Enfermedades no transmisibles, un flagelo

En la Argentina, mueren más de 250.000 personas cada año por este grupo de patologías.

CONTROLES. La diabetes es una de las enfermedades no transmisibles. CONTROLES. La diabetes es una de las enfermedades no transmisibles.
03 Septiembre 2022

De acuerdo con datos epidemiológicos recientes, unas 261.000 personas mueren cada año en nuestro país por alguna enfermedad no transmisible. Entre estas se encuentran la diabetes, la hipertensión arterial, el cáncer, enfermedades respiratorias, cardiovasculares, problemas de salud mental, obesidad, enfermedades renales y del hígado.

A diferencia de las patologías infecciosas, las no transmisibles (ENT) no son causadas por una infección aguda ni se contagian, pero constituyen hoy la principal causa de muerte y discapacidad a nivel mundial, y requieren cuidados y tratamientos a largo plazo.

Según cifras de la Organización Panamericana de la Salud, de las 41 millones de personas que fallecen en el mundo a causa de una ENT, 15 millones tienen entre 30 y 69 años, es decir que constituyen muertes prematuras, y de estas un 85% ocurre en países de ingresos bajos y medianos.

Atentos a esta situación, los especialistas, en pleno marco de la Semana Mundial de Acción sobre las ENT, que se conmemora del 5 al 11 de este mes bajo el lema Actuar sobre las ENT, subrayan la importancia de llevar adelante medidas tendientes a modificar conductas para prevenir estas afecciones, las que no solo deben involucrar al individuo, sino la comunidad médica, a la industria alimenticia y la instrumentación de políticas públicas gubernamentales.

“Las ENT son las enfermedades que actualmente llevan la mayor carga de mortalidad en el mundo: hoy, la población se muere primariamente de insuficiencia cardíaca, complicaciones por hipertensión arterial, accidente cerebrovascular o cáncer. Hace 50 o 60 años esto era diferente porque las que mayor mortalidad causaban eran las enfermedades transmisibles, las infecciosas. El cambio se relaciona con el avance farmacológico que hubo a partir de los antibióticos y las vacunas y también con que la población vive más tiempo, entonces aparecen complicaciones asociadas a la edad, sumado al cáncer”, explicó el doctor Nicolás Renna, vicepresidente primero de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial. Agregó que hay una tríada fundamental en el abordaje de las ENT, compuesta por el rol del médico, el sistema de salud (autoridades sanitarias, sociedades científicas y comunidad médica en general) y los pacientes. “Si esa triada no funciona, no vamos a llegar a los objetivos que nos proponemos. No sólo juega la voluntad del paciente por cumplir medidas higiénico-dietéticas o de tomar todos los días los medicamentos que tenga indicados, sino que tiene que ver con el acceso al sistema de salud, con las políticas públicas (reducción de sodio, contar con espacios para hacer actividad física segura) y, por otro lado, el médico, que debe superar la inercia médica, porque la educación médica también contribuye al control de estas patologías que evolucionan con el tiempo”, advirtió.

Sólo por poner un ejemplo que habla de la importancia de conocer y tratar las ENT, el Dr. Renna se refirió al conocimiento, control y tratamiento de la presión arterial, tres cuestiones que, aseguró, están muy por debajo de lo esperado. “Hoy el control de la hipertensión se da en uno (o menos) de cada cuatro hipertensos. Según una publicación reciente de la revista científica Nature, los objetivos para 2050 deberían ser 80-80-80, es decir, 80 de conocimiento, 80 de control y 80 de tratamiento, con eso se reduciría aproximadamente el 50% de la insuficiencia cardíaca, el 40% del ACV y el 25% de los infartos”, indicó.

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