Ausencia de peces en La Angostura: se apagó uno de los motores del turismo del valle

El problema de la pesca pone en peligro la economía de los habitantes de El Mollar y levantó a localidades de Catamarca y de Salta

UN PROBLEMA. Los comerciantes y la gente ligada a los servicios se quejan por la baja de presencia de pescadores en El Mollar. UN PROBLEMA. Los comerciantes y la gente ligada a los servicios se quejan por la baja de presencia de pescadores en El Mollar.

“El Mollar vive de la actividad, si no hay pesca, el pueblo se muere”. Con esa brutal honestidad, Sabrina Andrés, que junto a su marido se dedica a brindar servicios a pescadores, explicó cuáles son las consecuencias de este problema. “No vende el carnicero, el verdulero ni el panadero. No se ocupan las cabañas que se construyeron para ellos. Tampoco trabajan los que filetean los pescados y casi nadie carga combustible. Esto es una desgracia”, añadió preocupada.

La mujer sabe que los inviernos son largos. Después de la invasión de verano, hay muy poco movimiento. “Los únicos que traen plata desde marzo hasta agosto, son los pescadores. Y si no vienen ellos, muchos se terminarán fundiendo porque los números no dan”, explicó.

El secretario de Desarrollo Productivo, Juan Blasco, coincidió con Andrés. “Por eso le damos mucha importancia a la actividad. La pesca es fundamental para la actividad turística, especialmente en El Mollar”, señaló. “Por ese motivo hay una decisión del Gobierno de estudiar lo que está pasando y hacer lo que sea necesario para que se mejore la situación”, comentó.

Los pescadores sostienen que Tucumán, una vez más, está perdiendo la oportunidad de apostar a la pesca. Miguel Saguir, multicampeón de la actividad, sostiene que nuestra provincia es una privilegiada en todo el NOA. “Podés hacer pesca variada en la llanura; buscar pejerreyes en El Cadillal que está a menos de una hora de la plaza Independencia o el mayor centro turístico de la provincia, como lo es Tafí del Valle. Además, también tenés la posibilidad de buscar truchas en los ríos de montaña. No existe en el país tanta oferta, pero aquí la desaprovechamos”, repite una y otra vez.

Los pescadores están desencantados con la pobreza del pique en La Angostura. Por eso están eligiendo otros destinos para practicar el deporte. Catamarca y Salta son los más requeridos en estos momentos. “La verdad es que hasta hace no mucho tiempo considerábamos como locos a los catamarqueños y riojanos porque venían a pescar a Tafí. Ahora somos los que tenemos que viajar para poder pasarla bien”, explicó Juan Carlos Heredia. “Ahora la plata se la quedan ellos. Van a mejorar todos los servicios para difundir la actividad”, añadió.

Fernando González escuchó atentamente a su camarada de cañas. Esperó que terminara de hablar para disparar un par de frases que movilizaron aún más al amigo. “Muchos no lo recordarán, pero fue un tucumano el que salvó a los diques catamarqueños, que agonizaron durante mucho tiempo. (Carlos) ‘El Loco’ Rivieri, que era el técnico de Flora y Fauna, fue el mentor de un acuerdo de colaboración. Estudió cada uno de los lagos, les dijo qué tenían que mejorar y les donó alevines que se reproducían en El Cadillal. Ya no se hace nada de eso. A él lo condenaron a una oficina y después lo jubilaron. ¿Ahora nos quejamos?”, finalizó.

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