Un mundo de 8.000 millones de habitantes

11 Enero 2023

Cada fin de año es tiempo de balances propios y generales, y es común hacer un listado de las noticias más importante de los 12 meses que terminan. Una de ellas tiene alto impacto actual y lo tendrá a futuro; sin embargo, no ha sido de las más comentadas.

El 15 de noviembre, según las proyecciones estadísticas de la ONU, la población mundial alcanzó las 8.000 millones de personas. Esta cifra depara muchas preguntas sobre la sustentabilidad ambiental y sobre la sostenibilidad alimentaria en un planeta acosado por el cambio climático y por los desafíos de pensar este mismo siglo como el más importante en la historia de la humanidad y como el que definirá si seguirá existiendo o si se extinguirá.

Ese dato surgió en medio de un proceso de decrecimiento del ritmo anual de aumento poblacional, que actualmente es el más lento desde 1950, por debajo de un 1% desde 2020. “La fecundidad ha disminuido en las últimas décadas en muchos países. En la actualidad, dos tercios de la población mundial vive en un país o área donde es inferior a 2,1 nacimientos por mujer, nivel aproximado para mantener el nivel de población en lugares con mortalidad baja. Se proyecta que la población de 61 países o áreas disminuirá en un 1% o más entre 2022 y 2050, debido a sus niveles persistentemente bajos de fecundidad y, en algunos casos, a sus altas tasas de emigración”, indica el informe Perspectivas de la Población Mundial de la ONU.

Pese a ello, las últimas proyecciones oficiales hablan de que el mundo tendrá alrededor de 8.500 millones de habitantes en 2030 y 9.700 millones en 2050. El pico se alcanzaría en 2080, con 10.400 millones de personas (la mayoría vivirá en los países más pobres del planeta), y se permanecerá en ese nivel hasta 2100. Por lo pronto, un dato de relevancia es que en el 2023 que acaba de empezar, la India superará a China como el país más habitado del globo. La edad promedio es de 41 años en Europa, mientras que en el África subsahariana apenas llega a los 17 años; y hasta 2050, más de la mitad del crecimiento poblacional se concentrará en ocho países: Egipto, Etiopía, India, Filipinas, Nigeria, Pakistán, República Democrática del Congo y Tanzania. Actualmente, la esperanza de vida al nacer promedia los 72,8 años.

Los desafíos son enormes y el primero es alimentar y darle agua potable a todos y garantizarles el acceso a los derechos humanos más básicos. “Si no superamos el enorme abismo entre ricos y pobres, tendremos un mundo lleno de tensiones y desconfianza, crisis y conflictos”, alerta el secretario general de la ONU, António Guterres, quien reiteradamente advirtió sobre los altos niveles de desigualdad social e instó a mayor solidaridad entre las naciones y al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y de los acuerdos para combatir el deterioro y degradación ambiental.

Desde Naciones Unidas, el Fondo de Población explicó que el rápido crecimiento demográfico dificulta la erradicación de la pobreza, la lucha contra el hambre y la desnutrición y el aumento de la cobertura de los sistemas de salud y educación, todos fijados en los ODS. El reclamo institucional, entonces, es que la comunidad internacional en su conjunto (aunque con mayor peso y responsabilidad de los países más ricos, que son los que más contaminación producen) asegure una buena calidad de vida a todos los habitantes, para que el progreso sea equitativo y sostenible.

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