LA GACETA en Qatar: historias, peripecias y compromisos; así llegaron muchos tucumanos al Mundial

NUMEROSA. Este grupo de tucumanos llegó desde Yerba Buena, Alberdi y Concepción para alentar a la Selección. NUMEROSA. Este grupo de tucumanos llegó desde Yerba Buena, Alberdi y Concepción para alentar a la Selección. FOTO DE GUILLERMO MONTI / ENVIADO ESPECIAL

Federico Fuentes y Mariana Villagrán tienen mucho para contar de una travesía con seis escalas que los depositó en Qatar. Su historia es similar a la de muchos tucumanos que exprimieron la imaginación y el bolsillo para cumplir el sueño de ver la Copa del Mundo. Para detectarlos en las inmediaciones del estadio 974, en la intensa previa del partido, fue necesario apelar a tres estrategias: espiar las inscripciones de las banderas, encontrar las inconfundibles camisetas de Atlético y de San Martín entre la marea de hinchas y, finalmente, apelar al oído para captar la tucumanidad de las tonadas. Así se fue armando el rompecabezas de la representación tucumana en la noche de Doha.

SEIS ESCALAS. Federico Fuentes y Mariana Villagrán estarán en el estadio con las camisetas del SEIS ESCALAS. Federico Fuentes y Mariana Villagrán estarán en el estadio con las camisetas del FOTO DE GUILLERMO MONTI / ENVIADO ESPECIAL

De nuestra provincia a Puerto Iguazú, en Misiones. De allí, en taxi, a Foz do Iguacu. Y a continuación San Pablo-Londres-Viena-Abu Dhabi-Qatar. Ese fue el itinerario que siguieron Federico y Mariana, que son novios y posan para las fotos con una particularidad: él luce la camiseta del “Santo”; ella la del “Decano”. “Al partido del sábado pasado lo vimos en un pub londinense, lleno de ingleses y de mexicanos… No sabés lo que nos decían. ¿Si gritamos los goles? ¡Cómo que no! Casi nos morimos”. Para ellos está aventura empezó hace seis meses, cuando empezaron a planificarla; hoy la disfrutan en la lejana Doha.

PADRE E HIJO. Enrique y Alejandro Wandschneider, también presentes en Doha. PADRE E HIJO. Enrique y Alejandro Wandschneider, también presentes en Doha. FOTO DE GUILLERMO MONTI / ENVIADO ESPECIAL

Una ruta similar siguieron Enrique y Alejandro Wandschneider, padre e hijo. Ellos también estuvieron en ese pub inglés y cuentan lo vibrante que fue ver a la Selección allí. “Nos hicimos amigos de los mexicanos, con ellos fue todo fair play y buena onda -apuntan-. Pero con los ingleses fue otra cosa, nos insultaban”.

Durante el Mundial de Rusia 2018, los hermanos Salvador y Lautaro Cárdenas estaban viendo los partidos de la Selección en México, donde reside Lautaro desde hace 12 años. Recuerdan que estaban en la playa, en Troncones, cuando Argentina perdió con Francia y quedó eliminada. En ese momento dijeron: “¡vamos al próximo Mundial!” Y cumplieron esa promesa. Madrugaban para entrar a la página de la FIFA apenas se habilitaba la venta online de entradas y así consiguieron los tickets, una proeza que a muchos hinchas les resultó imposible al momento de hacer click.

Ambos están impactados por Doha, a la que definen como “una ciudad nueva”. Entonces, ¿creen que Tucumán podría ser sede algún día de un Mundial, teniendo en cuenta que Argentina aspira a organizar el de 2030? Afirman que no lo ven imposible, pero subrayan: “tendrían que venir a aprender cómo se maneja la logística”. Lautaro es publicista y dirige una agencia llamada Nativo, mientras que Salvador es arquitecto. Otra de las hermanas, Eva, también vive en México, donde trabaja de productora audiovisual.

La banda tucumana más grande se distinguía por dos banderas desplegadas con el estadio de fondo. El grupo unió a Juan Bautista Alberdi, Concepción y Yerba Buena, con el aporte de Gastón Fenoglio, los hermanos Cristian y Conrado Pozyvilko, Jorge Jiménez y una dupla de padre e hijo: “El Potro” y Rodrigo Campos. “Este es nuestro tercer Mundial -explican-. Ya es como un viaje de egresados”. Cuentan las peripecias que les representó llegar a Doha por tierra desde Dubai, ya que debieron cambiar tres veces de vehículo. ¿Y qué hacen “El Potro” y Rodrigo con camisetas de Rosario Central. “Somos de River, las estamos usando por cábala -detallan-. Después del primer partido las elegimos para ver si nos daban suerte, y así fue”.

CON LA BANDERA. Pato Paolini siguiendo esa adicción llamada CON LA BANDERA. Pato Paolini siguiendo esa adicción llamada FOTO DE GUILLERMO MONTI / ENVIADO ESPECIAL

Cerca de ellos, portando el nombre de Tucumán impreso en la bandera celeste y blanca, Patricio Paolini disfrutaba de la previa al compás de la banda marplatense Los Jiros. Ellos le pusieron color y ritmo de cumbia al playón adyacente al estadio, donde la hinchada argentina se concentró para ingresar en caravana. Patricio es empleado de LA GACETA y confiesa que para él los Mundiales son una adicción: apenas termina uno ya está planificando cómo llegar al siguiente. Una historia que se repite entre los tucumanos, al igual que en las decenas de miles de argentinos que acompañan a la Selección.

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