Una Cumbre del Mercosur con Uruguay a la defensiva

En la reunión de mandatarios, Argentina, Brasil y Paraguay, plantearán a Lacalle Pou que no pueden hacerse acuerdos fuera del bloque

NUEVO CARGO. El presidente argentino asumirá, mañana, la presidencia pro témpore del bloque del Mercosur, en la que estará hasta 2023. NUEVO CARGO. El presidente argentino asumirá, mañana, la presidencia pro témpore del bloque del Mercosur, en la que estará hasta 2023.
05 Diciembre 2022

El presidente Luis Lacalle Pou entregará a su par de Argentina, Alberto Fernández, la presidencia pro témpore del Mercosur esta semana, durante la cumbre de jefes de Estado en Montevido, en medio del mayor momento de tensión entre los dos gobiernos como consecuencia de la iniciativa el ejecutivo de presentar el pedido formal de adhesión al Acuerdo Transpacífico (CPTPP, por sus siglas en inglés).

Fernández asumirá mañana, con el desafío de reimpulsar el desarrollo de las cadenas de suministros internas, mientras dentro del bloque regional se espera por la asunción de Luis Inácio Lula da Silva, un hecho que cambiará los equilibrios y la mirada respecto del comercio con otros actores nacionales o plurinacionales.

El mandatario argentino irá a la capital uruguaya con la intención de reivindicar que el Mercosur constituye una política de Estado para el país, que no es un ámbito menor para la Argentina, sino su principal instrumento de inserción económica internacional.

La cumbre de Montevideo comienza hoy, con el encuentro de cancilleres. Cafiero, y la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca, viajarán previamente a Uruguay para participar de la reunión de cancilleres. Esta reunión es la última de la era del ultraderechista Jair Bolsonaro -quien estará representado en el encuentro por su vicepresidente, Hamilton Mourao- y la antesala de un nuevo Mercosur: el de un Brasil que acompañará el relanzamiento interno del bloque que pretende la Argentina y que, en la misma línea que propone la Casa Rosada, buscará relaciones comerciales “inteligentes” con terceros, y convocará -además del uruguayo Lacalle Pou y Fernández de Argentina- a Mario Abdo, de Paraguay.

El cara a cara de la reunión del mañana y el miércoles pondrá en un lugar defensivo al anfitrión. El resto de los miembros del bloque amenazaron con medidas judiciales los avances uruguayos para ingresar, en solitario y sin consultar a sus socios regionales, al bloque económico que representa el 13% del PBI mundial.

Desde la Cancillería argentina precisaron que, para la Argentina, el Mercosur es “el principal instrumento de inserción económica internacional y constituye una verdadera política de Estado”. Consideraron que el bloque regional es el proceso de integración “más exitoso en América Latina en toda su historia”, y que debe consolidar su futuro.

“Las decisiones del bloque deben ser tomadas por consenso de los países miembros. Como un bloque sólido tenemos mayor capacidad de negociación colectiva con el resto del mundo”, subrayaron desde la Cancillería que encabeza Santiago Cafiero.

El comercio intra Mercosur en 2021 fue de 41.000 millones de dólares, un aumento de 42% con relación al año 2020 y de 24% respecto a 2019. “Se trata del valor más alto desde 2014 y está explicado, fundamentalmente, por el intercambio de bienes de alto valor agregado”, puntualizaron desde el gobierno argentino, en una nota que publicó el diario “Ambito”.

Respecto del intercambio comercial del bloque regional con el resto del mundo, se alcanzó un nivel récord de 598.000 millones durante el año 2021. “El bloque sigue siendo la apuesta más importante de los gobiernos democráticos de la región desde hace más de tres décadas, atravesando una guerra en Europa y una pandemia”, analizaron.

La gestión argentina del bloque, que durará hasta junio de 2023, estará enfocada en potenciar las cadenas de suministros regionales en industria, en alimentos y energía.

La tensión política entre los gobiernos de Uruguay y Argentina lleva meses y comenzó con la decisión del gobierno de Lacalle Pou de buscar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China, cuyo avance actualmente se encuentra demorado por decisión de Pekín.

En la última cumbre de jefes de Estado del Mercosur, en junio, en Paraguay, Fernández espetó al presidente uruguayo: “Nadie se salva solo”.

Luego, aseguró que está dispuesto a “analizar lo que mi amigo Lacalle Pou llama flexibilización, solo quiero que sigamos transitando juntos”. Lacalle Pou respondió: “la mejor manera de proteger a mi nación y a mi pueblo es abriéndome al mundo”.

“Lo primero que pretendemos hacer es hablar con nuestros socios del Mercosur y los invitaremos a sumarse para hacer un bloque con más potencia negociadora. Pero si no, Uruguay va a avanzar”, aclaró.

La postura de Argentina suma ahora un peso de referencia que la respalda: Brasil, la principal economía del bloque donde, tras el triunfo de Lula, se espera un giro de 180 grados respecto a la política de desinterés en el Mercosur de Bolsonaro, quien dejará el poder el 2 de enero. (Especial)

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