El primer trimestre dejó una inflación de dos dígitos

Las consultoras prevén que los precios no se desacelerarán tampoco durante este mes

El primer trimestre dejó una inflación de dos dígitos El primer trimestre dejó una inflación de dos dígitos

En tres meses se habrá consumido un tercio de lo que el Gobierno había proyectado para este año electoral como pauta inflacionaria en el Presupuesto nacional (60% anual). De acuerdo con los cálculos de las consultoras privadas, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) rozará el 21% de variación entre enero y marzo pasado. Para confirmar ese dato, habrá que esperar hasta el próximo viernes, cuando el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informe el reporte que corresponde a marzo. Abril no promete ser alentador para la evolución de los precios. Las prepagas actualizaron las cuotas;  los colegios privados comunicaron que tampoco podrán esquivar el reajuste; el combustible seguirá modificando el valor en las pizarras. Para aquellos que no tengan propiedad, el dolor de cabeza será significativo, debido a la actualización de los alquileres. Así, será imposible que se cumpla el pronóstico que el ministro de Economía, Sergio Massa, realizó al iniciar este año electoral, de llegar a abril con una tasa del 3%, menos de la mitad de lo que se proyecta para el mes.

El primer trimestre dejó una inflación de dos dígitos

Según la Fundación Libertad y Progreso, la inflación de marzo será cercana al 7,3%. En consecuencia, en el primer trimestre del año, la inflación acumulada es de 21,3% (versus 16,1% acumulado durante el primer trimestre de 2022). Por su parte, la variación interanual asciende a 103,5% desde el 102,5% de febrero. Según la entidad, con los valores de este mes, se alcanzaría la segunda mayor variación mensual del gobierno de Alberto Fernández (la más alta fue de 7,4% en julio de 2022) y la inflación interanual más alta desde septiembre de 1991 (115%). El dato de marzo estuvo marcado fuertemente por el componente estacional, que se origina por el comienzo del ciclo lectivo y el fin del período de vacaciones, así como también por los aumentos que hubo en el precio de los bienes y servicios regulados. Eugenio Marí, economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso, dijo que “la aceleración inflacionaria en marzo era algo que se venía anticipando. Sin embargo, volver a quebrar la barrera del 7% de inflación mensual es un nuevo golpe sobre los salarios en términos generales, pero especialmente para los trabajadores del sector informal. Recordemos que en 2022 la inflación fue 94,8% y los salarios privados no registrados aumentaron 65,4%”. Marí agregó que, “desde el punto de vista del financiamiento del Estado, la aceleración inflacionaria presionará aún más a la baja a la demanda de dinero. Esto restringirá aún más la capacidad de emitir moneda para financiar el gasto”.

El primer trimestre dejó una inflación de dos dígitos

El poder adquisitivo del asalariado viene perdiendo la carrera contra la inflación en los últimos cinco años, con más fuerza desde 2019. De allí las demandas de los gremios para que, al menos, los incrementos en las remuneraciones no queden tan rezagados respecto de la evolución de los precios.  La aceleración de la inflación en la Argentina motiva una revisión frecuente de las remuneraciones: un relevamiento realizado por Grupo Gestión entre más de 60 organizaciones de distintos rubros y tamaños. El diagnóstico de la consultora especializada en gestión de Recursos Humanos, determinó que, en general, el 40% de las empresas argentinas realiza este análisis cada tres meses, cifra que asciende al 50% cuando se trata de grandes organizaciones. Incluso, un 7% de las empresas del país ya evalúa ajustes de manera mensual.

El fenómeno se enmarca en una coyuntura de la aceleración de la inflación, que al cierre de febrero ya había superado la barrera del 100% interanual. No se trata de una situación inédita en la Argentina: un informe elaborado por la Universidad de Belgrano detectó que se trata de la cuarta vez en la historia de nuestro país que el índice inflacionario alcanza las tres cifras: ocurrió antes en 1959, 1975 (el famoso Rodrigazo, que mantuvo la inestabilidad macroeconómica durante una década) y 1987-1991 (la hiperinflación, que alcanzó su techo en 1989 con un extraordinario 3.079,5%).  Para apaciguar el impacto en la realidad económica de sus colaboradores, muchas empresas utilizan además elementos alternativos. Por ejemplo, el estudio detectó que el 10% de las organizaciones brindan beneficios que representan más del 30% del ingreso real del trabajador.

“El desafío para las empresas consiste en encontrar el punto de equilibrio entre mantenerse relevantes y entregar propuestas significativas para atraer el mejor talento disponible y, al mismo tiempo, generar acciones de retención en un escenario muy complejo en términos macroeconómicos, de forma tal que los números cierren tanto para los colaboradores como para la propia organización. Nosotros mismos en Grupo Gestión revisamos cada tres meses la compensación total de nuestros colaboradores, como una buena práctica para estos tiempos”, indica Juan Pablo de Mendonça, Gerente de Capital Humano de Grupo Gestión.

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