Macchiarola y Albaca, los rivales del debate

LA GACETA/FOTO DE JUAN PABLO SÁNCHEZ NOLI LA GACETA/FOTO DE JUAN PABLO SÁNCHEZ NOLI

Libreto bajo el brazo, al margen de las propuestas. Mensajes de sus espacios políticos y diferenciación de quien cree que es el rival directo en las urnas. Al inicio, Pablo Macchiarola (Juntos por el Cambio) reveló quién es el principal adversario de su fuerza: Marcelo Albaca (Frente de Todos). Lanzó una acusación directa; tildó de kirchnerista a su rival del 14 de mayo, al tiempo que criticó a la dupla del PJ, Osvaldo Jaldo-Juan Manzur. No anduvo con rodeos, trató de “pegar” al aspirante peronista a la gestión kirchnerista nacional. Albaca se centralizó en desarrollar propuestas de gestión y expuso como “chicanero” al postulante del oficialismo. Los otros aspirantes a la jefatura municipal también hicieron señalamientos. Myriam Sacur (Frente de Izquierda Unidad) se centró más en la administración municipal, a la que acusó de desentenderse de los habitantes de la periferia de la ciudad, con lo que expuso a quién centralmente está dirigido el discurso de la izquierda. En ese sentido, aludió a la necesidad de asambleas barriales para discutir sobre los problemas diarios que aquejan a los vecinos. No podía faltar el ataque al Fondo Monetario Internacional y a la derecha. “Es hora de votar a la izquierda y de la igualdad social”, sentenció.

Guadalupe Anfuso (Libres del Sur) se centró en lo que entiende es el déficit de la gestión municipal: urbanización en materia de ordenamiento vehicular y falta de espacios para que la gente transite con comodidad. Atender la problemática social fue un aspecto clave que desarrolló.

Gonzalo Cisneros (Fuerza Republicana), como era previsible, desdobló sus críticas, tanto hacia la Municipalidad como hacia la Provincia, con lo que marcó a lo que apunta el bussismo en este tiempo electoral: a ser una fuerza opositora a ambos oficialismos. En ese marco cuestionó la ausencia de una política social en materia de servicios esenciales por parte de Mariano Campero y de mantenimiento de canales por parte del Gobierno provincial. Y usó el tema de la seguridad para potenciar una propuesta que es una marca de FR: sí a las armas, las eléctricas, para atacar a la delincuencia.

Desde el comienzo del debate, cada uno de los aspirantes a conducir la “Ciudad Jardín”, expuso, desde lo discursivo, por donde desarrollarán su campaña proselitista hasta el día de los comicios; cuales son sus ideas y quiénes sus rivales directos en las urnas.

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