Uno por uno, de qué acusan a los ocho rugbistas

La fiacalía y la querella pidieron prisión perpetua.

ARCHIVO ARCHIVO Foto tomada de: Aires de Santa Fe.

Máximo Thomsen (23 años)

La acusación:

Él fue quien recibió un golpe en el estómago por parte de la víctima. Lo señalaron como el instigador del ataque. “En esa noche fue el líder del grupo”, explicó. “Nunca en mi vida vi que quedara una marca así de una zapatilla. Nunca. Jamás. Si no fue una lesión grave, al menos fue el sello. El sello que dejó Máximo Thomsen en el rostro de Báez Sosa”, dijo el fiscal Dávila.

Ayrton Viollaz (23)

La acusación:

Para los acusadores su función fue vital, ya que según explicaron fue el responsable de haber dado la señal del inicio del ataque. También sostuvieron que fue uno de los jóvenes que se encontraba ubicado entre Fernando y los amigos para evitar, mediante agresiones verbales y físicas que se le acercaran. “Tuvo” la posibilidad de emprender, proseguir y detener el curso causal del delito, pero no lo hizo en ningún momento”, explicó el fiscal Dávila.

Matías Benicelli (23)

La acusación:

Fue señalado por un testigo como el que le aplicó al menos dos patadas a Báez Sosa cuando estaba arrodillado. “Después de la primera patada, el chico no se levantó más”, declaró Alejandro Muñoz, el jefe de seguridad del boliche. A partir de ese momento, el resto del grupo continuó golpeándolo hasta provocarle la muerte. También lo individualizaron como el autor de la frase “a ver si le siguen pegando al negro de mierda”

Ciro Pertossi (22)

La acusación:

Fue individualizado como el autor del primer golpe que recibió la víctima. Según un testigo, con la trompada que recibió, Báez Sosa cayó al suelo y allí recibió el castigo físico. “Con su mano izquierda se limpia los nudillos de la mano derecha y con el uso de su boca también se limpia sus manos”, dijo Dávila. También consignó que en su pantalón de jean utilizado por este joven se encontró sangre del fallecido.

Luciano Pertossi (21)

La acusación:

Tanto los fiscales como la querella consideraron que, según los testimonios escuchados durante la audiencia, fue una de las personas que pegaban a la víctima que se encontraba totalmente indefensa en el suelo. Según estas partes, el joven cumplió con otra función en el momento del hecho: “le pegaba a todo el mundo que se cruzaba a los efectos de que la zona quedara liberada para que nadie pudiera acercar a defenderlo”.

Enzo Comelli (22)

La acusación:

Tuvo una participación clave en el crimen del estudiante universitario. Según los fiscales y los querellantes, fue el que esperó a la víctima y la redujo aplicándole un golpe que lo tiró al suelo para que el resto del grupo lo agrediera salvajemente en el suelo. Luego, de acuerdo a lo escuchado durante la audiencia, fue otros de los que se encargó que nadie se acercara ni interviniera en el ataque que derivó en la muerte de Báez Sosa.

Blas Cinelli (21)

La acusación:

Pese a que no aparece claramente en las imágenes de los videos, los acusadores señalaron que él también golpeo a Báez Sosa cuando se encontraba sin posibilidades de defenderse. Explicaron que su sangre encontrada en el cuerpo de la víctima es una prueba para confirmar esta teoría. Desmintieron la posibilidad de que haya estado alcoholizado. “Se lo ve en todos los videos posteriores de la causa en perfectas condiciones”, explicaron los representantes que sostuvieron la acusación.

Lucas Pertossi (23)

La acusación:

Para muchos especialistas, era uno de los que podía salvarse de una dura condena por una sola razón. El filmó con su celular el momento del incidente que se registró en el interior del boliche. Sin embargo, los fiscales sostuvieron que estuvo a la par de la víctima entre ocho y 10 segundos. “Es imposible que no le haya pegado”, sostuvieron los fiscales. También impidió que otras personas ayudaran o pusieran fin a la agresión a Báez Sosa.

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