Inflación en Argentina: una senadora tucumana solicitó que se impriman billetes de mayor denominación

Beatriz Ávila hizo hincapié en que el aumento sufrido en 2022 "destrozó el poder adquisitivo del dinero, tanto en términos nominales como reales".

Beatriz Ávila Beatriz Ávila
11 Enero 2023

La senadora tucumana Beatriz Ávila presentó un proyecto en el que le pide al ejecutivo nacional que emita billetes de $2.000, $5.000, $10.000 y $20.000.

La legisladora de Juntos por el Cambio argumenta que el 2022 registró la mayor inflación en 30 años en la economía argentina, y que el agudo proceso inflacionario de los últimos timepos destrozó el poder adquisitivo del dinero, tanto en términos nominales como reales. 

"Asimismo, el desequilibrio fiscal imperante, impulsó un proceso agudo de emisión monetaria... El gobierno, a inicios del año pasado, impulsó la modificación de las imágenes de los billetes sin avanzar en emitirlos con mayor denominación que es la real necesidad que hoy tienen las personas y las empresas", señaló Ávila en el proyecto presentado.

Añadió que la caída en el poder adquisitivo, y la disminución de la capacidad de compra de las emisiones monetarias existentes, generadas por los efectos inflacionarios, son algunos de los factores que afectan la disponibilidad de billetes, y el acceso mismo al efectivo.

"Es de conocimiento público que, desde de la pandemia a esta parte, aumentó la necesidad de las familias y la demanda de las empresas de contar con más dinero en efectivo para satisfacer los requerimientos de la vida cotidiana, sumada a la inyección de montos de dinero a personas no bancarizadas que percibieron beneficios extraordinarios por parte del Estado", dijo la senadora.

Afirmó, además, que ·la negativa por parte del Gobierno Nacional de no emitir billetes de mayor valor, con el propósito evidente de no blanquear el proceso inflacionario que nuestro país viene soportando, genera no solo preocupación en la ciudadanía, sino incertidumbre en la sociedad, al estar privada del derecho de contar con el dinero mínimo para solventar las necesidades básicas que la realidad demanda".

En el proyecto ingresado en la Cámara alta, Ávila enfatizó que otro motivo para realizar billetes de mayor denominación nominal es que los actuales billetes generan  molestias porque son inadecuados para llevar adelante las transacciones comerciales y porque "es un problema recurrente para los bancos el abastecimiento de billetes para las necesidades de efectivo de la población".

Por otra parte, recalcó que la caída del valor de compra del billete de máxima denominación actual (el de $1.000) tiene consecuencias que van más allá de la inflación y representan un costo por demás significativo para bancos, instituciones financieras, comercios y empresas; implicando además costos de logística, seguridad, tiempo y espacio. 

"Este billete devaluado en términos de poder de compra, representa además un costo mayor para el Estado Nacional a la hora de imprimir billetes, siendo esta propuesta un medio efectivo para reducir costos de emisión de moneda, permitiendo ahorrar entre U$S 300 a 400 millones", resalta.

Hoy el billete de más alta denominación, el billete de $ 1.000 (mil pesos), tiene solamente el 18% del valor adquisitivo que tenía en el 2017, cuando se puso en circulación, en ese momento, tenía un poder adquisitivo cinco veces superior al actual.

"Otra problemática que no tardará en observarse será el cobro de comisiones para los grandes volúmenes de billetes de baja denominación, el famoso “desagio”, ya que aumenta el costo operativo y logístico del sistema financiero, ya que implica más tiempo y recursos humanos, para procesar el dinero, más camiones de caudales, más espacio para atesorar los volúmenes de dinero, etc.,, y si bien, generalmente, el desagio tiene fines disuasorios para los que depositen grandes volúmenes de dinero de baja denominación, al final se termina trasladando esos costos al eslabón final de la cadena, el pueblo", resaltó Ávila.

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