dispar de acuerdo con la región geográfica.

A su vez, un 10% de la población urbana tucumana transita entre la pobreza y la clase media baja. Son los trabajadores informales. En este sentido, la Dirección de Estadística ha realizado una primera medición tras la pandemia, que detuvo las encuestas presenciales. De acuerdo con el reporte al que accedió nuestro diario, la población asalariada sin descuento jubilatorio en el primer trimestre, representó 46,1% del total de la fuerza laboral. Trasladada a una cifra concreta, Estadística observa que 122.865 personas están en negro, lo que representa una suba de casi un punto porcentual desde la última medición de marzo de 2020.

Un reciente relevamiento de la Escuela Idaes de la Universidad Nacional de San Martín, ha reflejado que siete de cada 10 argentinos creen que descenderán en la pirámide socioeconómica en los próximos meses. El estudio revela que el 83% de las personas encuestadas tuvo que tomar medidas de ajuste frente a la inflación. En ese sentido, el informe aporta que el 48% de las personas sondeadas aseguró que dejó de pagar cuentas, facturas o boletas, mientras que un 46% afirmó que pidió dinero prestado. A su vez, un 65% señaló que está de acuerdo con la afirmación de que “no hay tema más importante que la inflación”. Es así que el 82,6% afirmó que “habla mucho con su familia” sobre los aumentos de precios.

La distribución de los ingresos familiares

$ 108.157 es el ingreso promedio familiar de un hogar del Gran Tucumán.

$ 23.079 es el ingreso medio de la familia más pobre del aglomerado.

$ 289.778 es el ingreso de una familia más adinerada, al primer trimestre del año.

26,5% de los ingresos totales se concentra en el decil más alto del distrito.

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